La causa que investiga una red de espionaje y extorsión, avanza y compromete cada vez más a funcionarios y legisladores de Cambiemos. Por eso, el juez Federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, decidió imputar a las diputadas nacionales Elisa Carrió y Paula Oliveto, así como a la parlamentaria del Mercosur, Mariana Zuvic.
En tanto, también se encuentran en la mira dos piezas claves en el gobierno de Mauricio Macri: la ministra de Seguridad Patricia Bullrich y el ministro de Justicia, Germán Garavano.
En síntesis, el hilo de la investigación se desprende de las conversaciones del teléfono del ahora detenido Marcelo Sebastián D´Alessio, quien lideraba esa banda de espionaje. Todo comenzó cuando en febrero el productor Pedro Etchebets grabó una extorsión por parte de D´Alessio, quien lo hacía a nombre del fiscal Carlos Stornelli, y presentó una denuncia al juezgado de Dolores. La detención del falso abogado abrió un portal inmenso que abarca servicios de inteligencia, jueces, fiscales, periodistas y funcionarios.
Según el propio juez Ramos Padilla explicó durante su exposición en el Congreso, las diputadas Carrió y Oliveto fueron nombradas por el propio D´Alessio y ahora, el nuevo peritaje también determinó que el falso abogado tenía una asidua comunicación con un contacto agendado como “Patria Bullrich S6”.
Por estas razones, el magistrado ordenó realizar “un amplio análisis” a los equipos de teléfono de Marcelo D’Alessio para confirmar “si existe algún registro de comunicación” entre el detenido y la ministra.
En un último punto, aunque un poco más intrincado, el ministro de Justicia Germán Garavano también aparece implicado en la causa luego de que fuera denunciado por el ex juez Carlos Rozanski. El ex juez federal de La Plata aseguró que Garavano y el Consejero de la Magistratura Luis María Cabral, lo “extorsionaron” para que renuncie a su cargo. Vale aclarar, Rozanski se mostraba como uno de los jueces “incómodos” para el gobierno de Macri.
Fuente. Infocielo