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Arranca la campaña electoral en Chile con siete candidatos y un resultado incierto

En medio de una contexto político incierto y con los efectos aún muy frescos de una crisis sanitaria y social, Chile comenzó este miércoles oficialmente la campaña rumbo a las elecciones del 21 de noviembre, en las que siete candidatos comenzarán a debatir los grandes temas de la contingencia nacional: un mayor acceso al sistema de salud y de educación, mejorar el sistema de pensiones y responder a las reivindicaciones sociales de los últimos años.

Las siete candidatos confirmados son: Gabriel Boric, de la coalición de izquierda Apruebo Dignidad; Sebastián Sichel de la alianza oficialista Chile Podemos Más; Yasna Provoste del frente de la exConcertación ahora llamado Nuevo Pacto Social; José Antonio Kast del pinochetista Partido Republicano; Marco Enríquez-Ominami de la fuerza de la centroizquierda PRO; Franco Parisi de la fuerza de derecha Partido de la Gente, y Eduardo Artés del partido de izquierda Unión Patriótica de Chile.

Todo indica que el sucesor del presidente Sebastián Piñera se definirá en una segunda vuelta por lo que la clave es quiénes serán los dos candidatos que lleguen primero, aún si quedan muy lejos de la mayoría.

Los candidatos

Boric, el más joven es uno de los ganadores de las primarias de julio pasado, tiene 35 años, es diputado de la fuerza Convergencia Social y, tras vencer al comunista Daniel Jadue en las urnas con el 60% de los votos, se ubicó primero con la primera minoría en los sondeos.

Su competencia más directa será la expresidenta del Senado y dirigente democristiana Provoste, de 51 años, una figura que llega un tanto debilitada porque los partidos de la tradicional centro-izquierda que gobernó el país durante décadas tras la vuelta a la democracia no pudieron ponerse de acuerdo para realizar su primaria junto con el resto del espectro partidario.

Cuando finalmente votaron en una interna extraoficial, ganó con más del 60% de los votos, pero con una participación mucho menor a las de julio.

El oficialismo de Piñera, en cambio, logró la unidad desde el inicio y eligió a Sichel con un cómodo 49% en la primaria.

Sichel es un abogado de 44 años que fue ministro de Desarrollo Social y Familia y luego Piñera lo designó al frente del Banco del Estado de Chile durante la segunda mitad del año pasado, el momento más duro de la pandemia.

En los últimos 12 meses, los chilenos votaron cuatro veces

Aunque la coalición oficialista que sostiene a Piñera va unida a las urnas, aún puede perder votos por derecha.

Desde la extrema derecha, el pinochetista José Antonio Kast, abogado de 55 años, presidente del Partido Republicano, intentará volver a disputar el discurso del Gobierno, como lo hizo en las elecciones presidenciales de 2017, cuando terminó cuarto.

Otro político que repite es Franco Parisi, ingeniero comercial de 54 años, un candidato de derecha que también se postuló en la presidencial del 2013 y terminó cuarto. El candidato es el único de los siete que no está en el país; se encuentra en EEUU.

La lista de candidatos se completa con dos nombres. Por un lado, Marco Enríquez-Ominami, un filósofo de 48 años, fundador del Partido Progresista (PRO) y del Grupo de Puebla, y el último en poder anotarse para la carrera presidencial, tras una larga pelea judicial. Esta será su cuarto intento de llegar a La Moneda.

Por otro lado, está Eduardo Artés, un profesor de 69 años con un fuerte discurso de izquierda.

La agenda

Esta campaña no será común. Para empezar, en los últimos 12 meses, los chilenos votaron cuatro veces: el referendo que definió la creación de la Convención Constituyente, las mega elecciones de constituyentes, gobernadores y autoridades locales, y las primarias primero oficiales y luego las extraoficiales de la exConcertación.

Y en las primeras tres de estas elecciones, tanto el oficialismo como los partidos tradicionales en su conjunto sufrieron fuertes golpes o, al menos, llamados de atención.

En este contexto de aparentes cambios políticos, la campaña estará marcada por la crisis social y laboral que está viviendo el país a causa de la pandemia y los efectos aún frescos del casi colapso sanitario que sufrió Chile en más de una oportunidad en estos dos años.

Aunque la coalición oficialista que sostiene a Piñera va unida a las urnas, aún puede perder votos por derecha

El país venía registrando semanas a la baja con los contagios e internados en centros de salud, aunque en los últimos días las autoridades alertaron sobre una nueva suba gradual de los casos.

Pero aún si logra dejar atrás la pandemia, los efectos que dejó siguen allí, uno de los más urgentes es el aumento de la desocupación durante las cuarentenas decretadas en 2020 y 2021.

La pandemia también dejó otro reclamo urgente: mejorar el acceso de los chilenos a la salud. Ya desde el estallido social y las protestas de 2019, la sociedad chilena viene exigiendo en las calles una mejora en el acceso a la salud y la educación superior, dos áreas en los que ha quedado al desnudo la enorme brecha económica del país.

El 18 de octubre de 2019 millones de chilenos tomaron las calles de Santiago y las principales ciudades del país para pedir cambios estructurales y lograron poner en jaque al Gobierno de Piñera. Forzaron al oficialismo y a todo el arco partidario tradicional a abrir el camino a una nueva Constitución nacional, que actualmente debate la Convención Constituyente para reemplazar la Carta Magna de 1980, escrita y aprobada por la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet.

El papel y la relación de los candidatos con la Convención Constituyente será otro de los temas centrales de la campaña ya que la relación entre el Gobierno y esa asamblea ha tenido varios conflictos en estos dos meses y medio que lleva sesionando.

Las jubilaciones y pensiones son otro tema relevante en esta campaña ya que fue uno de los temas que más golpeó la popularidad del Gobierno durante la pandemia. La gran discusión será si la actual Administradora de Fondo de Pensiones (AFP), severamente cuestionada, debe ser reemplazada por completo, reformada o conservada como está.

Por último, el reclamo de los pueblos originarios, especialmente la devolución de tierras en la sureña región de La Araucanía, puede ser un tema importante de la campaña, dado el creciente conflicto entre la policía y la comunidad mapuche.

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