Durante la pandemia el margen bruto por hectárea en el campo creció para los principales cultivos exportables entre un 50 y un 70 por ciento medido en dólares. La única excepción fue el trigo que redujo un 20 por ciento sus márgenes respecto de mayo de 2020, de acuerdo con un informe de la Subsecretaría de Agricultura, que comenzó a relevar al sector. A partir de una disparada de los precios internacionales y un nivel de cosecha y rendimientos récord de los cultivos, los márgenes de los productores en la zona núcleo del país arrojaron una escalada histórica entre mayo de 2020 y diciembre de 2021, incluso tras una corrección a la baja que tuvieron esas ganancias en el último trimestre del año pasado en los cultivos por aumento de costos y arrendamiento.
Estos aumentos en los precios internacionales son los que traccionan en los costos internos del país atizando la inflación en alimentos, mientras que desde el sector más beligerante de la Mesa rota de Enlace llaman a ‘tractorazos’ para evitar medidas «confiscatorias».
En el sector insisten, ahora con lobby más marcado en el Congreso, en la eliminación de retenciones para los principales cultivos, mientras que el Ejecutivo se quedó sin dos de las leyes que requiere para subir la alícuota: la caída Ley de Solidaridad (venció el 31 de diciembre último) y el Presupuesto (rechazado por la oposición) en donde se renovaba la vigencia de la ley anteriormente mencionada. Mientras se analizan medidas alternativas, la ganancias del sector sigue subiendo.
En el Ministerio de Agricultura no habían quedado datos fidedignos del sector de la administración Cambiemos y mucha información hubo que recolectarla estos años. «Hasta ahora los rendimientos con los cuales nos movíamos era el que publicaba la Bolsa o Revista Márgenes«, señaló un funcionario del equipo de Julián Domínguez.
La publicación a la que se hace referencia es una que este medio suele consultar por ser de consumo interno del sector, donde se dan detalles de los rendimientos. Estos, incluso en esa publicación, venía marcando niveles de márgenes altísimos. Ahora Agricultura lanzó su propio relevamiento, con un equipo de 40 inspectores y analistas. «Las cifras no son muy distintas pero ahora están homogeneizadas», agregan.
Márgenes sin límites
El sector agroexportador no sólo no fue afectado por la pandemia sino que el mayor consumo de alimentos y la debilidad del dólar producto de la mega emisión de Estados Unidos impulsaron sus precios internacional, la actividad y las ganancias.
De acuerdo con el relevamiento de la Subsecretaría de Agricultura, el maíz incrementó su margen bruto por hectárea medido en dólares un 64% entre mayo de 2020 y diciembre último, pasando de 396.35 a 652,80 dólares. Para la soja de primera aumentó su margen antes de impuestos en 51 por ciento (de 468,84 a 711,40 dólares) o en 70 por ciento si se trata de soja de segunda (de 267,39 a 455,30 dólares). El trigo redujo su margen en 20 por ciento de 303,50 a 242,1 dólares en el período. Los valores corresponden a la zona núcleo.
«Los gastos de comercialización y cosecha representan en promedio el 22,9 por ciento de los gastos totales, con valores entre 14 y 27,9 por ciento. El arrendamiento representa en promedio el 39,2 por ciento de los gastos totales, con valores entre 31,5 por ciento y 51,9 por ciento», señala el informe oficial que por primera vez lo publica Agricultura al público.
El precio del arrendamiento se estima en quintales por hectárea de soja, en la moneda más habitual, según las zonas de producción y se convierte a u$s/ha. El rendimiento de indiferencia (producción que cubriría los costos totales del cultivo por unidad de superficie, incluyendo la comercialización y la cosecha) promedio para el margen neto en campo propio es 57,7 por ciento, con mínimo de 41,3 por ciento y máximo de 78,4por ciento sobre rinde logrado.
Los costos del sector se reparten en promedio entre labores (9,5 por ciento), semillas (7,4 por ciento), agroquímicos (11,3 por ciento), fertilizantes (15,4 por ciento) y arrendamiento (27 por ciento). En las zonas donde se realiza el doble cultivo trigo/soja de segunda o cebada/soja de segunda y la relación de superficie sembrada es superior al 70 por ciento, los gastos indirectos y el arrendamiento se reparten a la mitad entre los dos cultivos.
Respecto de septiembre previo (de 2021), anterior medición, en el caso de los ingresos, el precio de los granos es un 5,1 por ciento mejor en diciembre de 2021 (4,2 por ciento trigo, 6,4 por ciento maíz, 3,9 por ciento soja, 1,2 por ciento girasol, 8,6 por ciento sorgo, 6,5 por ciento cebada).
Los gastos aumentaron su participación en los costos totales: fertilizantes, 4,7 por ciento; agroquímicos, 0,8 por ciento. Disminuyeron su participación: comercialización y cosecha, -3 por ciento; arrendamientos, -0,9 por ciento; semillas, -0,9 por ciento y labores, -0,6 por ciento. «Los arrendamientos subieron en dólares por hectárea al subir el precio de la soja un 3,9 por ciento y mantener los mismos kilogramos de soja/ha de arrendamiento», aclara el informe de Agricultura.
Como resultado, el margen bruto promedio de diciembre 2021 de todos los cultivos, para todas las regiones, es inferior en 32 dólares por hectárea respecto al margen bruto de septiembre 2021, aunque desde mayo del 2020 acumule un alza de hasta el 60-70 por ciento como en el caso de la soja.
Exhibieron menor margen bruto respecto de septiembre 2021: trigo/soja, con -50 dólares por hectárea; soja de segunda, con -44 dólares por hectárea; trigo, con -32 dólares por hectárea y maíz, con -13 dólares por hectárea. Tuvieron mejor margen bruto que en septiembre 2021: cebada, con 5 dólares por hectárea y la soja de primera, con 12 dólares por hectárea de aumento.
Por: CRISTIAN CARRILLO