El seleccionado argentino de futsal derrotó hoy por primera vez en un Mundial a Brasil, ganador de cinco de las nueve ediciones, por 2-1 en la semifinal, y el domingo buscará ser bicampeón en Lituania.
Con goles de Constantino Vaporaki (11m. PT) y Cristian Borruto (13m. PT), y con el arquero Nicolás Sarmiento como figura, el equipo nacional revalidará el título logrado hace cinco años en Colombia contra Portugal o Kazakistán (juegan mañana) el próximo domingo a las 14.
Brasil descontó a través de Ferrao (17m. PT), el goleador del torneo, pero por segundo Mundial consecutivo se quedó sin la posibilidad de alcanzar el hexacampeonato ya que no pudo superar a la férrea defensa «albiceleste».
El equipo dirigido por Matías Lucuix hizo la diferencia en el primer tiempo con los goles del fueguino «Kiki» Vaporaki y «Titi» Borruto y la pudo sostener con una nueva gran defensa comandada por el arquero Sarmiento.
Este fue el primer triunfo de Argentina en el clásico contra Brasil en el marco de un Mundial luego de seis enfrentamientos y el segundo consecutivo de importancia, ya que en febrero del año pasado le ganó la final de las Eliminatorias sudamericanas en su propia casa.
La primera semifinal del Mundial de Lituania se presentaba como una final anticipada, ya que se enfrentaban el vigente campeón, Argentina, con el pentacampeón, Brasil, en el marco del clásico más importante de Sudamérica.
Desde el comienzo se dio el partido que se imaginaba, porque Brasil salió decidido a atacar y Argentina se plantó en defensa a la espera de sus oportunidades.
En los primeros cinco minutos, Sarmiento empezó a construir su figura porque sacó dos pelotas importantes y sufrió un tiro en el palo.
Como había adelantado el DT Lucuix, el equipo tenía que saber sufrir y después de pasar el vendaval brasileño se acomodó en el partido.
El primer aviso fue después de una buena presión de Alan Brandi que quedó mano a mano pero llegó forzado a definir y después el capitán Leandro Cuzzolino exigió al arquero Guitta con un potente tiro libre.
A los 11 minutos y justo después del tiempo pedido por Lucuix, Argentina abrió el marcador luego de una buena acción individual de Cristian Borruto que sacó un remate que encontró a «Kiki» Vaporaki en el segundo palo solo para empujarla.
Brasil reaccionó rápido y volvió a poner a prueba a «Nico» Sarmiento que se convertía cada vez más en un muralla invencible para los talentosos jugadores rivales.
Dos minutos después, a los 13′, el campeón del Mundo armó otra buena jugada colectiva de salida con un pelotazo largo de Vaporaki a la espalda de la defensa brasileña para Maximiliano Rescia, quien cedió para el medio para la entrada de Borruto para el 2-0.
Cuarto gol en el torneo para el máximo anotador de Argentina en los Mundiales (jugó las últimas cuatro ediciones) y merecido grito luego de haber fabricado el primero del equipo.
Pura contundencia de Argentina en ataque y máxima concentración en defensa para anular los ataques incesantes de Brasil.
El pentacampeón descontó a los 17 después de una buena jugada preparada luego de un tiro de esquina que concretó Ferrao, el goleador del Mundial con ocho goles.
En el segundo tiempo, el trámite empezó igual ya que en una de las primeras jugadas Sarmiento volvió a sacar un remate clave.
Brasil atacó como en el primer tiempo pero sin tanto peligro que en el primero pero cuando pudo sortear la marea de piernas de Argentina se encontró con las manos y la seguridad de Sarmiento.
A ocho minutos para el final, ambos equipos llegaron a la quinta falta y eso le dio un condimento más al partido ya que con una más iban a tener la posibilidad de ejecutar un tiro libre directo sin barrera.
En la parte final surgió la esencia del equipo argentino ya que con a base de un esfuerzo físico gigante le tapó todos los caminos a Brasil que ni con el arquero jugador pudo conseguir el empate.
Los minutos finales fueron dramáticos pero Argentina no se salió de su libreto y sostuvo la diferencia con una gran disciplina táctica y coraje.
Como sucedió en Colombia hace cinco años, el seleccionado llegó a la final del Mundial con un camino perfecto ya que en fase de grupos venció a Estados Unidos, Serbia e Irán, en octavos a Paraguay y en cuartos eliminó por penales a Rusia, último subcampeón.