La oferta de inmuebles en alquiler es cada vez menor y la demanda crece, tambien en Bahía
Alquilar un departamento, una pequeña casa o un PH en la Ciudad de Buenos Aires o en lugares como La Plata, Córdoba, Rosario, Bahía Blanca, Mendoza o Salta se ha vuelto una misión casi imposible.
La ley de alquileres vigente generó una disminución de más del 30% de la oferta de inmuebles en alquileres tradicionales, es decir, con contratos por tres años. Además, el furor de los alquileres temporarios dolarizados (por día, semana o hasta tres meses), la necesidad habitacional de estudiantes, profesionales y trabajadores bajo relación de dependencia una vez finalizada la pandemia sanitaria, son factores ineludibles que de manera conjunta llevan a este grave contexto.
Los propietarios que decidieron dejar de alquilar sus inmuebles piensan que un contrato con un plazo mínimo de tres años, solo una actualización anual basada en un índice impuesto por el Estado y la registración obligatoria del contrato en AFIP, era un cóctel que no estaban dispuestos a afrontar. Por eso, se volcaron a poner su inmueble a la venta o destinarlo al mercado de alquileres temporarios.
Los pocos inmuebles que los propietarios ofrecen no llegan a publicarse ya que las inmobiliarias tienen pedidos pendientes de muchísimos clientes, por lo que simplemente se hace una visita única y en el mismo momento se toma la reserva del inmueble.
Un buen ejercicio para tomar conciencia de esto, es tratar de recordar cuanto tiempo hace que no se ve un cartel de ‘SE ALQUILA’ en un departamento. Otra posibilidad es ingresar a cualquier portal inmobiliario y buscar un departamento para alquilar y comunicarse con la inmobiliaria. Una chance es que le digan que ya se reservó y la otra es que le expliquen: «el día martes haremos una visita al inmueble y tenemos una lista de interesados en alquilarlo. Usted estaría en la posición número 12, si alguno de los candidatos precedentes lo reserva se suspende la visita, ya que tienen prioridad. Si igualmente le interesa, lo anoto». En esas visitas nunca se supera el candidato número tres.00
Soluciones
Mariano García Malbrán, presidente de CAMESI (Cámara de Empresas de Servicios Inmobiliarios), entiende que algunas soluciones a largo o mediano plazo son el lanzamiento de una línea de créditos hipotecarios para primera vivienda, con apoyo estatal y con el pago de una cuota sujeta al aumento salarial que tengan los tomadores del crédito durante el plazo del préstamo.
Otra es la modificación de la ley de alquileres, disminuyendo el plazo mínimo de alquiler a un año, liberando a que las partes pacten la actualización de común acuerdo tanto en el porcentaje de aumento como en los meses en los que se actualizará.
La tercera es la eximición de pago de impuestos y tasas a los propietarios que alquilen un inmueble de su propiedad y registren su contrato de alquiler en AFIP. Además, de la exención del pago de tasas e impuestos para los desarrolladores inmobiliarios que construyan edificios que sean destinados por un plazo de diez años a renta.
Por otra parte, el especialista también indica que el Estado debería adquirir inmuebles que se subasten por deudas fiscales como así también por herencias vacantes, poner en valor los mismos y alquilarlo a ciudadanos de bajos recursos.
«Las posibles soluciones inmediatas, son las que ya ocurren en otras capitales del mundo, como por ejemplo compartir grandes inmuebles entre diferentes familias o personas (coliving), o también que adultos mayores compartan su inmueble para vivir con otras personas y como contraprestación que estos brinden cuidados o soluciones que los propietarios no pueden afrontar, como así también colaboren con los costos y mantenimiento de la propiedad. Si todo esto no es posible, muchas personas deberán volver a su hogar familiar o tratar de encontrar algún inmueble para alquilar en zonas más alejadas de las ciudades y con menores servicios», agrega.