La oposición y las técnicas de un golpe blando

Desde las elecciones primarias del pasado 9 de agosto, la ofensiva de la oposición, acompañada por los medios concentrados de comunicación, no ha permitido al oficialismo avanzar en sus propuestas electorales. Primero fueron las campañas sucias en las redes sociales mostrando una foto trucha de Daniel Scioli en la isla de Cerdeña, inundaciones mediante. Luego la muerte de un joven en Jujuy y finalmente el anuncio de fraude en Tucumán. “Ellos quieren que el 26 de octubre los diarios no digan ‘Scioli presidente´ sino que figure la palabra ‘fraude’ y así poder intentar deslegitimar las políticas futuras”, dice Carlos Gianella, responsable técnico de la fórmula Scioli-Zannini.

El temor por parte del oficialismo sobre la posibilidad de nuevos hechos de violencia es real y se suma a la campaña sucia  sobre fraude en Tucumán, quema de urnas –los detenidos pertenecen a la oposición- y tweets como el del economista Nicolás Salvatore, asesor del candidato de la oposición José Cano, quien pidió a los tucumanos “incendiar la casa de Gobierno en Tucumán con bombas molotov”. Paralelamente, la diputada nacional por el PRO, Laura Alonso, publicó un tweet pidiendo muertos en la plaza: “En Ucrania, estuvieron más de 100 noches en la plaza Maidan. Mataron e hirieron a muchos. La gente no se movió hasta que no logró su objetivo”. Estos y otros tweets van siempre acompañados por editoriales del diario La Nación y Clarín. Joaquín Morales Solá escribió un artículo titulado “El peor final: violencia y sangre”. Allí sostiene que “el kirchnerismo no se irá del poder sin violencia y sangre».

La campaña para que el Frente Para la Victoria no gane las elecciones generales comenzó en enero con la muerte del fiscal Alberto Nisman. Grandes movilizaciones con el “Je suis Nisman” como el héroe que se enfrentaba a una “presidenta que pactaba con el terrorismo”. Claro, después se supo que la denuncia penal no tenía pies ni cabeza, fue rechazada en todas las instancias judiciales y por estas horas ya se investiga a sus familiares por lavado de dinero. Poco quedó del invento de los medios sobre el “fiscal de la Patria”.

Pasado el caso Nisman y agrandados por las movilizaciones en Capital Federal -que no es el país como se vio luego- consagraron la alianza entre Macri, el radicalismo y Carrió convencidos de que las elecciones estaban ganadas. Ernesto Sanz, hace un par de meses afirmaba que “ estamos en condiciones de ganar 11 provincias”. Perdieron en todas, menos en Mendoza. Los votos, una vez más, se inclinaron por el FpV y eso puso nerviosos otra vez al establishment económico, a la banca financiera y a los medios concentrados de comunicación.

Si pierden en las urnas hay que denunciar el sistema electoral vigente, pero se olvidan que cuestionaron todos los sistemas. Hagamos memoria, el candidato opositor en Salta Juan Carlos Romero afirmó que hubo fraude con la boleta electrónica; Miguel del Sel que hubo fraude con la boleta única en Santa Fe y ahora en Tucumán con la boleta tradicional. “Querer cambiar las reglas de juego en el medio de un partido es como cuando uno juega al fútbol, va perdiendo y se lleva la pelota” dice Alberto Pérez, jefe de gabinete bonaerense.

A 50 días de las elecciones nacionales que consagrarán un nuevo presidente en la Argentina, la oposición intentará por todos los medios, lícitos e ilícitos, que la ciudadanía no consagre un presidente oficialista. Los que tienen dudas deberían leer el Manuel de “golpe blando” del politólogo Gene Sharp que propone una serie de pasos para derrocar un gobierno. Se empieza con medidas para promocionar el descontento como el desabastecimiento, la manipulación del dólar, denuncias de corrupción y campañas publicitarias negativas. Luego con el aumento de conflictos y movilización en la calle con protestas, en lo posible violentas, para justificar medidas represivas. Por último, vendrá la fractura institucional y la renuncia del presidente. El manual de Sharp se puede leer en internet y asombrará el parecido con lo sucedido en las recientes semanas en Argentina.

Fuente: Diagonales

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