Si financiás un auto, se paga dos veces su valor real
En el sector automotor, según la experiencia de los últimos años, el plazo más utilizado para un crédito prendario es de 36 meses. En muy pocos casos, se ofrece la posibilidad de financiar el 100% del vehículo. Lo habitual es aportar el 50% del valor del 0 km, en efectivo o con otro auto como parte de pago, y financiar el 50% restante. Los modelos más vendidos se ubican en un valor de $ 200.000. En ese caso, entonces, el monto a financiar es de $ 100.000. A lo largo de los 3 años, el consumidor habrá pagado unos $ 81.000 en concepto de intereses más $ 4.300 por seguro de vida. Es decir, que el desembolso total será de $ 185.300. Pero si se pudiera financiar el 100%, queda claro que en concepto de interés y demás gastos en sólo tres años se estaría pagando casi el valor de otro auto.
Pero a esto hay que sumarle algunas particularidades del mercado. Si se tiene en cuenta que desde hace unos días se desató una guerra de precios entre algunas marcas, especialmente en el segmento de los autos chicos, cualquiera que vaya hoy a una concesionaria con efectivo lograría un descuento importante. Ese auto de $ 200.000 se puede conseguir con facilidad por $ 180.000 o menos. En cambio, la financiación se realiza sobre el precio de lista. Por este motivo, en un ejemplo concreto del mercado de hoy, financiar un 0 km a 36 meses significa realmente tener que desembolsar dos veces el valor de contado.
En el Gobierno se está trabajando en proyectos para abaratar el costo del crédito, tal como adelantó el diario Ámbito Financiero. De hecho, hoy se reunirá el ministro de Producción, Francisco Cabrera, con los presidentes para analizar, entre otros temas, esta iniciativa. Concretamente, se busca a través de un programa de financiación que tiene el Banco Nación, volcarlo al consumo para este sector. También podrían participar otras entidades públicas como el Banco Provincia y el Ciudad. Sin embargo, no hay acuerdo con las terminales ya que hay una puja por quién maneja la cartera de clientes.
De todas maneras, el estímulo al crédito choca contra otro problema que es la incertidumbre económica.
«Con una economía tan turbulenta y el temor a perder el empleo, ante noticias de despidos tanto en el sector privado como público, la gente es reacia a endeudarse, ni siquiera aunque la tasa sea muy baja», explicó un empresario del sector.
Fuente: Minutouno