Al maestro sin cariño: el violento discurso de la ministra de Educación porteña

La ministra de Educación porteña volvió a apuntar contra los Institutos de Formación Docente como uno de los problemas fundamentales que atraviesa la educación pública. Pero esta vez, además de criticar los establecimientos educativos, o su currícula pedagógica, Soledad Acuña señaló directamente a los y las maestras. Dijo que quienes eligen ser docentes son “cada vez más grandes de edad, que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras” y, peor aún, dijo también que pertenecen a niveles socioeconómicos bajos que “en términos de capital cultural” tienen menos para ofrecer en el aula. También invitó a los padres a denunciar a los docentes ante posibles casos de “bajada de línea”. “Fue un ataque brutal», denunciaron desde el gremio UTE. También repudiaron sus dichos en un comunicado Abuelas de Plaza de Mayo, Madres Línea Fundadora, Familiares e H.I.J.O.S. Capital, entre otros organismos de derechos humanos.

No es la primera vez que la funcionaria apunta contra los Institutos, como parte de su estrategia para desacreditar la formación de los maestros. La diferencia fue que esta vez, lo hizo de una manera despiadada. “Cuando nos va mal en las pruebas de matemática en vez de mirar a los chicos por qué no aprenden, insisto, tenemos que mirar cómo estamos enseñando, quiénes enseñan y cómo aprenden a enseñar”, explicó Acuña en su paso por un ciclo de conversaciones que organiza el diputado Fernando Iglesias.

En la entrevista -que si bien tiene una semana se viralizó en las últimas horas- la funcionaria describió el perfil de los estudiantes que eligen anotarse en la carrera docente. “Hay un sesgo cada vez más claro”, insistió Acuña. “Son personas cada vez más grandes de edad que eligen la carrera docente como tercera o cuarta opción luego de haber fracasado en otras carreras. Y si uno mira el nivel socioeconómico, o en términos de capital cultural, al momento de aportar para el aula, la verdad es que son de los sectores más bajos socioeconómicos los que eligen estudiar la carrera docente”, agregó la ministra.

La respuesta de los docentes

Las críticas a los dichos de Acuña no tardaron en llegar. “Fue un ataque brutal. Es muy grave lo que dice en contra las maestras. Dice que las que estudiamos el magisterio somos grandes y unas fracasadas porque no elegimos otras carreras. Dice que no tenemos capital cultural porque pertenecemos a clases bajas, es muy grave”, se indignó Angélica Graciano, secretaria general de la Unión de los Trabajadores de la Educación (UTE), maestra de primaria, psicóloga posgraduada en investigación educativa. “O una fracasada, como dice la ministra”, señaló la docente al presentar su formación.

Para Graciano, la ministra no tiene en cuenta la doble o triple carga que tienen muchas mujeres cuando estudian, lo que hace que tarden más en alcanzar el nivel educativo deseado. “Visto desde la mirada de la ministra yo soy una fracasada que tardé diez años en hacer la carrera. Desconoce que las mujeres tenemos que estudiar al mismo tiempo que planificamos nuestras familias, tenemos hijos, y la mayoría trabajamos”, agregó la maestra.

“Los ataques buscan debilitar a los docentes y quebrar el vínculo que tenemos con las familias. Pero no lo van a lograr porque las familias confían mucho en las y los docentes”, remarcó.

«No podemos tolerar declaraciones agraviantes contra quienes a diario se ocupan de educar, pero también de enseñar solidaridad. Son quienes, como Sandra y Rubén, hacen su trabajo e incluso el que a veces no hace el Estado, como preparar algo caliente cuando hace frío o servir el pan porque el hambre no deja aprender. Son quienes salen a luchar con el guardapolvo blanco como bandera y hasta son perseguidos en una gestión de la Ciudad que se ocupó más por reprimirlos que por mejorar su situación», denunciaron los organismos de derechos humanos.

Exigieron además una respuesta concreta al jefe porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “Las palabras de la ministra lastiman a toda la sociedad y merecen más que unas disculpas. Instamos al jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta a tomar medidas, porque estas declaraciones no constituyen un hecho aislado: son la ideología con la que se piensan las políticas públicas de educación en la ciudad que más recursos concentra y que menos igualitariamente los distribuye”, advirtieron los organismos.

Persecución política

En la misma entrevista, la ministra de Educación invitó a los padres a denunciar a los docentes ante posibles casos de “bajada de línea”. En este sentido, Acuña alegó que la culpa de la supuesta “militancia política” de los maestros en las aulas son también los Institutos de Formación docente por lo que le pidió a las familias que denuncien a los maestros para poder intervenir desde el Ministerio. “Eligen militar en lugar de hacer docencia”, apuntó contra los maestros.

“La raíz sobre la militancia política en las aulas está en la formación docente, en lo que se define como perfil de un docente en un instituto de formación”, explicó la funcionaria. Según la ministra, ese problema de base, el de la formación docente, no se puede solucionar a corto plazo, por eso pidió la colaboración de los padres para denunciar lo que pasa dentro del aula.

“La virtualidad nos permitió como oportunidad que las familias se sienten a mirar lo que pasa adentro del aula con la educación de sus hijos. Hasta este momento lo que pasaba en el aula cuando el docente cerraba la puerta quedaba entre los chicos y el docente. Era difícil enterarte”, dijo Acuña. Por eso la funcionaria animó a los padres a denunciar estas situaciones. “Si nosotros no tenemos denuncias concretas de las familias es muy difícil que podamos intervenir”, agregó y aclaró que es mamá de un niño de primaria “cuyos docentes le bajan línea todo el tiempo”.

En su arenga a los padres para que se animen a denunciar a los docentes, la ministra aclaró que “cuesta” que las familias hagan las denuncias formales, única herramienta para poder “hacer la intervención en el aula”. “El problema está en el aula”, aclaró Acuña para que no queden dudas sobre su mayor preocupación: “es uno de los grandes problemas, eligen militar en lugar de hacer docencia”.

«Hablan como gerentes»

Eduardo López, secretario gremial de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera), también criticó los dichos de la ministra. «Hablan como gerentes de una comunidad educativa que maltratan, espían y persiguen desde hace 13 años y que odian por no poder doblegar», opinó. Para López, el gobierno porteño persigue a los docentes «como lo hicieron con los estudiantes secundarios que reclamaban por mejoras edilicias pidiendo a los rectores que envíen las listas con los nombres de los jóvenes a las comisarías, como persiguen a las cooperadores escolares que no les gustan como en el caso de la intervención a la cooperadora de la escuela Alvarez Thomas».

“La ministra pretende tirar por la borda nuestras conquistas, que se lograron con años de lucha, y que garantizan la libertad de cátedra y el acceso igualitario a concurso. Pretende hacer un sistema educativo donde la democracia y la solidaridad no estén presente”, agregó por su parte Angélica Graciano.

“El sistema educativo tiene una estructura que permite saber si el diseño curricular se cumple o no. Lo que nosotros enseñamos está en la currícula no hay nada que salga por fuera de eso. Un diseño curricular es un consenso social, que pone en debate distintas cosas, lo que quieren es tirar por la borda este diseño curricular que es el de la democracia para incorporar contenidos más conservadores”, finalizó la dirigente gremial.

Fuente.  Alejandra Hayon para Pagina12

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