Los bancos registraron una caída de 50% real en sus ganancias
Otra novedad: respecto a mayo del 2020, los datos de la rentabilidad de los bancos privados mostraron un impacto fuerte de la suba de la tasa de interés de los plazos fijos. A fines de mayo el BCRA obligó a las instituciones a atar la remuneración de esos depósitos al rendimiento de las Leliq, lo que en la práctica implicó un tasa efectiva de 33%. Muy inferior a la del mismo mes del 2019. Pero hasta 14 puntos superior a la de principios de mayo del 2020. Eso a su vez generó un crecimiento de 9,7% real de los depósitos.
Así, tanto por efecto precio, como por cantidad, los egresos por intereses crecieron 21,9% real respecto a los de mayo. La suba nominal fue de 24,6% y comparó con una inflación de 2,2% en el mes. Los ingresos por los créditos, en cambio, se mantuvieron relativamente quietos respecto a mayo, aunque en volumen treparon 1,9% real.
Pero la gran diferencia se observó al comparar con lo ocurrido en el 2019. Durante junio del año pasado las instituciones privadas obtuvieron ganancias totales por $20.600 millones, lo que implicó en ese entonces una mejora real de 76% interanual. Con una curiosidad: ese incremento se dio a la par con una caída de la actividad financiera de 15,1%, según los números del Indec. Es decir: los bancos realizaban menos intermediación pero ganaban más. De hecho, el balance entre ingresos y egresos por los intereses de créditos y depósitos arrojó números negativos durante junio del 2019. En cambio, en el mismo mes del 2020 dejó un saldo positivo de $9.607 millones.

Desde el BCRA destacaron que entre diciembre del 2019 y junio del 2020 el spread de tasas se achico 4 puntos porcentuales, de la mano de la suba de las de los depósitos a partir de mayo. Afirmaron que la tasa de los créditos cayó 18,5 puntos respecto a la de fines del año pasado, mientras que las de lo plazos fijos bajaron 14,4 puntos.
Al respecto, el informe sostuvo: “Esta reducción estimada sobre el diferencial, es un indicador del menor margen financiero obtenido por cada peso aplicado por las entidades financieras en su conjunto a mediados de 2020 en comparación con fines o mediados de 2019 (para los activos y pasivos considerados en moneda nacional). La reducción mencionada del diferencial de tasas implícitas en pesos recoge, en parte, el efecto de la marcada caída relativa de la tasa de interés de política monetaria desde fines de 2019, el impulso a nuevos instrumentos de financiamiento para empresas y familias bajo condiciones más favorables que impulsó una incipiente recuperación del crédito y el estímulo al ahorro en pesos a partir de tasas mínimas para los depósitos a plazo”.
Fuente. BAENegocios