Buscan tratar residuos de aparatos eléctricos y electrónicos

Los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos provienen de aparatos que requieren para su funcionamiento corriente eléctrica o campos electromagnéticos, destinados a ser utilizados con una tensión nominal no superior a 1000 V en corriente alterna y 1500 V en corriente continua y los aparatos necesarios para generar, transmitir y medir tales corrientes y campos.

“El tema surge por una necesidad que me planteó un grupo de vecinos que no sabían qué hacer con aparatos eléctricos y electrónicos que se les rompieron. Dijeron que estaban en condiciones de comprar nuevos, pero no sabían qué hacer con los rotos”, reconoció en el programa “Segundo Bondi”, de Radio Nacional, el concejal Sergio Massarella, del FpV/27 de Octubre, autor de la iniciativa.

Lo que pretendemos con este programa es hacer un trabajo integral con respecto a residuos de aparatos eléctricos y electrónicos en donde se pueda considerar la recuperación o el tratamiento que hay que darle, porque son materiales considerados peligrosos que tienen que tener un tratamiento especial”, acotó.

Según el proyecto, el Departamento Ejecutivo determinará una serie de Puntos Estratégicos (sitios de recepción) en el distrito de Bahía Blanca, “Específicamente proponemos que el municipio destine puntos estratégicos en la ciudad donde este tipo de aparatos puedan ser llevados por los vecinos. De esta manera, por una lado beneficiamos al vecino porque le estamos solucionando un problema concreto, qué hacer con esos aparatos. Por otro lado, aseguramos cuál va a ser el tratamiento de este tipo de residuos especiales”, argumento el edil kirchnerista.

Asimismo, se establece que el Departamento Ejecutivo designará, una vez sancionada la presente ordenanza, el órgano de aplicación correspondiente dentro del organigrama municipal.

También se establece, entre otras cuestiones, y como requerimiento para el tratamiento de los RAEE que las instalaciones municipales estén coordinadas por un técnico competente en materia ambiental y cuenten con balanzas para pesar los RAEE; superficie impermeable y cubierta contra la intemperie; sistema de contención de derrames; y sitios de almacenamiento adecuados para las piezas desmontadas.

Cabe destacar que el constante desarrollo tecnológico y la mayor accesibilidad por parte de sectores cada vez más amplios conducen a un recambio acelerado ya que los nuevos productos se tornan obsoletos con mayor rapidez y que la sociedad de mercado constantemente estimula pautas de consumo sin medir las consecuencias ambientales.

Además, ese consumo compulsivo de bienes se encuentra entre las principales causas del proceso de degradación ambiental.

Algunos datos esclarecedores

Según la Secretaría de Ambiente de la Nación durante el 2008 los argentinos desechamos 80.000 toneladas de Residuos Eléctricos y Electrónicos (2 kilos por habitantes).

Desde 2006 y hasta 2011 en Argentina se desecharon 3.600.000 computadoras (según datos publicados por Greenpeace), creciendo el parque de computadoras en más del doble (de 4.900.000 unidades a 11.600.000).

Por otra parte, el INDEC indica que la disponibilidad de computadoras en los hogares creció del 20,5% al 47% en el período 2001 – 2010.

Argentina desechó en 2012, 440.000 toneladas de residuos vinculados a informática, celulares y varios.

La Organización de Naciones Unidas estima que la basura de productos electrónicos creció en un 800% del 2005 a la actualidad.

En tanto, muchos residuos de aparatos eléctricos y electrónicos requieren de un tratamiento especial ya que contienen una serie de contaminantes y residuos especiales según la Ley N ° 11.720 de la Provincia de Buenos Aires (cadmio, plomo, níquel, mercurio, plásticos bromados, etc.), muchos de los cuales no son biodegradables.

Parte de estos residuos poseen componentes considerados potencialmente “peligrosos”, por lo que una vez desechados inadecuadamente se transforman en residuos peligrosos (Anexo I y II de la Ley Nacional Nº 24.051).

Vale destacar que ante el crecimiento de esta problemática varios países europeos han avanzado en la recuperación, tratamiento y reciclado de estos residuos, entre los que se encuentran Austria, Francia, Alemania, Holanda, España, Reino Unido, Suecia, etc.

En Argentina, varios municipios ya han establecido ordenanzas o programas especiales tendientes a la recolección de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos (Rosario, Villa María, Morón, Iguazú, Rivadavia, Pergamino, entre otros.

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