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Efecto pandemia: 2 de cada 3 hogares bahienses tiene alguna deuda, y 4 de cada 10 tuvo problemas para cumplir con pagos

“Habiendo transcurrido más de un año y medio desde su inicio, resulta evidente que la crisis provocada por la pandemia de coronavirus (COVID-19) ha magnificado las brechas estructurales existentes (educativas, de acceso a la salud, de género, de condiciones materiales de vida, etc.) con una incidencia más grave y perdurable en los sectores que ya se encontraban en condiciones de vulnerabilidad” señala el estudio.

El trabajo presenta datos sobre ingresos y deudas de hogares de Bahía Blanca a partir de una encuesta realizada en junio de 2021, y además compara los resultados con la situación un año atrás. Fue realizado por Francisco Cantamutto, Cecilia Bermúdez, Daiana Bisterfeld y Nicolás Pérez. Se recibieron respuestas de 522 personas, siendo el rango etario de entre 30 y 45 años el más frecuente.

Según indican, la crisis exacerbó tendencias presentes desde hace años en la economía nacional, como las pérdidas de calidad del empleo y de poder adquisitivo. “Eso no sólo impacta en las finanzas domésticas de los hogares en cuestión, sino también en el tamaño del mercado interno. Esto tiene un efecto especialmente pernicioso sobre las empresas pequeñas y medianas, que suelen atender la demanda local”.

El contexto de recesión, en este sentido, impactó de forma despareja entre sectores así como entre diferentes inserciones ocupacionales. La percepción de ingresos fijos, típica de personas asalariadas registradas, ha perdido en la batalla contra la inflación, pero se presenta como un escenario menos complejo que el de quienes realizan trabajos de manera informal, cuentapropistas y micro-pequeñas empresas dependientes del flujo cotidiano de actividad. Según los investigadores e investigadoras, medidas como el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) aunque limitadas, impidieron un aumento más intenso de la pobreza y la indigencia y mostraron tener efectos positivos en materia de género.

“Los datos alcanzan buena representación de las personas activas en el mercado laboral, de menos de 65 años, con altos niveles de estudio. Esto aplica especialmente aquellas empleadas en el sector público, cuentapropistas y desocupadas. La mayor parte (58%) son hogares con ingresos por encima de la línea de pobreza”, destacan.

Respecto de la situación educativa, la encuesta tiene un perfil claramente sesgado hacia personas que han alcanzado altos niveles de educación. “Se trata de una anomalía que limita el análisis estadístico de esta muestra en relación a la población de la ciudad. Más aún, expresa las dificultades para llegar a sectores sociales con mayores dificultades socio-económicas, tal como adelantábamos en la presentación. No obstante, contamos con 92 respuestas de personas con menores niveles de estudios, potencialmente asociados a situaciones sociales más vulnerables”, indicaron los y las autoras.

La situación de los hogares encuestados tras la pandemia

«Siete de cada diez hogares tienen deudas con las tarjetas de crédito, y eso sólo se puede resolver regulando el sistema financiero. Lo que no se puede regular es la deuda interpersonal, con el negocio del barrio, con conocidos o familiares. Eso sólo se puede mejorar si se mejora el ingreso de los hogares endeudados, especialmente de ese 17% -casi dos de cada diez- a quienes los pagos se le llevaron en algunos casos todos los ingresos», remarcó el doctor Francisco Cantamutto

«La encuesta muestra no solo un aumento de la deuda, sino un cambio en sus instrumentos y consecuencias. La importancia de las redes de cercanía es un dato destacable en este sentido, tanto en forma de ayudas como de préstamos informales. Asimismo, el crecimiento de las deudas para solventar gastos cotidianos indica una situación delicada desde el punto de vista de las condiciones de vida de la población bahiense», sostienen sus autores.

Fuente: Informe sobre Endeudamiento en Hogares de Bahía Blanca./ Dirección de Comunicación Institucional UNS.

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