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Una vaca muerta ecológico para generar 50 mil empleos

La conferencia de cambio climático de la ONU en Glasgow, COP26, es el escenario del anuncio en energía limpia más importante de la historia argentina, que significará una inversión por 8.400 millones de dólares, inédita para el país en las últimas décadas, y la creación de 15 mil puestos de trabajo directos y más de 40 mil indirectos en los próximos siete años. Alberto Fernández se reunió aquí con empresarios de la firma australiana Fortescue Future Industries (FFI), que realizará el desembolso para instalar una planta en la provincia de Río Negro destinada a la producción y exportación de hidrógeno verde.

“El hidrógeno verde es uno de los combustibles del futuro y nos llena de orgullo que sea la Argentina uno de los países de vanguardia de la transición ecológica”, sostuvo el presidente argentino en su encuentro con Andrew Forrest, presidente de FFI y otros ejecutivos de la compañía. “En poco tiempo nuestro país podrá convertirse en uno de los proveedores mundiales de este combustible que va a permitir reducir drásticamente las emisiones de carbono en el mundo”, agregó Fernández, que estuvo acompañado por el canciller Santiago Cafiero y el ministro de Desarrollo Social, Matías Kulfas.

Forrest, en tanto, dijo: “Estamos listos para invertir en la Argentina, somos una empresa de energía de punta que contrata gente y capacita gente y eso es lo que queremos hacer en su país. Estamos acá para que la Argentina sea líder mundial en energía renovable y para que sea exportadora”. También destacó los “valores sociales y ambientales” de la empresa, entre los que mencionó “la presencia femenina” y “el respeto por las comunidades en las que se desarrolla” su actividad. El australiano estuvo escoltado por el presidente para la región, el ex Puma Agustín Pichot.

FFI había firmado, hace un año, un acuerdo con Kulfas y la gobernadora de Río Negro, Arabela Carreras, para explorar la posibilidad de realizar en la localidad de Sierra Grande una planta con la capacidad de producir hasta 20 mil toneladas por día de ese combustible, destinado enteramente al mercado internacional. Finalmente, en las últimas semanas se tomó la decisión de avanzar con ese proyecto a partir de la firma de un contrato para proveer de energía limpia a todo el sistema de transporte público de la ciudad de Londres.

De acuerdo a los precios internacionales que tiene el hidrógeno verde por estos días, entre 8 y 10 euros por kilo, cuando la planta esté funcionando plenamente podría generar exportaciones por 30 mil millones de dólares al año, una cifra similar a lo que se proyecta para el yacimiento de Vaca Muerta. Aunque se espera que ese precio descienda para hacerlo más competitivo, las cantidades compensarían el retroceso. Además, se construirán parques eólicos en la provincia de Chubut y una planta solar en el noroeste argentino, que brindarán la energía necesaria para la planta.

El hidrógeno verde es considerada una de las energías del futuro por su alto potencial para descarbonizar las estructuras productivas, especialmente las que usan energía de manera intensiva como el transporte aéreo y naval y la construcción, uno de los procesos con mayor impacto en la lucha contra el cambio climático. Se lo conoce como hidrógeno verde no solamente porque resulta menos contaminante que los combustibles fósiles sino porque toda la energía utilizada para producirlo proviene de fuentes renovables, como el viento o la luz solar.

Se espera que el proyecto genere, en una primera etapa, unas cuatro mil fuentes de trabajo directas, aunque el número final, en un plazo de nueve o diez años, se proyecta en quince mil. Si se tienen en cuenta los empleos que demande de forma indirecta a proveedores, la cifra escala a más de 40 mil. Entre 2022 y 2024 se invertirán 1200 millones de dólares para ratificar el potencial de la zona, y la primera etapa productiva, en el lustro siguiente, requerirá el desembolso de otros 7200 millones. Todo lo producido se dedicará al mercado internacional.

De esta manera, señalan en el gobierno, la inversión contribuirá en el desarrollo federal, además de generar divisas, mientras contribuye para reducir el impacto ambiental de la industria en el país y en todo el mundo, lo que va en línea con los expuesto por Fernández ante el G20 y que repetirá mañana en este foro. El objetivo es convertir a la provincia de Río Negro en un polo mundial exportador de hidrógeno, con la capacidad de producir 2,2 millones de toneladas anuales de combustible, el equivalente al 10% del consumo energético anual de Alemania, por poner un ejemplo.

Por:  NICOLÁS LANTOS

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