Los ecuatorianos votaban el domingo para elegir al reemplazo del presidente Guillermo Lasso y una nueva Asamblea Nacional que saquen al país de una espiral de violencia y problemas económicos, tras una campaña ensombrecida por el asesinato de uno de los candidatos.
Los aspirantes a la presidencia se han comprometido a luchar contra el crimen y mejorar la economía, en medio de un fuerte aumento de la violencia que Lasso atribuye a los narcotraficantes, problemas de desempleo y aumento de la migración.
La seguridad ha ocupado un lugar central en la contienda desde el asesinato el 9 de agosto del periodista anticorrupción y exlegislador Fernando Villavicencio, quien fue baleado cuando salía de un acto de campaña en Quito.
Otros candidatos han denunciado ataques en su contra, aunque en varios casos la policía ha dicho que la violencia no estaba dirigida a los aspirantes.
Los votantes en Quito y Guayaquil dijeron que la seguridad era su principal demanda para el nuevo presidente.
«Lo primero es la seguridad y después la economía y el empleo. Sin seguridad no hay inversión, no hay empresas, no hay empleo», dijo la empleada pública Patricia Simbaña, quien sufragó en una escuela de Quito, donde Christian Zurita, el reemplazo de Villavicencio, emitió su voto en medio de una avalancha de periodistas y soldados fuertemente armados.
Simbaña dijo que votaría por el candidato a favor del mercado Otto Sonnenholzner, quien ha endurecido su discurso desde el asesinato de Villavicencio, prometiendo repetidamente que los delincuentes que usan la violencia recibirán un tiro por parte de la policía bajo su gobierno. «Ahora es necesario actuar con mano dura», agregó Simbaña.
Zurita prometió equipar mejor a la policía y consagrar protocolos de inteligencia para combatir el crimen, utilizando préstamos internacionales para apuntalar programas sociales. El nombre y la foto de Villavicencio aparecían en las papeletas, que fueron impresas antes de su asesinato.
En Guayaquil, donde el crimen se ha disparado en los últimos años, votó el candidato especialista en seguridad Jan Topic, quien dice ser miembro de la Legión Extranjera Francesa y se comprometió a resolver primero los problemas de seguridad.
«Sin seguridad no podemos vivir, no podemos hacer absolutamente nada», dijo María José Cabrera, estudiante de psicología de 24 años, quien también citó la necesidad de empleo para los jóvenes y la lucha contra la corrupción.
Luisa González, protegida del expresidente Rafael Correa, lideraba los sondeos de intención del voto antes de la muerte de Villavicencio. La candidata votó en la provincia de Manabí y pronosticó que la contienda se podría resolver en una sola vuelta.
Un candidato necesita obtener más del 50% de los votos válidos, o el 40% más 10 puntos por delante de su rival más cercano, para ganar una primera vuelta. De lo contrario, se llevará a cabo una segunda ronda el 15 de octubre.
González ha prometido utilizar 2.500 millones de dólares de las reservas internacionales para apuntalar la economía si es elegida y traer de vuelta los programas sociales implementados por Correa, quien ha sido condenado por corrupción, durante su década en el poder.
Problemas para votar
Su partido Revolución Ciudadana dijo en X, la red social anteriormente conocida como Twitter, que los ecuatorianos en el extranjero tenían problemas con la votación en línea. El sistema «presenta graves deficiencias, impidiendo que los ecuatorianos ejerzan su derecho al voto», destacó.
El Consejo Nacional Electoral (CNE) dijo en su propia publicación que el proceso en el exterior avanzaba y pidió paciencia a los electores mientras se procesa la información.
El líder indígena Yaku Pérez ha prometido revisar las concesiones mineras que incumplan con normas ambientales y sociales, y pedirá a los acreedores un respiro, mientras que Daniel Noboa, hijo del empresario bananero y excandidato presidencial Álvaro Noboa, ha ofrecido más fuentes de empleo.
El domingo los ecuatorianos también elegirán a los 137 miembros de la Asamblea Nacional y se pronunciarán en un plebiscito para suspender la explotación petrolera en la reserva amazónica del Yasuní y otro sólo en Quito para prohibir la actividad minera en un bosque cerca de la ciudad.
La votación es obligatoria para más de 13 millones de ecuatorianos entre 18 y 65 años, y las autoridades han dicho que cerca de 100.000 policías y militares vigilarán los lugares de votación.
Fuente: Reuters.