El presidente Javier Milei acusó hoy a la ONU de estar integrada por «burócratas internacionales» que, en lugar de «perseguir la paz», buscan «imponer una agenda ideológica a sus miembros», al dar su primer mensaje ante la Asamblea General del organismo, en Nueva York.
En ese marco, anticipó que «la Argentina va a abandonar su posición histórica de neutralidad» y que a partir de ahora buscará ser «vanguardia en la lucha por la libertad», en disenso con «el Pacto del Futuro firmado el domingo», por lo que llamó a las «naciones del mundo libre» que compartan esa postura a acompañar al país en la elaboración de una «agenda de la libertad».
Milei hizo una breve alusión al reclamo por la soberanía de las Malvinas, al afirmar: «La ONU tampoco ha cumplido su misión de defender la soberanía territorial de sus integrantes, como sabemos los argentinos en relación con las Islas Malvinas».
También se quejó de la postura de Naciones Unidas ante Israel, al señalar que «en esta misma casa se ha votado sistemáticamente en contra del Estado que es el único país de Medio Oriente que defiende la democracia liberal».
«Quiero hacer una advertencia: estamos ante un fin de ciclo, el colectivismo y el postureo moral de la agenda ‘woke’ (progresista) han chocado ante la realidad y no tienen soluciones creíbles para ofrecer», sostuvo el mandatario argentino al criticar la Agenda 2030 impulsada por Naciones Unidas.
Al respecto, dijo que la ONU «se transformó en un Leviatán de múltiples tentáculos que pretende decidir no sólo qué debe hacer cada Estado-Nación sino también cómo deben vivir todos los ciudadanos del mundo».
En su discurso ante la 79° Asamblea de la ONU, Milei advirtió que su objetivo es «decirle al mundo lo que va a ocurrir» si las Naciones Unidas «continúa promoviendo las políticas colectivistas de la Agenda 2030», mientras que lamentó que se haya apartado de sus principios fundacionales, como «la cooperación de naciones en defensa de la libertad».
Para el mandatario, la Agenda 2030 «es un programa de gobierno supranacional de corte socialista que pretende resolver los problemas de la modernidad con soluciones que atentan contra la soberanía del Estado nación» y que «violenta el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de las personas».
«Si la Agenda 2030 fracasó, como reconocen sus promotores, lo que habría que preguntarse es si fue un programa mal concebido desde el inicio, aceptar esa realidad y cambiar el rumbo. No sepuede pretender persistir en el error redoblando la apuesta de unaagenda que ha fracasado», enfatizó.
E insistió: «Siempre ocurre lo mismo con las ideas que vienen de la izquierda. Diseñan un modelo acorde a lo que el ser humano debería ser, según ellos, y cuando los individuos libremente actúan de otra manera, no tienen mejor solución que restringir, reprimir y coartar su libertad».
Al respecto, Milei planteó que «la historia del mundo demuestra que la única manera de garantizar la prosperidad es limitando el poder del monarca, garantizando la igualdad ante la ley y defendiendo el derecho a la vida, la libertad y la propiedad de los individuos».
«Así estamos hoy, con una ONU impotente en brindar soluciones a los verdaderos conflictos globales, como la aberrante invasión rusa a Ucrania», lamentó.
«En esta misma casa que dice defender los derechos humanos, han permitido el ingreso, al Consejo de Derechos Humanos, a dictaduras sangrientas como la de Cuba y Venezuela, sin el más mínimo reproche. En esta misma casa que dice defender los derechos de las mujeres, permiten el ingreso, al Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, a países que castigan a sus mujeres por mostrar la piel», siguió en tono crítico.
En las horas previas a su discurso, Milei decidió quitar a la Argentina del Pacto del Futuro que firmaron varios países, entre ellos los occidentales como los Estados Unidos, y luego, en su mensaje, apuntó fuerte contra esa iniciativa, que contradice algunos pilares del ideario libertario.
Además resolvió esto como una estrategia de diferenciación y polarización en el ámbito internacional que le dio resultados en la política doméstica para llegar a la Presidencia.
Al iniciar su discurso, el Presidente había remarcado que «no es político» sino un «economista liberal libertario», afirmó que «jamás tuvo la ambición de hacer política» y que fue «honrado con el cargo de presidente frente al fracaso estrepitoso de más de un siglo de políticas colectivistas que destruyeron nuestro país».
Debajo del escenario escucharon al Presidente los miembros de la delegación que lo acompañan, entre ellos la canciller Daiana Mondino, el ministro de Economía, Luis Caputo, y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei.