Icono del sitio Sintinta

El ajuste de Macri en los municipios

Poco más de dos semanas transcurrió desde la decisión del presidente Mauricio Macri de realizar un nuevo ajuste. Claro, a grandes rasgos, la medida elegida por la Casa Rosada, después de una brutal devaluación del 30 por ciento del peso argentino en unas pocas horas, no pareciera tener el factor “ajuste” detrás de sí. Sin embargo, el anuncio repercute de lleno en la recaudación de las provincias y se derrama sobre los distritos. Una suerte de teoría del derrame a la inversa, podría decirse ya que no suma riqueza sino que la resta.

El paliativo económico anunciado por Macri el miércoles 14 de agosto, genera una menor recaudación. Por caso, la eliminación del IVA para una serie de alimentos, la modificación del tope de ganancias y monotributo, derivó, para la provincia de Buenos Aires, en la imposibilidad de recaudar unos 6 mil millones de pesos. El número tiene su propia mirada, ya que los funcionarios más optimistas hablan de 4 mil millones debido a la misma devaluación. “Una parte del valor del alimento va a aumentar por fuera de la baja del IVA, aumenta por el incremento del dólar. Ahí se compensa la pérdida en los alimentos que tienen la eliminación del IVA”, explicaron. Así, se manejan las dos variables, aunque, para evitar sorpresas, la elegida a la hora de contabilizar las pérdidas es la primera.

En ese sentido, los 6 mil millones de pesos que la Provincia no recibirá tienen su impacto en cada uno de los 135 distritos por la coparticipación y así, las comunas también sentirán la baja en la recaudación. En definitiva, el número con el que se verán afectados los distritos para el último cuatrimestre del año ronda los mil millones de pesos ($968.400.000).

Con dicho panorama, según fuentes de calle 6 detallaron a este medio, algunas comunas comenzaron a golpear las puertas de la gobernación mientras que las más cautelosas hacen cuentas. Los nombres de las intendencias los guardan bajo siete llaves, pero se repiten viejos conocidos como Berisso, Moreno y Mar del Plata.

En un año electoral, con las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) frescas y las generales del 27 de octubre a la vuelta de la esquina, obligan a las comunas a guardar recelo a la hora de hablar de las arcas, así lo señalan desde el mismo PRO. Los que están complicados electoralmente y económicamente – como las tres comunas mencionadas – no esconden su situación. En tanto, los que aún cuentan con chances de renovar la gestión por otros cuatro años aguardan un gesto bonaerense o nacional para sortear la crisis. “Todavía tenemos una elección por delante, no podemos salir a hacer reclamos que nos dejen mal parados”, sostuvo un hombre del radicalismo.

“Desde Provincia y Nación dicen que nos van a ayudar, pero la deuda flotante nos ahoga”, sostuvo un intendente de Cambiemos a este medio. Cabe destacar que la “deuda flotante” responde a responsabilidades mensuales como salarios y pagos a proveedores.

En esa sintonía, en la Provincia se trabaja sobre el nuevo escenario y la baja de la coparticipación por distrito aún no fue contabilizada ni oficializada a la espera del derrame nacional, sino que se trata de proyecciones municipales. De esa manera, a partir del 15 de septiembre se volverá una realidad, cuando la coparticipación llegue a las arcas comunales.

Por caso, el alcalde de Bahía Blanca, Héctor Gay, prefirió mantener los paños fríos y esperar para “poder mensurarlo”. La mayoría de los intendentes, oficialistas y opositores esperan las novedades bonaerenses para tener certezas ante la devaluación y el nuevo reparto. En tanto, un puñado ya hizo cuentas y busca adivinar el parpadeo de la crisis. En Malvinas Argentinas, por ejemplo, se estima que la “nueva” pérdida sería del orden de los 34 millones de pesos para la ciudad que conduce el intendente Leonardo Nardini.

Claro, el recorte de mil millones para los distritos no es el primero, aunque esperan que sea el último. El inicio de este año trajo de la mano la eliminación del denominado Fondo Sojero, y el impacto inicial también fue de mil millones de pesos. La dolarización de la famosa legumbre, hubiese disparado el nivel de reparto tanto para las Provincias como para los distritos. “Venimos de recorte en recorte, con algo siempre nos recortan un poco más”, graficó el propio Nardini, al recordar las afectaciones iniciales para los municipios.

De esa manera, las comunas hacen malabares mientras esperan un salvavidas y optan por el bajo perfil. Llegar a las elecciones sin que el nuevo ajuste derrame las chances de seguir en la gestión, se volvió central para sortear la crisis económica sin sufrir una herida política.

Fuente: La Tecla

Salir de la versión móvil