El epicentro es la región cuyana, con ejes en las rutas nacionales 7, 8, 20 y 188, y las provinciales 30 y 55, que «están dificultando la libre circulación en las provincias de Córdoba, Mendoza, San Luis y San Juan». «A raíz de estos hechos, el transporte y la distribución de mercadería e insumos vinculados a la cadena de producción ingresaron en una zona que pone en riesgo uno de los activos que el sector puso al servicio del país durante la pandemia: abastecer a todos los argentinos», dijo.
La UIA alertó que las restricciones a la circulación de camiones afecta a industrias esenciales del sector de la salud, empresas productoras de alimentos, higiene personal, colchones, los sectores automotriz, de la construcción, entre otras, están sufriendo paradas de líneas por falta de insumos.
En medio de un mundo con restricción en las compras industriales y con la necesidad del Estado de ingresos de divisas extranjeras, los empresarios afirmaron que ya se «están incumpliendo compromisos con las demás regiones del país y contratos asumidos con el comercio exterior de países limítrofes, en un momento en que las exportaciones ya se han visto fuertemente afectadas». Por eso llamaron a «evitar la pérdida de mercados y favorecer el ingreso de divisas por exportaciones es especialmente relevante para la Argentina».
«Las nuevas restricciones de circulación surgen en un contexto de suba generalizada de costos operativos y logísticos. Ya antes de este episodio, según el último relevamiento de UIA, el 71% de las empresas relevadas había registrado dificultades logísticas con el transporte interjurisdiccional. Al mismo tiempo, la industria está invirtiendo desde hace seis meses en protocolos que garanticen la dimensión sanitaria de la producción y la salud de los trabajadores. Este tipo de situaciones atentan contra el esfuerzo que toda la sociedad argentina está llevando adelante. Según el mismo relevamiento, a las dificultades mencionadas se les adicionan aumentos en los costos operativos vinculados al traslado del personal (50% de las empresas de San Luis afirmó hacerse cargo del mismo y equivale al 17% del costo salarial total) y a la implementación de tests preventivos de la Covid-19, que en su mayoría son financiados por las propias empresas», destacó el comunicado de prensa.
La UIA recordó que «en julio, pese a las mayores habilitaciones para producir, el 37% de las empresas radicadas en Cuyo había registrado caídas en la actividad mayores al 50%, mientras que el 72% de las industrias se encontraba con niveles de producción inferiores a los meses previos a la pandemia».
«Los actuales cortes interprovinciales impactan negativamente sobre el esfuerzo realizado por los industriales para sobrellevar esta difícil situación, generando dudas sobre nuevas inversiones y afectando directamente la continuidad de los puestos de trabajos de persistir dicho conflicto», alertó la entidad fabril.
Fuente: baenegocios.com