En las últimas semanas la brecha entre el dólar oficial y el financiero se amplió, al igual que el nivel de operaciones, pese a que el volumen se había desplomado luego de que en agosto se les exigió contar con cuentas en el exterior a quienes quisieran hacer contado con liquidación. Esta semana, la Comisión Nacional de Valores (CNV) dispuso una serie de medidas para desarmar el rulo cambiario y facilitarle al Banco Central la intervención en el mercado sin que le sea tan costoso como hasta ahora.
Fuentes de la CNV ratificaron que la medida no afecta la dolarización de ahorristas, quienes podrán seguir comprando bonos en para pasarse al billete verde hasta 20.000 dólares semanales. En caso de que quieran cambiar esos bonos que actualmente el Central mantiene en la zona de 173 pesos y hacer una diferencia, deberán esperar 30 días.
Para entender la medida es necesario comprender lo que estaba ocurriendo en el mercado, que nada tiene que ver con un proceso de demanda genuina de dólares. Una operación de contado con liquidación para dolarizarse implica la compra de un bono o acción en pesos para luego venderlo en el exterior en moneda extranjera. Listo. Ahí termina. La operación inversa es para pesificarse. Suele utilizarse para traer dólares y obtener un tipo de cambio mayor (más pesos).
Un freno al rulo de comprar dólares
Lo que estaba sucediendo con el rulo no era eso. Para reducir la brecha con el oficial, el Central interviene vendiendo bonos para bajar el costo de ese arbitraje, lo que favorece como alternativa de compra de divisas a los ahorristas. Sin embargo, habían crecido mucho, en la previa de las PASO y se mantienen hasta ahora, los arbitrajes de los que le compraban el AL30 (El Bonar 2030), el bono más operado de la Bolsa, a 173 pesos a los que lo mantiene el Banco Central.
Luego usaban esos dólares para volver a pesificarse, ya sea en el Senebi –negociación bilateral– o en rueda normal (por pantalla, PPT), con otros instrumentos más caros que elevan la cotización. De tal forma cambiaban los dólares adquiridos a 173 pesos a un valor mayor. Ese mayor precio se lo daba su baja liquidez.
«Esta semana hubo una operación con una acción ilíquida para dolarizarse a 230 pesos, cuando se puede hacer con el AL30 por 173 que te abastece el Central. Esa es una operación testimonial para los medios. Para hacer ruido. Estamos en campaña. No hay dudas», reconoció un operador bursátil.
Mantener el contado con liquidación en torno a los 173 pesos al Central le está saliendo carísimo. «El problema es que el AL30 es un bono pensado para que los ahorristas pueden comprar un poco más del límite de los 200 dólares de cupo en el mercado oficial, pero terminaba siendo demandado fuertemente por especuladores financieros», explicó a El Destape una fuente de la CNV. «Este es un golpe a la especulación para un universo de 10.000 o 15.000 personas que tienen liquidez en pesos y hacían este rulo, no para dolarizarse y atesorar, sino para obtener ventaja de la intervención del BCRA diaria con el diferencial de bono», agregó.
También existen operaciones que se inician en el exterior. Se venden los dólares al que hizo contado con liquidación para dolarizarse con un bono o acción, como YPF o el Galicia a 198 pesos, y después adquieren el AL30 para obtener la divisa a 173 pesos. La clave es desarmar los arbitrajes que estaba generando una sobredemanda que le estaba costando caro al Central.
Para el ahorrista: siga, siga
Con las nuevas medidas, el bono AL30 va a quedar exclusivamente a disposición de los ahorristas y clase media, que van a poder comprar 20.000 dólares por semana al precio de 173 que le imprime en el precio con su intervención del BCRA. Sin embargo, si ese ahorrista quiere hacer un arbitraje y cruzarse a otro instrumento, va a tener que esperar 30 días. La CNV estableció que sólo podrán cursar órdenes de estos activos en moneda extranjera si cumplen con dos requisitos que podrían resumirse, no haber hecho contado con liquidación un mes calendario antes y comprometerse a no hacerlo un mes después. Básicamente, se podrán subirse al rulo una vez cada 30 días.
Por otro lado, la entidad eliminó las restricciones para la venta de valores negociables denominados en dólares y emitidos bajo ley extranjera con liquidación en moneda extranjera. Para inversores, esto significa que puede volverse a utilizar sin límite el GD30 (Global 30) bajo ley extranjera para hacer contado con liquidación en el exterior. Hasta este martes había un cupo de 50.000 unidades por mes.
Esta medida se liberó por dos razones. Por un lado, la restricción se había vuelto poco eficaz luego de que se exigió a quienes operaban en este mercado tener cuenta en el exterior. Eso desplomó el volumen de operaciones. La contracara era que le quitaba liquidez al mercado y los que estaban haciendo contado con liquidación con cuenta afuera del país, los grandes jugadores, hacían el arbitraje con cualquier instrumento. De esa forma, fijaban valores de referencia altos con escaso volumen operado por se tratan de instrumentos poco líquidos.
Ahora se libera y se puede hacer con cuenta afuera, más los dos días de parking. Pero se libera el cupo. «Eso va a generar el que GD30 vuelva a ser una referencia para el contado con liquidación», se entusiasman en el equipo económico, lo que, además, permitiría «abaratar a los demás tipos de cambios paralelos». El GD30 es un bono que el Central tiene reservas en stock. con lo cual, si eventualmente el BCRA requiriera utilizarlos para intervenir en el precio, lo puede hacer.
Por: CRISTIAN CARRILLO