Para el campo, ganancias record en pandemia

Por el boom de precios internacionales y otros factores políticos, el campo atraviesa uno de sus mejores años en la última década. La pandemia está favoreciendo a los sectores que directa o indirectamente están relacionados con la producción de alimentos.

La importante mejora no sólo alcanza a las cifras registradas en la agroexportación. Los productores de granos están obteniendo una rentabilidad, en algunos casos, superior al 40 por ciento, aun descontando retenciones, el arancel que la mayoría del sector asocia a un impacto negativo en sus ingresos.

En la zona núcleo hay negocios fabulosos. Los productores de soja están recibiendo cerca de 350 dólares por tonelada, cuando el año pasado percibían 210. En esa producción, el costo en pesos subió 30 por ciento. Pese a ello, los productores pueden contabilizar una rentabilidad de 40 por ciento.

Con menor intensidad, pero aún fuertes ganancias, se observa ese comportamiento en el resto de los granos: en el caso del maíz, perciben entre 170 y 180 dólares por tonelada, cuando en 2020 ese monto apenas superaba los 110 dólares. En el trigo, el margen es un poco menor. Las mejoras en los precios internacionales en el mercado de Chicago pusieron a los granos a empujar un sector que le da dólares al Gobierno, aporte que suma a la estabilización cambiaria, sumadas a las compras casi constantes del Banco Central.

“Todo el año va a ser así. Va a haber un flujo de dólares fuerte. La duda es qué pasará en mayo”, contó a este diario un importante empresario del agro. La referencia a ese mes tiene que ver con saber qué harán los productores con los pesos. Estiman que la mayoría se volcará al mercado cambiario, y eso podría repercutir en una suba del dólar, pero evalúa que no será de mucho impacto. Otros lo pondrán en inversión, maquinarias y cosechadoras, otro rubro con ventas record este año.

¿Por qué sucede este boom agrícola en Argentina? Hay una demanda muy alta y la oferta global es baja. En los principales países productores, Brasil y Argentina fueron afectados por cuestiones climáticas, lo mismo pasó en Rusia y Ucrania. Algo similar ocurre en Estados Unidos. En la otra esquina del mercado, China está tensionando la demanda con pedidos fuertes para estockearse por temor a que una nueva ola de covid-19 obligue a un cierre fuerte de actividades.

Este combo de factores disparó los precios internacionales de los productos del agro a niveles cercanos al período 2008-2009. A la salida de la crisis de las hipotecas subprime en los Estados Unidos hubo un flujo especulativo hacia los commodities, que disparó el precio de la soja a un máximo de casi 615 dólares la tonelada.

Precios y política

Con el Gobierno aún sin alcanzar un acuerdo definitivo con el FMI, la plaza cambiaria se estabilizó y la mayoría cree que el puente de peligro de disparada se superó. Especulan que puede haber sacudones pero no grandes sobresaltos. Además, la perspectiva del sector es que los números de la comercialización de la cosecha sigan siendo buenos. Vale decir que el sector fue uno de los que nunca paró de tener actividad desde marzo del 2020, cuando irrumpió con fuerza la pandemia en el país. Como si eso fuera poco, las condiciones globales que generó la crisis del coronavirus lo pusieron a trabajar con valores record y márgenes inusitados.

En este contexto, el ingreso de divisas por liquidación de exportaciones que hizo la agroindustrial fue relevante. Es un sector con el que el Gobierno logró nexos y acuerdos políticos de beneficio mutuo, y que rindieron en divisas. Con los lazos entablados con el Consejo Agroindustrial Argentino (CAA) se destrabaron operaciones e ingresaron en marzo más de 2700 millones de dólares por liquidaciones de exportaciones, el monto más elevado en 18 años.

Ayer, según datos de la Bolsa de Rosario, los precios futuros de la soja, el maíz y trigo llegaron a subir fuerte y luego retrocedieron. La soja aumentó hasta 520,2 por tonelada (72 por ciento más que a mediados de marzo de 2020) para luego quedar en 515. A la vez, el aceite de soja cotizó a 1168,2 dólares para luego cerrar a 1162, y la harina se negoció a 451,5 dólares por tonelada para mayo, muy por encima de los 680 y los 316 dólares, respectivamente, pactados en mayo del año pasado. Los contratos de maíz subieron hasta 229,3 dólares la tonelada (92 por ciento más que hace once meses y medio), pero a mitad de rueda se ubicaron en 227 dólares. Por su parte, el trigo cerró a 234,70 dólares la tonelada.

Fuente. Leandro Renou para Pagina12

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