A los 96 años falleció Ezequiel Crisol

Según se informó desde el gremio, sus restos serán velados desde las 14 en Ferrandi Hnos, Estomba 255 y mañana será sepultado en el cementerio municipal a las 11 horas.

Por otro lado, el sindicato decidió la suspensión de las actividades previstas para hoy, excepto en los  «salones que estaban reservados».

Una larga vida dedicada al gremio y la política

Ezequiel Crisol nació en la ciudad de Bahía Blanca el 15 de Febrero de 1918. Fue testigo y protagonista de todas las etapas de desarrollo del peronismo de la ciudad y la región.

Por los años treinta, supo deletrear el latín junto a su compañero de aula Raúl Primatesta en el Seminario de La Plata, lugar al que llegó luego de oficiar de monaguillo durante su infancia en la Catedral bahiense. La potencia del llamado divino a la responsabilidad por el prójimo se combinaría en él con la impresión que le causara la primera película que vió en su vida, “Sacco y Vanzetti”, donde el martirio de la clase obrera y el afán de justicia se acrisolaban en su alma, forjada en un hogar humilde, con la potencia de una vocación.

En 1937 comenzó a trabajar en una de las tiendas más grandes de la ciudad, New London. En 1934 se había dictado la ley 11.729 que legislaba sobre el despido. Era la primera vez que la ley impedía al empleador despedir a un trabajador sin tener una causa, en cuyo caso debía pagar una indemnización. En la misma ley se hablaba de las vacaciones: correspondían 10 días al que tuviera más de un año de antigüedad. La mayoría de los comercios no respetaba la ley y era necesario protestar para hacerla cumplir. Eso generaba un movimiento gremial bastante importante que luchaba intensamente para que la ley se cumpliera.

La Confederación General de Empleados de Comercio que regía hacía poco, había sido creada por Angel Borlenghi, propulsor también de numerosas leyes obreras que tienen vigencia en la actualidad. Protagonista calificado de la llegada de Perón al poder, tanto así que luego fue designado por aquél como Ministro del Interior de su primer gobierno.

Por ese entonces, los sueldos eran fijados por los mismos empresarios, de modo que cuando se entraba a trabajar, no había convenio que fijara pautas, y los sueldos y las comisiones se “pactaban” entre patrón y empleado.

Fue  entonces que Crisol comenzó a actuar en política, iniciando la actividad en torno al movimiento peronista.

Que a los tres meses de ingresado al empleo de la tienda se asoció al gremio (ese era el período exigido para poder afiliarse). Al poco tiempo fue designado delegado ante la Asociación de Empleados de Comercio y en marzo de 1946 integró por primera vez la comisión directiva, la cual fue intervenida en el año `55 por la mal denominada revolución libertadora.

A instancias suyas, se crea en junio de 1971 la Agrupación Nacional Mercantil Peronista, alineada a las 62 Organizaciones. Posteriormente, en 1972 convoca a diversas reuniones al Movimiento Nacional Mercantil del Interior las cuales permitieron la reconstitución de la Federación de Empleados de Comercio de Buenos Aires.

En 1979 participa en la reunión constitutiva de la Comisión Especial creada en la Confederación General de Empleados de Comercio para el estudio de los regímenes de Asociaciones Profesionales y de Obras Sociales.

Para 1981 es designado representante ante la CGT nacional por el Bloque del Interior. En febrero de 1982, invitado por la Federación Sindical Mundial, participa de un Congreso en Cuba. Asimismo, visita Panamá, México y Perú a instancias de las respectivas CGT. En noviembre es designado delegado regional de las 62 Organizaciones Peronistas. En enero de 1987 es nombrado por la Curia, miembro titular de la Comisión Ejecutora de la Recepción de Su Santidad el Papa Juan Pablo II.

En marzo de 1984, en ocasión del XXXII Congreso Extraordinario de la CGEC, fue electo como integrante de una comisión de cuatro miembros para gestionar la devolución de OSECAC a sus legítimos dueños, de acuerdo a lo estipulado por la ley 19.772.

Un año antes, en 1983 formó parte de la Comisión Especial que se encargaría de redactar el anteproyecto de Convenio Colectivo de Trabajo.

En julio de 1989, con los valores percibidos en su cargo de delegado de OSECAC, Ezequiel Crisol compra una quinta en la localidad de Médanos y la dona a la Asociación. En octubre de 1990, se constituye la Regional Bonaerense de la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (FAECyS), cuya Secretaría General recae en Crisol.

Para 1991 la Asamblea Ordinaria del gremio aprueba la creación de la Fundación Empleados de Comercio de Bahía Blanca destinada a la acción cultural y educativa y a crear organismos que intervengan en el área de salud.

En junio de 1994 resultó electo como Secretario de Relaciones Internacionales de la CGT regional Bahía Blanca. En enero de 1999 fue designado Secretario Adjunto de las 62 Organizaciones.

Durante  varias décadas, mantuvo una lucha incansable a favor del cierre del comercio los días domingos y feriados, problemática que persiste en nuestros días constituyendo una clara violación a los derechos de los trabajadores mercantiles.

En los últimos años, con más de seis décadas encima de activismo ininterrumpido, en el que todas las vicisitudes imaginables han formado parte de su pan diario, fue usual verlo multiplicarse desde el amanecer hasta bien entrada la noche en las más diversas tareas, que incluyen desde asistir a una asamblea hasta otorgar entrevistas, realizar inspecciones, atender asuntos gremiales y supervisar alguna nueva obra, o viajar varios kilómetros para resolver algún problema en cualquier sitio del país.

Bajo su conducción al frente del sindicato, se hicieron importantes obras: en la sede social funciona un servicio de asesoramiento laboral, jurídico y jubilatorio, una farmacia gremial, servicios de óptica, odontología, kinesiología, pedicuría, vacunatorio, enfermería; el edificio cuenta con un salón con capacidad para 500 personas y dos salones para 50 personas cada uno. Allí mismo funciona una escuela secundaria, una escuela de enfermería, una escuela de mucamas hospitalarias y se dictan cursos de cocina hospitalaria, de marketing, de capacitación en operador de PC, de ventas y de jardinería. En otro edificio funciona un gimnasio donde se practica yudo, Karate, gimnasia femenina y gimnasia pre-parto. La Obra Social Sindical (OSECAC) fue intervenida por el gobierno militar en 1976 y por entonces se acusó a los dirigentes sindicales de corruptos y ladrones; una investigación a fondo comprobó que nada era cierto. La intervención duró hasta 1991, cuando fue restituída por el gobierno de Menem. Dicha devolución fue tratada en un Congreso, porque existía un déficit de 124 millones de pesos, además de una cantidad de personal que quintuplicaba al existente en 1976. En esas condiciones se decidió tomar la obra social, administrarla correctamente y ponerla al día. Se firmó un convenio con la Subsecretaría de Seguridad Social para entrar en una moratoria.

También se decidió la construcción de un sanatorio, un viejo proyecto que se hizo realidad con el aporte del 1% del sueldo, propuesta que fue votada por unanimidad por los afiliados en una asamblea. En la actualidad la Clínica Privada Dr. Raúl Matera, se compone de tres quirófanos, sala de partos, sala de neanotología, seis consultorios, farmacia, centro de hemodiálisis, terapia intensiva, treinta y siete habitaciones dobles para internación, un sector de administración, una sala de cómputos, aparatos de rayos y ecografía, un laboratorio de análisis clínicos, un servicio de emergencias médicas y una farmacia. También dispone de cuatro ambulancias equipadas con la aparatología más moderna y otra de traslado.

Este Centro de Salud Privado, no sólo atiende a los afiliados de la Obra Social de Empleados de Comercio y Actividades Civiles (OSECAC), sino también de otras obras sociales y particulares.

Otros dos edificios prestan atención en consultoría externa en las especialidades de clínica médica, pediatría, cirugía de adultos, cirugía infantil, ortopedia, obstetricia y ginecología, otorrinolaringología, endocrinología y otros.

Entre los logros conseguidos por su administración aparece el Complejo Polideportivo de Aldea Romana, donde en un espacio de 150 has. se emplaza el autódromo internacional (que aguarda su remodelación) con kartódromo, boxes, sala de prensa, tres cantinas, un complejo de piletas de natación, vestuarios, un salón de 1600 mts.2 (el más grande de la ciudad), complejo de cocinas y parrillas, seis viviendas para caseros, una casa para jubilados, gimnasio, canchas de fútbol y paddle, quinchos, juegos infantiles, aerosilla, carpa espacial, hamacas voladoras, rueda gigante, plaza de juegos infantiles, más de 15.000 árboles, dos perforaciones, línea de alta tensión, un anfiteatro para 5000 personas, un micro cine con 120 butacas, un quincho para 150 personas, un salón para juegos infantiles bajo techo, un albergue de 12 habitaciones con 48 plazas, un salón para 200 personas, dos salones más, una zona de camping para carpas y casillas, una huerta para chicos de la calle, el proyecto de un lago artificial, y el camino de acceso al predio de 2000 mts. asfaltado.

Con su participación, y luego bajo su conducción, el gremio corona una larga lista de realizaciones que comprenden la erección de cinco grandes complejos habitacionales (cuatro edificios de dos torres cada uno y otro edificio de tres torres), la adquisición de numerosos inmuebles: dos lotes para construcción de futuros edificios y barrios, dos departamentos en Capital Federal, dos chalets (donde funcionan respectivamente la obra social y la Mutual Mercantil), cuatro casas (dos para consultorios externos, una para un instituto terciario y una para instituto secundario) y un hotel en Córdoba, para acompañar el desarrollo de la institución en permanente expansión.

Dentro del patrimonio actual del gremio, se encuentra un importante parque vial y automotor que está conformado por cinco ambulancias, dos utilitarios y tres colectivos.

No sólo el sindicato, sino toda la ciudad conoce la magnitud de la obra de este incansable luchador en la Asociación de Empleados de Comercio, ya que la misma superó largamente el marco local, para insertarse orgullosamente entre las realizaciones más progresistas del país.

Crisol, un hombre perteneciente a otra era, hizo gala de sus capacidades ejecutivas con el solo hecho de mostrar y poner en acción sus obras. No fue el suyo el estilo rimbombante de quien trata de florearse ensoberbecido por los propios méritos; la modestia es su arte más ostentoso, su lujo personal, y la infatigabilidad y eficacia, son su condición.

Ocupó el cargo de Secretario General de la Asociación de Empleados de Comercio de Bahía Blanca desde el 21 de febrero de 1968 hasta el momento de su fallecimiento.

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