Esto último preocupa a los intendentes. Y así se lo hicieron saber en la reunión del pasado miércoles al gobernador Axel Kicillof y al ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán. El caso de Bragado dejó expuesto cómo aquellos números que para el Conurbano resultan minúsculos, significan una alerta de consideración no sólo para el distrito local sino también para la región.En la ciudad de la cuarta sección esta semana alcanzaron una ocupación de 87 por ciento de las camas del sector público y encendió la alarma regional al punto de que se empezó a evaluar la posibilidad de, llegado el caso, realizar las internaciones en otros hospitales de la zona. Pero no es una tarea sencilla. A diferencia del GBA, el interior no tiene desarrollo homogeneizado del virus. Y tantos la distancias como la situación que pueden estar viviendo los municipios vecinos son un factor a tomar en cuenta.“Estamos en un momento bisagra de la pandemia, en el que el Gran Buenos Aires está atravesando una fase de relativa estabilidad y, por el contrario, en el interior de la Provincia se empieza a vislumbrar una fase de crecimiento moderado de los casos de Covid”, señaló Kicillof sobre este avance y subrayó que “la tendencia de expansión del virus es similar a la que se vivió en otros países de mundo, en el que el origen se dio en las ciudades capitales, con mayor densidad poblacional, y luego se diseminó al resto del territorio”.Hasta ayer el número de camas de terapia intensiva era del 43 por ciento, un 10 punto por encima del 33 de hace dos semanas. El cálculo que miran desde Provincia está relacionado al alta de los pacientes actuales ya que el gran número de contagiados que se vienen registrando en los últimos días se empezará a ver reflejado en la ocupación en diez días en caso de que se trate de pacientes que necesiten internación.De las 1191 camas dispuestas hay 504 ocupadas, porcentajes similares se reflejan en cuidados intermedios y cuidados mínimos.
El brote en los municipios del interior sorprendió en algunos casos por la celeridad en la que se dio y cada vez son menos los distritos sin casos: hasta el momento sólo quedan ocho de 135, el equivalente al 5 por ciento de las localidades bonaerenses. El récord de casos en Mar del Plata y Bahía Blanca se suma. Otros partidos de la quinta sección Mar Chiquita y Tandil tuvieron una fuerte alza. “Creíamos que éramos Messi, pero el virus nos dijo que no”, aseguró ayer Miguel Ángel Lunghi, intendente serrano que hasta hace poco estaba dispuesto a realizar aperturas hasta en el turismo y que ayer dio negativo tras someterse a un hisopado.
La suba de casos en Mar del Plata, alertó a Pinamar, Villa Gesell, Miramar y La Costa debido al tráfico fluido entre los distritos. En la última semana, la región creció en más de un 50 por ciento de casos registrados.
Para contener esta situación, los alcaldes se ven en la obligación de tomar medidas de todo tipo. Desde multas de hasta 228 mil pesos para quienes realicen reuniones familiares o sociales, como ocurre en Balcarce y un cerramiento casi militar como se viene dando en municipios de la cuarta que todavía no presentan ningún caso y que quedaron afectados luego de que el sábado pasado en Rivadavia se llevara a cabo una fiesta para más de 200 personas.
Fuente. ambito.com