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Javier Milei se quedó sin oposición dialoguista

El primer semestre de este año será recordado en el Congreso por la agotadora y extensa negociación de Javier Milei para sancionar las dos normas que consideraba centrales para cimentar su gestión: la ley ómnibus y la reforma fiscal.
El Presidente logró obtenerlas tras arduas gestiones en las que sólo excluyó a Unión por la Patria y a la izquierda. Al resto de las bancadas, desde ese momento, se las denominó «oposición dialoguista», una etiqueta para identificar a potenciales aliados. El lema de estas fuerzas fue que el Gobierno necesitaba herramientas para empezar su gestión y el Congreso debía dárselas.
No todos fueron lo mismo. El PRO se mantuvo como socio fiel hasta la eliminación de los fondos reservados de la SIDE. La UCR, Encuentro Federal, la Coalición Cívica y los partidos provinciales, en cambio, le marcaron la cancha al oficialismo con la reforma previsional y la ley de presupuesto universitario.
Pese a los esfuerzos de Milei, que hace un mes abrió una mesa en la Casa Rosada para sumar amigos, el dialogismo en el Congreso llegó a su fin. O al menos ya no es lo que fue.
Las primeras encuestas que marcaron una leve caída de la imagen presidencial fueron el caldo de cultivo de rebeliones legislativas que entorpecen la agenda oficial. Los líderes territoriales, gobiernen o no, son expertos en medir el pulso de su electorado y, en los últimos días -no antes-, se animaron a diferenciarse de Milei.
La letra definitiva del nuevo sistema de votación, la abultada lista de modificaciones reclamadas al Presupuesto 2025, la pelea por fondos a las universidades, los tropiezos en las reformas penales y el engorroso camino para privatizar Aerolíneas, son algunos de los síntomas de un cambio de época en el Congreso. Por si fuera poco, la interna libertaria no ayuda a unir las partes.

La reforma electoral de Javier Milei

Una mayoría de la Cámara de Diputados está decidida a sancionar el martes un proyecto para implementar el sistema de Boleta Única Papel (BUP). La curiosidad es que se cambiaría la manera de votar vigente desde el siglo XIX y, para definir el texto final, hay una discusión digna de aquellos tiempos entre bonaerenses y el resto del país.

La puja es transversal a los bloques y definirá si la boleta única tiene botón para elegir lista completa o habrá que marcar una cruz por cada categoría. En el Senado, la tilde general fue eliminada por pedido de los partidos provinciales, víctimas del arrastre de los candidatos presidenciales.

En Buenos Aires, de aplicarse la BUP sin lista completa, los comicios serían una aventura incierta porque los electores, por tradición, sólo identifican las puntas de las boletas: la nacional y la local; mientras que lo del medio es relleno. La segmentación de los comicios sería una invitación a Axel Kicillof a desdoblar la elección bonaerense de la nacional y convertir a la provincia en terruño peronista por siempre.

Karina Banfi (UCR), Silvia Lospennato (PRO) y Juan López (Coalición Cívica) gestionaron en sus bloques reescribir el botón de lista completa y creen tener la mayoría. Habían convencido al Gobierno, que en 2027 necesitará arrastrar con la figura de Milei. Pero luego, las negociaciones se empantanaron.

El miércoles, Martín Menem le dijo a los jefes radicales y al PRO que era un hecho la vuelta de esta opción y hasta hubo una reunión entre referentes de la comisión de Asuntos Constitucionales para escribir el nuevo articulado.

La irrupción de Weretilneck

La presión del gobernador de Río Negro, Alberto Weretilneck, obligó a Menem a cambiar de planes, aun cuando los partidos provinciales no tienen peso para el cuórum en Diputados.

En una reunión en el salón de honor de la cámara baja, la salteña Pamela Caletti, jefa del bloque Innovación Federal, increpó al riojano por su decisión de recuperar el botón de lista completa y lo obligó a consultar a Guillermo Francos, quien sin directivas claras de Miliei pidió sancionar lo que sea y en tal caso hacer correcciones en la reglamentación.

Aceptada la boleta única, este fin de semana hay una interna feroz en cada bloque por el futuro del botón de lista completa. No llegaría a resolverse en el plenario de comisiones del lunes y quedará como una definición en la votación del articulado.

La irrupción de Weretilneck -quien ya dio un mensaje al no sumarse al bloque de partidos provinciales del Senado- alentó en todas las bancadas el duelo Buenos Aires versus los demás distritos. El tema formó parte de la cumbre legislativa del PRO de este jueves. Con picardía, referentes de provincias chicas lo usaron como ejemplo de cómo el Gobierno los quiere arrastrar a sus derrotas. Los macristas bonaerenses se hicieron los distraídos.

