El contundente resultado de Arce, hizo replegar al Gobierno de facto

Mientras el MAS celebraba su amplia victoria, a casi un año del derrocamiento de su líder y expresidente Evo Morales, la presidenta de facto, Jeanine Áñez, dejó sin efecto por decreto la designación de los ministros de Gobierno, Arturo Murillo; y de Educación, Víctor Hugo Cárdenas; luego de que la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) emitiera dos censuras contra ellos.

La decisión, luego de haber ratificado a ambos funcionarios en los días previos a la elección, deja en evidencia el efecto de la contundente victoria del MAS, que además de la presidencia obtuvo la mayoría en ambas cámaras del Parlamento Plurinacional.

También el candidato presidencial de Cambio Ciudadano, Carlos Mesa, que quedó segundo a más de 20 puntos, según los sondeos de boca de urna, reconoció hoy la derrota en las elecciones de ayer y prometió que encabezará «la oposición constructiva» al futuro Gobierno de Luis Arce.

“El resultado del conteo rápido es muy contundente y muy claro. Es un resultado que consideramos que no va a modificarse cuando conozcamos los resultados oficiales. Vamos a demandar que se combatan las crisis de salud, económica y de corrupción”, aseguró el dirigente frente a la televisión local.

Los sondeos de boca de urna, cuya difusión estaba prevista para las 20 de ayer se hicieron públicos cerca de la 1 de la madrugada de hoy, cuando ya la espera por esos datos se había transformado en angustia.

En rigor, esperaron a que Evo Morales, en su rol de jefe de campaña del MAS, anunciara el contundente triunfo de la fórmula Luis Arce-David Choquehuanca. Hasta entonces, al parecer, nadie quería ser el responsable de las reacciones que pudiera desatar en los sectores antimasistas más acérrimos. Pero la gran diferencia sofocó esas actitudes.

Esta mañana, en su nuevo rol de presidente electo, aunque resta esperar el escrutinio definitivo, que estaría listo el miércoles, Arce celebró haber «recuperado la democracia» y llamó a la unidad en un país dividido y sumido en una severa crisis económica y sanitaria.

Bolivia «ha recuperado la democracia, quiero decirle sobre todo a los bolivianos, hemos recuperado las esperanzas», declaró junto a Choquehuanca, excanciller de Morales (2006-2019).

«Vamos a construir la unidad en nuestro país», agregó Arce.

Desde su exilio en Buenos Aires, el expresidente Morales volvió a celebrar hoy el triunfo de Arce y dijo que «tarde o temprano» regresará a Bolivia, donde tiene orden de detención preventiva por acusaciones de «terrorismo y financiamiento al terrorismo», cargos a los que calificó «parte de una guerra sucia» iniciada contra él por el Gobierno de facto de Áñez.

«Tarde o temprano vamos a volver a Bolivia; eso no está en debate. Mi gran deseo es volver a Bolivia y entrar a mi región. Es cuestión de tiempo», afirmó.

La Constitución Plurinacional de Bolivia establece que para resultar electo presidente hay que obtener en las urnas el 50% más uno de los votos, o más del 40% con diez puntos de diferencia respecto del segundo. La boca de urna de Unitel dio 52,4% para Arce contra un 31,5% para Mesa. La de Ciesmori, 52% a 31%. Y para Tu voto vale, la diferencia en favor del MAS de 53% a 30,8%.

Arce y Mesa eran los candidatos favoritos en esta votación desarrollada en una jornada tranquila, aunque envuelta en temores a que se repitieran los incidentes tras los comicios de octubre de 2019, anulados por denuncias de fraude, y que terminaron con la salida de Morales bajo presión de la cúpula militar del país.

La Organización de Estados Americanos (OEA) avaló las denuncias de fraude de aquellas elecciones, que derivaron en el golpe contra Morales.

Una de las estrategias del MAS y de muchas organizaciones internacionales fue atenuar el rol de la OEA en las elecciones de ayer, donde el desempeño más destacado lo ejercieron las Naciones Unidas (ONU) y la Unión Europea (UE), que en cooperación con el episcopado boliviano tuvieron un papel más activo en la relación con el Tribunal Supremo Electoral (TSE).

La acción de esa «troika», como se autodenominaron, relegó a la OEA a un rol de «equipo suplente», señaló anoche a Télam el expresidente de Paraguay y titular de la misión de la Copppal, Fernando Lugo.

El flamante presidente electo, en espera de confirmación por el escrutinio, es un economista de 57 años, graduado en la estatal Universidad Mayor de San Andrés, en La Paz, y con una maestría en la universidad británica de Warwick.

Trabajó 18 años en el Banco Central, donde ocupó diversos cargos, y fue ministro de Economía y Finanzas casi todo el periodo de Morales, con una pausa de 18 meses. Tiene un perfil más tecnócrata que político.

Bajo la gestión de Morales, Bolivia elevó su PBI de 9.500 millones de dólares anuales a 40.800 millones y redujo la pobreza del 60% a 37%, según datos oficiales.

La bonanza permitió pagar asignaciones a miles de mujeres embarazadas, escolares y ancianos, e inversiones millonarias para intentar industrializar la explotación del litio y el gas natural.

Fuente. Télam

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