«Mielcitas» y «Naranjú»: «levanten la mano las que son jefas de hogar»
La tradición se repetía en los ‘80 y los ‘90. A la salida o a la entrada de la escuela por algunas monedas el kiosquero más cercano ofrecía en invierno las dulces “Mielcitas” y en verano el refrescante “Naranjú”. Un agujerito pequeño con la tijera o la punta de los dientes y a disfrutar. Un extraño invento argentino que fue furor hasta hoy. Su fábrica cerró sus puertas.
La fábrica Suschen estaba emplazada en Rafael Castillo, partido de La Matanza, y empleaba a 150 personas, en su mayoría mujeres jefas de hogares. Además de estos míticos productos producían el alfajor Suschen y el Loquillo entre otros.