En la UCR hubo fuertes cruces en los grupos de WhatsApp. Al jefe de la bancada, Rodrigo De Loredo, le gusta la ausencia de botón de lista completa. Se sumaron a su favor Martín Tetaz Julio Cobos. Banfi, que tiene de aliada a Carla Carrizo, está convencida de reunir sobrados votos para imponerse en el recinto. El dato que sobrevuela es que Unión por la Patria intercederá a favor del voto a lista completa.

La diputada Pamela Caletti (Innovación Federal).

Tiene sentido: en cualquier escenario, el peronismo llegará a 2027 con algún candidato presidencial que arrastre votos al resto de las categorías. La negociación está abierta e impidió avanzar con el debate de ficha limpia. Lospennato no tuvo tiempo para negociar el texto final.

Aerolíneas, blindada

La sesión del martes tendrá la aprobación con cambios de la ley antimafia, parte del paquete legislativo de la ministra Patricia Bullrich, quien hasta ahora sólo pudo sancionar el cambio de registro de datos genéticos que terminó empoderando a su par Mariano Cúneo Libarona y no a ella. Las iniciativas para bajar la edad de imputabilidad y habilitar la participación de las Fuerzas Armadas en seguridad interior siguen demoradas.

La sesión por boleta única postergó la continuidad del debate sobre la privatización de Aerolíneas Argentinas, que empezó el martes pasado y mostró el escenario hostil para el Gobierno en el Congreso.

La nueva época tiene con el ojo fino a los 16 miembros de Encuentro Federal, un variopinto bloque coordinado por Miguel Pichetto, que incluye a outsiders de orígenes diversos (Emilio MonzóNicolás MassotMargarita StolbizerRicardo López Murphy y Florencio Randazzo); socialistas de Santa Fe y referentes de gobiernos de Entre Ríos, Córdoba y Chubut.

Los más dialoguistas de este grupo ya no encuentran negocio en ayudar al Gobierno y se dejan llevar por los díscolos para embarrar la cancha. Con Aerolíneas Argentinas, coincidieron en pedirle al Gobierno que muestre lo que no tiene: un programa de venta, que no sea implosionar la empresa y liquidar los activos a precio de remate.

Los partidos provinciales también empezaron a medir a Milei. No perderán la conectividad con sus pueblos para que el Presidente ahorre plata y sus votantes los culpen por viajar en micro. Menos aún ofrecerán sus votos en Diputados para que la privatización quede congelada en el Senado, dónde el radical Pablo Blanco, socio de Unión por la Patria en este tema, dice tener 38 votos para blindar a la línea de bandera.

El tema Aerolíneas lo lleva el ministro Federico Sturzenegger, quien además prepara una ambicioso plan de desregulaciones, con la ley hojarascas como emblema. La tiene escrita: es un bodoque de cientos de páginas, que en su artículo inicial deroga 70 leyes. «Me hicieron esperar tres meses. Si mando dos carillas me van a matar», le dijo el ministro de Modernización a una comitiva de la UCR.

Universidades con dialoguistas

Los partidos provinciales, además, votarán en contra del eventual veto a la ley de presupuesto universitario que prepara Milei y sólo puede ser blindada en el recinto de Diputados con ayuda de la UCR.

Hasta hace un mes, el Presidente creía tener el número con el grupo violeta de la UCR, que públicamente le prometió pleitesía en este tema. Muchos de ellos ni siquiera votaron el proyecto cuando se trató en agosto. Pero la marcha universitaria del miércoles puede inhibir a los radicales con peluca y dejar a Milei contra las cuerdas: hasta ahora, ninguna cámara le rechazó un veto.

Danya Tavela, diputada de la UCR, que lidera la presión a Javier Milei por el presupuesto universitario.

En el PRO tomaron nota y le advirtieron a sus interlocutores del Gobierno que si no hay una lista con el tercio del recinto de Diputados asegurado para eliminar la ley, no pida ayuda. La fallida oferta salarial que la Casa Rosada le hizo a los docentes universitarios no es otra cosa que un intento desesperado para no reabrir el debate en el Congreso.

Por dogmático, Milei quedó encerrado: si cede y acepta indexar los salarios de las universidades a la inflación -como ya hizo con las jubilaciones- el resto del personal estatal le pedirá lo mismo. Y el ajuste libertario cierra con la licuación de sueldos públicos, sin excepción. Por si fuera poco, el Presidente quiere dejar los aportes a las universidades sujetos a revisión permanente. Es uno de los capítulos del Presupuesto 2025 que no pasa.

