Cómo impactan los créditos Procrear y los nuevos hipotecarios que reemplazan los créditos UVA

Según el indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) en marzo de 2020 mostró una baja de 46,8% respecto a igual mes de 2019.

«Nuestras experiencias previas con los créditos Procrear han sido todas muy satisfactorias», señaló Martín Carísimo, gerente regional de la constructora Familia Bercomat. «En nuestro caso particular nos ha permitido llegar y posicionarnos en zonas donde no llegábamos».

La línea de créditos para mejoramiento y refacción general de la vivienda – mejorar las condiciones habitacionales de las viviendas (aislación, terminación de núcleos húmedos, pisos, carpinterías, pintura, instalaciones de gas, sanitarias o eléctricas) establece montos de hasta 500.000 para compras de materiales y mano de obra.

Para Carísimo «es una excelente oportunidad para terminar aquello postergado y darle una pronta finalización».

Hace una semana, se sortearon 34 mil créditos personales de las líneas Refacción y Microcréditos del Ministerio de Viviendas y Hábitat. Tras este primer sorteo y haber superado las instancias de análisis crediticio e iniciado el proceso de conformación del crédito, ya son 1.683 las familias que  pudieron obtener el primer desembolso y, de esta manera, comenzar con las obras en sus hogares.

La construcción es uno de los ejes a los que apuesta el Gobierno nacional para impulsar la reactivación económica y de hecho, en varios puntos del país fueron autorizados los emprendimientos que estaban en etapa de finalización.

En la última semana, casi 1700 familias adjudicatarias inscribieron su crédito hipotecario en la fórmula HogAr luego de abandonar el sistema de actualización por UVA y eligió la nueva fórmula.

El esquema fue elaborado por la subsecretaría de Política de Suelo y Urbanismo y de la Dirección Nacional de Proyectos Urbanísticos y Habitacionales, junto a representantes del Banco Hipotecario.

La nueva fórmula HogAr ajusta el capital en base a un Coeficiente de Variación Salarial, que tiene en consideración la evolución de los salarios, protegiendo los ingresos de los/as adjudicatarios/as.

Los préstamos en Unidades de Valor Adquisitivo (UVAs), en cambio, ajustan el capital mediante un índice basado en el Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), aquel que mide la inflación.

Fuente. BAENegocios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *