Pharming, la nueva ciberestafa centrada en el tráfico web
Internet se ha convertido en el epicentro de la actividad de innumerables personas. Desde el boom de la red de redes y de los dispositivos smart, el número de usuarios que se conecta al sector digital para buscar información, para comunicarse o para hacer cualquier práctica cotidiana se ha disparado. Sobre todo en el último lustro, con la evolución exponencial de la tecnología.
Pero eso también ha propiciado que se disparen los problemas. Con la llegada de un nuevo terreno, llegan también las nuevas formas de que la “picaresca” haga de las suyas. Las estafas por Internet llevan años presentes en el ámbito digital, mutando y creciendo para aprovecharse de todos aquellos con una pequeña base de conocimientos.
Gracias a su labor, además, es posible conocer cuáles son las nuevas tendencias en esta materia. De hecho, gran parte de esta actividad considerada fraudulenta tiene que ver actualmente con la redirección del tráfico de usuarios. Conocida como Pharming, la nueva tendencia de los atacantes online es aprovechar las vulnerabilidades de cualquier web para buscar la forma de redirigir a los usuarios de esta a otra página.
Para el profesional, sobre todo para aquel cuya web se ve afectada por este tipo de ataques, también es una importante molestia. La pérdida de tráfico y la presencia de una actividad irregular en su propio portal conllevan a una mala influencia para su imagen, al perjuicio económico por el descenso de visitas y, por supuesto, la falta de confianza del usuario.
¿Cómo se combaten las nuevas amenazas virtuales?
Disponer de un buen sistema de seguridad, contar con un hosting seguro y, tal y como explican desde la web de MONEDEROsmart, recurrir siempre a prácticas lógicas y a la revisión del entramado del código de la web en busca de anomalías son las principales formas de evitar esta nueva y fraudulenta moda. Huelga decir que, desde el punto de vista del usuario, son máximas también a seguir, ampliando al uso de webs con pasarelas de pago seguras y el protocolo https exigido por Google.
No obstante, la inventiva siempre está ahí, sobre todo por parte de aquellos que quieren lucrar en base al error o perjuicio de los demás. Tal y como sucede ya fuera de Internet, las estafas y los intentos de fraude son algo muy frecuente, que se puede comprobar con el mero hecho de echar un vistazo a la carpeta de spam del correo electrónico.
Así, lo ideal es seguir una serie de normas lógicas de seguridad. No abrir correos de remitentes desconocidos, contar con un antivirus que, además de revisar todo el equipo, revise también las bandejas del e-mail y, por supuesto, no dar datos personales a través del correo electrónico son algunas de las bases más sencillas y eficaces para evitar estas incidencias.
El escepticismo en el entorno digital sigue presente, sobre todo viendo como prácticas del calibre del Pharming aparecen colocando un nuevo problema en el horizonte. Profesionales y particulares deben sumar fuerzas para evitar que los casos de estafa o de fraude se masifiquen, aunque los cuerpos de seguridad trabajan duramente para reducirlos al máximo.
Fuente: infonews.com