La cumbre legislativa del PRO tuvo además reproches a Milei por su acuerdo con la CGT para frenar la reforma a la ley de asociaciones sindicales, que promueve la UCR. El debate legislativo empezó hace un mes y, con discreción, Francos negoció el boicot al dictamen con el jefe del gremio de la construcción, Gerardo Martínez. Nunca se lo contó a los diputados macristas que lo visitaban cada lunes y tuvieron que emitir un comunicado para no quedar pegados a la maniobra.

A libro abierto

La ley de leyes empezará a debatirse el martes 8, con la visita de los secretarios Carlos Guberman (Hacienda) y Pablo Quirno (Finanzas) y un sinfín de reclamos de la ex-oposición dialoguista.

El ministro de Toto Caputo, que no dará la cara en el Congreso, dice que acepta todo menos sumar gastos, pero la UCR y el PRO ya pusieron el ojo en una vieja trampa que no le dejarán pasar: la subestimación de la recaudación de este año, para repartir excedentes a gusto.

“La recaudación debe equilibrarse con el nivel de gasto previsto”, dice el párrafo de un documento elaborado por los gobernadores radicales que se emitió esta semana.

En ese texto ratifican que no aceptarán recortes en educación, en fondos para las cajas previsionales y menos aún la eliminación de la movilidad de las asignaciones familiares. No descartan incorporar la suba del 8,1% a las jubilaciones retroactiva a abril, vetada en la reforma previsional. Todo un desafío fiscal.

Bloques legislativos del PRO.

Además de las trampas nominales, en el PRO advirtieron que Francos volvió a priorizar a los gobernadores peronistas en el reparto de fondos. Identificaron en la distribución libertaria más giros discrecionales a La Rioja, del opositor Ricardo Quintela, que a Entre Ríos, del dialoguista Rogelio Frigerio. Tampoco está incorporada la coparticipación a la Ciudad de Buenos Aires, administrada por Jorge Macri.

El resto de los bloques otrora dialoguistas reclamarán la eliminación de excepciones fiscales para sumar ingresos y repartirlos: Massot tiene un estudio detallado. El Gobierno no está ordenando el debate del presupuesto 2025 y juega a que salga lo que sea o no se trate, con la opción del veto o en tal caso de reconducir las partidas actuales.

El titular de la comisión de Presupuesto, José Luis Espert, mantiene una buena relación con el Presidente, pero no es del radar de Karina Milei, quien no tolera que se haya negado a sumarse a la campaña electoral. En el acto de este sábado en Parque Lezama quedó claro que la apuesta bonaerense de El Jefe ya no es el economista, sino el joven legislador Agustín Romo.

La casta judicial

En el Senado ya nadie habla de los pliegos de los candidatos a jueces de la Corte Ariel Lijo Manuel García-Mansilla: el Gobierno no juntó las firmas para los dictámenes porque no supo negociar con Unión por la Patria.

Lo intentó Santiago Caputo, a través del secretario de Justicia, Sebastián Amieiro, pero le faltó oficio para unir las partes del bloque peronista. Sus diálogos con Wado De Pedro se filtraron y arruinaron las gestiones.

Hábil, Cristina Fernández de Kirchner pidió silencio hasta que aparecieran ofertas concretas que aún no llegaron. Tal vez se demoren hasta después de las elecciones. Nadie está apurado. A la expresidenta, la ampliación de la Corte, una moneda de cambio que no descartan en la Casa Rosada, podría servirle para protegerse de eventuales decisiones que el máximo Tribunal deba tomar sobre sus causas judiciales. La propuesta formal nunca ocurrió.

Lijo está rendido. Sostiene que Cristina y Milei iniciaron un enfrentamiento público para legitimarse entre ambos que impedirá darle marco a un acuerdo por su pliego que, hace no mucho, parecía inminente. De mínima, el juez deberá esperar.

El debate por las vacantes judiciales en el Senado se abrirá con la posible llegada de una veintena de pliegos para cubrir vacantes judiciales. En el kirchnerismo hubo una cumbre de juristas que manejan estos temas en el Congreso para chequear quiénes serían y cómo actuar. La diputada Vanesa Siley tiene la misión de hacer una radiografía de cada propuesta.

Las posibles designaciones definirán el rumbo de Milei: así se sabrá con quién quiere asociarse para enfrentar a la casta judicial. Es la que suele marcar el destino de los presidentes. Nada menos.

Por Mauricio Cantando

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