Independiente empató este lunes por la noche como local con Gimnasia y Esgrima La Plata 1 a 1 por la 15ta. fecha del campeonato de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) en la jornada que marcó el regreso del público al estadio Libertadores de América y con este punto quedó a nueve unidades del líder, River Plate, en la séptima colocación.
Por su parte los platenses, dirigidos por Néstor Gorosito, están decimoquintos en las posiciones y vigésimos en la tabla de promedios del descenso, vale decir sin aspiraciones de entrar a una copa internacional y sin demasiado riesgo respecto de lo que ocurrirá el año próximo con los descensos.
En cambio Independiente está octavo en la Tabla Anual y por el momento se está clasificando para la Copa Sudamericana 2022, aunque cada vez más lejos de la Libertadores.
El partido de este lunes entre los de Julio Falcioni y «Pipo» Gorosito fue más peleado que jugado, con acciones discretas, y dentro de ese panorama Gimnasia se animó a partir del cuarto de hora con el manejo del balón que oficiaban en la mitad de la cancha Carlos Insaurralde y Brahian Aleman.
Sus habilitaciones para Johan Carbonero (su acompañante en el ataque ‘tripero’, Nicolás Contín, estuvo menos de 10 minutos en el campo por una aparentemente severa lesión) complicaban de manera continuada a la defensa «roja».
Y sobre el epílogo de la etapa llegaron las emociones a través de los goles del mencionado Carbonero y Silvio Romero, que recibió una buena asistencia de Fabián Bustos.
En la segunda mitad el equilibrio fue el patrón de su desarrollo, y aunque los visitantes se insinuaron ligeramente superiores en esa etapa, el local tuvo la chance más clara con un cabezazo de Sergio Barreto.
Las posturas de lucha y fricción que ambos propusieron fueron complicadas por un flojo desempeño del juez Germán Delfino, justo en el Día del Árbitro.
En cuanto al retorno del público, en las cabeceras donde van los socios hubo un 85 por ciento de ocupación en la zonas de las bajas Pavoni y Santoro, y las altas estuvieron a un 50% en la Arsenio Erico y Ricardo Bochini, algo parecido al resto del fútbol argentino, pero en los sectores populares la asistencia se observaba mayor.
De las dos fracciones de la barra, la más oficialista de César Rodríguez «Loquillo» llamada los «Dueños de Avellaneda», dominó la zona respecto de la de «Somos Nosotros» de Pablo «Bebote» Álvarez, y éste estuvo en un local de comidas rápidas de su propiedad, lindero al estadio, según pudo presenciar Télam, pidiéndole a la gente que ingresaba por la entrada principal que no votaran al actual titular, Hugo Moyano, en las elecciones de diciembre.
Pero en ningún momento hubo manifestaciones políticas dentro del estadio, donde los hinchas que ocuparon el sesenta por ciento de las instalaciones se dedicaron a darles las bienvenida con especial énfasis al director técnico «rojo», Julio Falcioni, y al arquero uruguayo Sebastián Sosa.
Recién en la conclusión del encuentro y a la luz de otra frustrante paridad como la de la fecha anterior ante Vélez Sarsfield en Liniers, cuando el «rojo» ganaba por 3 a 1 y el local se lo igualó 3 a 3 en tiempo de descuento, cayeron algunos insultos contra la comisión directiva.
Pero los enfrentamientos que se temían después de los sucedidos en los últimos días frente a la sede social solamente quedaron en eso: en temores esta vez infundados. El fútbol de adentro esta vez se llevó la mayor atención, evidentemente porque se extrañaba demasiado.
Por Eduardo Martínez