La puja por la conducción nacional del Partido Justicialista (PJ) tuvo su desenlace en un escritorio judicial: el fallo de María Servini. Lo que viene es Cristina Fernández de Kirchner nuevamente en un lugar de centralidad. La dos veces presidenta quedará formalizada al frente del principal partido opositor. Su voluntad es ampliar la representatividad de la herramienta electoral del peronismo, que el PJ intervenga más en los debates públicos y que lo haga con consistencia ideológica. En el corto plazo se propone restañar las heridas que dejó la competencia con el riojano Ricardo Quintela. Con el bonaerense Axel Kicillof se mantiene la distancia, aunque en las últimas horas circulan mensajes y gestos que buscan aliviar la tensión.
El viernes por la tarde, CFK pidió a su secretario privado, Mariano Cabral, que llamara al secretario de Quintela para hacerle llegar una propuesta al gobernador de La Rioja y frustrado rival en la interna. El mensaje era reunirse ambos en CABA, entre lunes y martes, para hablar sobre el futuro inmediato del PJ. En ese sentido, uno de los colaboradores de mayor confianza de la exmandataria sintetizó el espíritu del Instituto Patria en diálogo con este diario: “Cristina va a hablar con todo el mundo, va a convocar a todos los sectores, para convertir al peronismo en una opción de poder en el 2027”.
El llamado a La Rioja, según confió la misma fuente, se concretó el viernes a las 17. Los apoderados de Quintela se habían enterado de la resolución de Servini ese mismo día a primera hora, al iniciarse la jornada en Tribunales (aunque un portal había adelantado el contenido del fallo cerca de la medianoche).
La reacción de Quintela fue aceptar la decisión de la jueza de 88 años, que encabeza el juzgado federal con competencia electoral N° 1. En materia legal se sabe que el fuero de Comodoro Py funciona como tribunal de alzada de las Juntas electorales partidarias. (La Ley 23.298, que rige a los partidos, establece en su artículo 32 que una resolución tomada por un juez a partir de una controversia de este tipo es inapelable).
Si en el frente judicial Quintela pareció allanarse a lo resuelto por Servini, en materia política hizo llegar un mensaje algo beligerante: dejó trascender que pese al fallo no reconocerá a CFK como autoridad del peronismo. Habrá que ver si es una postura definitiva o el inicio de una negociación.
Los pasos de Quintela estuvieron condicionados por una serie de pronunciamientos de dirigentes de la provincia de Buenos Aires que le reclamaron de modo explícito que no siguiera la puja por la vía judicial. Fueron la vicegobernadora, Verónica Magario, y el matancero Fernando Espinoza, al igual que su par de Florencio Varela, Andrés Watson, quien reposteó en la red social X las palabras de Magario.
La saga de tensiones y reacomodamientos seguirá el martes próximo con un hecho que excede lo meramente administrativo: la Junta Electoral del partido tiene agendada una reunión ordinaria para la tarde y es muy probable que allí se proclame el triunfo de la lista “Primero la Patria”, con lo cual CFK quedará ungida como titular del partido.
El traslado desde el petit hotel de Rodríguez Peña 80 -sede del Instituto Patria- al local de Matheu 130 estará acompañado por un plan de acción del cual la exmandataria ya adelantó algunos puntos en sus cartas recientes. En su carta a los afiliados, que difundió hace diez días, enumeró algunas razones por las que, según dijo, aceptó la postulación al PJ; incluso cuando ya había otro dirigente recorriendo el país con la misma intención. “Las imágenes de legisladores y gobernantes de nuestro partido apoyando a Milei en el Congreso; votando favorablemente medidas como el RIGI o validando su veto contra los jubilados y las universidades, es algo que no podemos ignorar ni aceptar”, escribió allí.
El senador nacional y titular del Instituto Patria, Oscar Parrilli, mencionó otro de los objetivos que se plantea CFK. “Cristina le va a dar al tema de los jóvenes una impronta como nunca antes tuvo el PJ. El PJ va a dejar de ser solo una herramienta electoral. Ella plantea que dejemos de ser oposición para pasar a ser alternativa (de gobierno)”, amplió el neuquino, uno de los dirigentes del kirchnerismo que tiene trato diario con la exjefa de Estado.
En cuanto al corto plazo, una de las incógnitas que perdura es cómo será la coexistencia de la próxima titular del PJ con el gobernador de la provincia más poblada del país: Axel Kicillof. Con su pretensión de asumir un rol de articulación política y de promover debates programáticos, CFK asumirá más protagonismo. Además, los cruces histriónicos con el presidente Javier Milei la convertirán en la antagonista buscada, con la cual el libertario polarice el debate público.
Bajo este proceso, como ya ocurrió en otras coyunturas y en otras latitudes, podría consolidarse una competencia silenciosa por el liderazgo de la oposición. Con dos protagonistas: la titular del PJ y el titular de la PBA. En la búsqueda de representar, quien más antagoniza con Milei, quien más polariza, será quien al final del camino termine conectando mejor con las demandas, enojos y expectativas populares.
Esta tensión está ya sobre la superficie, sobre todo tras el acto del 17 de octubre en la localidad de Berisso, donde Kicillof encabezó un acto rodeado de intendentes, dirigentes de la CGT y la CTA, representantes de movimientos sociales, bajo la consigna “La Patria no se vende”. Tres días después, el gobernador difundió una declaración en la que pidió convocar a la unidad, oponerse con nitidez a Milei y “dejar de reproducir metodologías y conductas” que -planteó- fracasaron. “La lógica del sometido o traidor es una lógica que entró en crisis y viene dando malos resultados”, fue la frase que más circuló.
Desde aquel momento, la tirantez fue creciendo entre la corriente del peronismo que asume la conducción de CFK y otros espacios que ven en Kicillof a un dirigente con capacidad de representación y proyección en las urnas: la divisoria de aguas llegó con una advertencia del diputado y líder de La Cámpora Máximo Kirchner en una entrevista con el periodista Jorge Rial: “Alguien que no puede decidir entre Quintela y Cristina me obliga a revaluar las cosas”.
En las últimas semanas hubo reproches explícitos y bajo cuerda, aparte del insistente reclamo por la ausencia de una definición de Kicillof en la puja entre Quintela y CFK. Reuniones que se habían planteado como secretas que fueron reveladas por una de las dos partes, chicanas por redes sociales, reclamos y réplicas por falta de obras de la provincia en el municipio de Lanús. También críticas cruzadas en entrevistas. Todo contribuyó a un clima de tensión extrema que, sin embargo, empezó a desescalar en las últimas jornadas. Acaso tras el fallo de Servini.
Un tuit del senador Eduardo “Wado” De Pedro, este sábado, simbolizó esta búsqueda de alivio. De Pedro negó haber tratado como “oportunista” a Kicillof, cuestionó a varios medios por hacer “una operación” y concluyó: “Ayer este proceso terminó y hoy tenemos que trabajar unidos”.
Por: Martín Piqué