El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, buscará «proteger la unidad» de Juntos por el Cambio después de las tensiones internas registradas a partir de las elecciones legislativas, en particular luego de que la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, reconociera que la alianza opositora no consiguió superar el 50% de los votos que esperaba en CABA con la lista encabezada por María Eugenia Vidal.
Fuentes cercanas al jefe de gobierno, de todas formas, relativizaron el enfrentamiento con Bullrich, al asegurar que «ella es una cosa en los medios y otra en la intimidad», pese a que la exministra de Seguridad dijo que «la expectativa» que tenían en el distrito era exceder el 50% mientras que los resultados alcanzados por Vidal fueron del 47%.
Además, desde el entorno de Larreta remarcaron que el jefe de gobierno «jamás respondió» los cuestionamientos internos y que mantendrá esa postura, tras lo cual adelantaron que en la etapa que viene priorizará su relación con los dirigentes de JxC que considera más cercanos, sobre todo el senador Martín Lousteau, con quien se reunió en los últimos días para evaluar el escenario tras los comicios.
En una semana en la que combinó los encuentros políticos con el reenfoque de la gestión porteña, Larreta afrontó duras críticas por el desempeño de la Policía de la Ciudad tras el asesinato del adolescente Lucas González por parte de tres efectivos de la fuerza de seguridad porteña en el barrio de Barracas en un caso de gatillo fácil.
El día del crimen del joven jugador de fútbol, el alcalde porteño envió un mensaje a través de su cuenta en la red social Twitter en el que sostuvo que la muerte de Lucas era «una pérdida irreparable», por la cual se sentía «profundamente dolido» y hacía llegar su «más sentido pésame a sus padres, familia y amigos».
«Seremos inflexibles con los policías que actúen fuera de la ley», agregaba el único pronunciamiento que se conoció al respecto, difundido el jueves, mientras que este sábado los tres policías involucrados en el homicidio se entregaron y quedaron detenidos a la espera de la indagatoria.
En cuanto a sus movimientos de corto plazo, el jefe comunal tiene previsto volver a poner el foco en la gestión de la Ciudad, a la que pretende «reforzar», con la incorporación de nuevos funcionarios, anticiparon las fuentes.
En los próximos días, Larreta se reunirá con el intendente de Vicente López, Jorge Macri, para definir si lo suma al Gabinete como ministro de Gobierno; también está prevista la llegada al Ejecutivo porteño de dos legisladores de CABA que finalizan su mandato en diciembre: Agustín Forchieri, cercano a Diego Santilli, y Juan Francisco Nosiglia, de UCR-Evolución, espacio de Lousteau, quien además es hijo del histórico dirigente Enrique «Coti» Nosiglia.
Desde el Gobierno porteño admitieron a Télam que el desembarco de los nuevos funcionarios responderá a la necesidad de ajustar algunos puntos de la gestión que «no estuvieron a la altura» durante los últimos meses y tras los resultados electorales del domingo 14.
Además, Larreta tiene planificada una visita a Madrid el fin de semana próximo para participar de un encuentro de alcaldes de capitales iberoamericanas como parte de su agenda internacional que tiene como antecedente el viaje que hizo antes de las elecciones a Estados Unidos.
Tras el regreso del jefe de gobierno a Buenos Aires, el oficialismo porteño avanzará en la aprobación en la Legislatura de dos leyes que generaron polémica por el rechazo de grupos vecinales, organizaciones ambientalistas y representantes de la oposición local.
Se trata de la habilitación de un barrio náutico en el predio de Costa Salguero y el permiso para levantar torres de 45 pisos en la Costanera Sur, en las tierras que formaron parte de la exciudad deportiva del club Boca Juniors, antes del recambio parlamentario del 10 de diciembre.
«Horacio vuelve ahora a ser el intendente», resumió a Télam un referente de JxC en la Legislatura para describir la estrategia que tendrá Larreta tras su activa participación en la campaña nacional, que incluyó visitas a varias provincias.
El alcalde instruyó a sus ministros para que salgan a «revalorizar» al vecino que votó a JxC, con el objetivo de contar con una «carta de presentación» hacia el resto del país basada en la gestión en la Ciudad de Buenos Aires.
En ese sentido, desde el entorno de Larreta indicaron que su posicionamiento nacional fue impulsado por el manejo de la gestión en temas como la pandemia del coronavirus y la apertura de las escuelas, un eje que lo llevó a presentar un recurso ante la Corte Suprema.
Sin embargo, esta semana anunció un paquete de aumentos que rondan entre un 45% y un 50% en el valor de las tarifas del taxi, el peaje en las autopistas porteñas, el estacionamiento medido y la realización de la Verificación Técnica Vehicular (VTV), que derivó en una ola de críticas de asociaciones de consumidores y usuarios, como también de las fuerzas de oposición.
Además, en el proyecto del Presupuesto 2022, presentado en la Legislatura el miércoles, se incluyó una indexación por inflación de la tasa del impuesto de Alumbrado Barrido y Limpieza y la de Patentes.
Durante el debate en la Comisión de Presupuesto, el legislador porteño Juan Manuel Valdés (Frente de Todos) advirtió que se está «ante un nuevo hecho de manipulación de la opinión pública», ya que «el jefe de gobierno utilizó la campaña electoral para decir que había que bajar los impuestos y ahora su administración viene aumentando impuestos y creando nuevos».
Por su parte, su colega de bancada Matías Barroetaveña (FdT) calificó la medida de la administración local como un «impuestazo», no sólo por los aumentos de las tarifas para los cuales el gobierno de CABA convocó a audiencias públicas, sino porque el proyecto de presupuesto «sigue aplicando la indexación del ABL con aumentos automáticos, mensuales, a la par de la inflación», lo que «provoca una espiralización de la inflación».
Barroetaveña alertó asimismo que en el proyecto de presupuesto para la Ciudad «sigue vigente el impuesto al consumo con tarjeta que se había planteado para la pandemia», en referencia al cargo adicional de 1,2% en los consumos con plástico.