«Atravesamos un deterioro en los planteles básicos por culpa del impuesto a las ganancias en los trabajadores de la salud, y ya nos están faltando médicos y médicas que cubran guardias», asegura Martín Latorraca, el médico clínico que se desempeña como secretario de Salud del municipio de Morón, y como director ejecutivo del Consejo de Salud de la Provincia de Buenos Aires (COSAPRO).
Cada vez son más los municipios bonaerenses de todos los signos políticos que se adhieren al proyecto de eximición de pago de ganancias en salud, que fue ideado por el diputado nacional de Unión por la Patria por la provincia de Buenos Aires, Daniel Gollan.
La iniciativa se presentó este jueves ante el Congreso, pero viene acumulando acompañamiento en varios concejos deliberantes bonaerenses, tanto oficialistas como de la oposición. Ya son 23 los que votaron la adhesión, tanto gobernados por UxP como Salliqueló como General Viamonte comandado por el radical Franco Flexas.
En este sentido, el texto del proyecto tieno como fin erradicar la falta de personal en los servicios de emergencias de salud, particularmente las guardias médicas, como consecuencia del retorno del impuesto a las ganancias para la cuarta categoría de los profesionales, técnicos y auxiliares de la salud.
Ocurre que muchos profesionales de la salud están en el límite entre pagar y no pagar el impuesto ganancias. Entonces, cuando hacer una guardia implica pasar ese límite de dinero, algunos profesionales no cobran por hacer esa guardia, y otros directamente no la hacen. «Es muy difícil dar una discusión, porque para un profesional también es muy complejo hacer una guardia, pero se encuentra en la dificil situación de decidir se hacerla o no, según cómo le impacte en el sueldo», advierte Latorraca.
«Esta situación nos mata y es algo constante, ya que por más que tengamos los planteles básicos de guardia cubiertos, siempre se necesitan profesionales porque existen licencias, vacaciones, y enfermedades, y eso alguien lo tiene que suplantar, pero están todos al borde porque ese ingreso extra se lo come el impuesto a la ganancias», explica el funcionario moronense.
La eximición del pago de impuestos a las ganancias por guardias obligatorias y horas extras a las y los profesionales de la salud ya había sido sancionada con la Ley 27.718, impulsada por el propio Gollan. Fue aprobada en 2023 y modificó este impuesto, pero el actual Gobierno nacional la derogó mediante la Ley Bases, ya que el retorno del impuesto a las ganancias retrocedió en el artículo referido a los trabajadores sanitarios, y generó que 1 millón de médicas y médicos vuelvan a pagar por guardias.
Por ese motivo, los secretarios y secretarias de salud de la provincia de Buenos Aires, propusieron que cada municipio se adhiriera al proyecto mediante su concejo deliberante, ya que en asamblea ordinaria, el COSAPRO consensuó y votó por unanimidad el documento en rechazo a la restitución del impuesto.
Sostener el plantel
En el congreso provincial de salud que se realizó en Mar del Plata, allá por marzo, la asamblea general del COSAPRO reunió a todos los secretarios y las secretarias de Salud de los 135 municipios bonaerenses. Según explica Latorraca, en ese momento ya existía la preocupación por la vuelta del impuesto a las ganancias, e incluso, en ese entonces, los funcionarios sanitarios enviaron una nota al Senado, tratando de evitar la restitución del impuesto porque «se da en un momento donde el sistema ya está al límite», tal cual advierte el secretario de Salud de Morón y director ejecutivo del COSAPRO.
Sucede que la preocupación principal de los secretarios municipales pasa por sostener los planteles básicos de las guardias y de los sistemas de emergencia, «situación que ya afecta fuertemente al sector privado». «Nos preocupa muchísimo la tensión que hay, y en ese sentido, la vuelta del impuesto a las ganancias es un problema grave», sostiene Latorraca. La asamblea general de COSAPRO se realiza a principio de año, y luego de reunirse, los 135 secretarios de Salud conforman una mesa ejecutiva, que está compuesta por dos representantes de cada una de las doce regiones sanitarias de Buenos Aires.
Esa mesa ejecutiva se reúne cada quince días de manera virtual, y según cuenta su director ejecutivo, «desde marzo venimos tratando el tema de recursos humanos». «Es una preocupación latente que tenemos todos los secretarios de salud, porque cuando aparece un impuesto más, en una situación económica está compleja como ésta donde baja el sueldo y el poder adquisitivo de los profesionales, todo se vuelve un caos», añade Latorraca.
Esta realidad golpea, sobre todo, a los municipios del interior de la provincia más grande del país, cuyos sistemas sanitarios están integrados por muchos profesionales que viajan desde otras localidades para cubrir las guardas. Germán Palmieri, secretario de Salud de Rojas, cuenta que su distrito adhirió al proyecto porque, si bien hay diferentes clínicas cercanas en Junín o Pergamino, el hospital Saturnino Unzué es el único efector de salud del partido de Rojas, «por lo que la mayor parte de la población acude al sistema público a pesar de tener prepaga u obra social», y «eso genera que el hospital deba tener guardias permanentemente», según cuenta el funcionario.
