De la mano de las retenciones y un ajuste en el gasto en prestaciones sociales, los ingresos corrientes crecieron más que los gastos y el Tesoro logró, por primera vez desde octubre del 2019, un superávit primario de 24.074 millones de pesos. El gasto en obra pública se casi triplicó durante enero. Al restar los intereses de la deuda, el rojo fiscal fue de $3.030 millones, el menor déficit en cinco años