El nuevo salario mínimo recrudeció las diferencias internas en el oficialismo

La ministra de Trabajo le envió un misil al Gobernador Kicillof, a través de una respuesta a Wado De Pedro. Pablo Moyano dijo que fue penosa la discusión del Consejo del Salario y reiteró su apoyo para las sumas fijas que reclama el kirchnerismo, bajo el calor de la inflación

La respuesta de la ministra de Trabajo, Kelly Olmos, no fue protocolar: «Le digo a Wado de Pedro que el sector salarial más retrasado es el de los municipales de la Provincia de Buenos Aires. Ahí tienen que intervenir porque yo no tengo competencia y la PBA sí».
Un misil para el gobernador provincial Axel Kicillof y su ministro de Trabajo el sindicalista Walter Correa, defensor también de las sumas fijas. Y por elevación también al arco pleno del kirchnerismo, que propicia desde hace un año esa medicina reparadora de salarios.

Kelly Olmos, al igual que su antecesor Claudio Moroni, sostienen la tesitura «oficial» del FdT en materia de salarios. Desde el tsunami inflacionario de marzo 2022, abrazaron la dinámica de paritarias «con revisiones las veces que sean necesarias», en acuerdo con el núcleo dominante y dialoguista de la CGT y sobre todo la UIA. El estamento industrial sigue terciando con firmeza en cada discusión salarial. A tal punto que varios sindicalistas remarcaron que en la actualización de noviembre para el Salario Mínimo, la UIA discutió durante horas para que el monto no fuese de $70.000 y se fijara, como sucedió, en $69.500.

No habrá más penas ni olvido

Entre los cruces descriptos quien viene terciando con energía es el también triunviro cegetista Pablo Moyano, a favor de las sumas fijas o bonos. «Camioneros no lo va a reclamar, pero para aquellos gremios que no le pueden empatar y mucho menos superar a la inflación es necesario. Creo que es el momento, si hay aspiración de ganar las elecciones, de poner guita en el bolsillo de la gente».

A favor de las sumas fijas más paritarias viene expresándose también el adjunto de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, quien para esta oportunidad no solo reiteró postura sino que acotó «»El salario mínimo sigue siendo de indigencia y el Gobierno perdió una gran oportunidad de empezar a recuperar los ingresos de la población. Este fue el peor aumento otorgado en este ámbito y se pone en riesgo la paz social».

Por Luis Autalan

Fuente
BAENegocios

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