«Hacemos un esfuerzo enorme para que ningún día falten médicos, y si aún no tuvimos guardias descubiertas, es porque los funcionarios de la Salud nos ponemos el ambo y la hacemos, pero a futuro podemos llegar a tener ese déficit, porque los médicos viajan desde otras localidades, y entre lo que gastan en combustible y comida, si encima tributan ganancias, directamente prefieren ir a otro hospital», asegura Palmieri a este diario.
El hospital de Rojas mantiene dos médicos de guardia permanente por emergencias. Cuenta con una guardia médica, otra de ginecología obstetricia, una de rayos, otra de laboratorio, y «todas las especialidades básicas que necesita una persona que se encuentra en casos de urgencia», destaca Palmieri. Sin embargo, advierte que estar de guardia «implica estar 24 horas abocado a un servicio», y que muchas vecen son tranquilas, pero en otras ocasiones requieren mucho esfuerzo y trabajo. «La guardia, de por sí, no está correctamente valorizada, y si a eso se le suma que le tributarán ganancias y que a las tres guardias ya se transforma en impuesto a las ganancias, ahí estamos en un problema», sostiene el secretario de Salud.
Él, que es médico clínico, desarrolla sus tareas como médico de guardia de terapia intensiva y está especializado en gastroenterología. Sostiene a este diario que «cree que todos los municipios van a adherir» al proyecto de eximición, porque «al médico directamente no le conviene hacer una guardia si debe tributar ganancias». Al ser consultado sobre la unanimidad de los secretarios de Salud de los distintos partidos políticos, Palmieri resalta que «en salud no se ven tantas diferencias políticas como en otros temas». Él es médico desde 1996, y si bien asegura que «siempre se priorizó al ciudadano», resalta en este momento, con la coyuntura económica actual, «hay una mayor cantidad de gente que está necesitada y asiste al sistema de salud local».
Explotó la atención
A la compleja situación que atraviesa el sector sanitario público de los municipios, se le suma un factor determinante, que es que cada vez aumenta más la demanda. Latorraca cuenta que en Morón, en lo que va del año, «está incrementando el pedido de atención de población que dejó de tener obra social o prepaga». Explica el director ejecutivo del COSAPRO que en situaciones como el brote de dengue o la epidemia de bronquiolitis, «se sumaron a la atención nuevos vecinos y vecinas que habitualmente no venían», lo que genera que, si algún día falta alguno de los médicos de guardia, «todo recae en los tres que profesionales que quedan». Latorraca lamenta que la demanda «pareciera que no va a disminuir», ya que se ve en las clínicas y en las obras sociales «nos preocuparía muchísimo».
Según remarcan constantemente los profesionales, el ámbito de la salud está muy atravesada por los vaivenes sociales y económicos. Mucha población que antes accedía a los recursos sanitarios, ya sea un medicamento, una atención o un estudio, acuden al sistema público «por las medidas económicas que toma el Gobierno nacional», según el funcionario de Morón, que advierte que «hay muchas líneas que venían del Ministerio de Salud de Nación que se empiezan a enlentecer», y a pesar de que la cartera sanitaria nacional dice que esas líneas se están ‘revisando o mejorando’, «nosotros vemos que los procedimientos son cada vez más lentos», dice Latorraca, y cita un ejemplo: «Esto se ve claro con el RemediAr, que es un programa nacional que entrega medicamentos, y que si bien no desapareció, bajó la cantidad de productos que vienen en los botiquines, y cada centro de salud recibe prácticamente dos cajas de ibuprofeno».
Palmieri, de Rojas, asegura que «todos los secretarios de Salud coincidimos que, de mantenerse el impuesto a las ganancias, se resentirá la cobertura de las guardias». «La salud de los pacientes se verá resentida y no porque los médicos no querramos trabajar, si no que hay generaciones de médicos nuevos que tienen su vocación pero necesitan el refuerzo económico porque éste es su medio de vida», remarca el secretario de Salud, y sentencia: «Si se mantienen esas políticas a nivel nacional, los municipios se verán forzados a buscar algún recurso como para cubrir ese déficit que se va en ganancias, nada parece indicar cambios y eso concluirá en el malestar del ciudadano».
Chivilcoy, Colón, General Paz, General Rodríguez, Suipacha, Daireaux, Coronel Rosales, Pila, Salliqueló, Saavedra-Pigüe, Coronel Pringles, Mar Chiquita, Rivadavia, Monte Hermoso, General Las Heras, Tornquist, Villa Gesell, Luján, Las Flores, Leandro N. Alem, Chascomús, Rojas y General Viamonte son los municipios bonaerenses que, hasta el momento, aprobaron su adhesión.
Por otra parte, los distritos de Adolfo González Cháves, Giles, Olavarría, Baradero, La Plata, Morón, Castelli, Bahía Blanca, Villarino, Tres Arroyos, La Matanza, Navarro, 9 de Julio, Benito Juárez, General Pinto, General Guido, Carmen de Areco, Campana, Bolívar, Ayacucho, La Costa, General Madariaga, General Lavalle, Capitán Sarmiento, Lincoln, Salto y Avellaneda, presentaron el proyecto de adhesión, que está próximo a tratarse en comisión. Desde el ministerio de Salud bonaerense, remarcaron que «es indispensable que cada vez más municipios adhieran y acompañen este proyecto para asegurar un sistema de salud que cuide al pueblo en todos sus niveles de atención, y garantice los servicios necesarios para hacerlo».