El año electoral trae consigo las tensiones sobre las lealtades y traiciones dentro del oficialismo. En este sentido, Mauricio Macri está enojado con la cúpula empresarial del país por su falta de adhesión y compromiso con su reelección, y la relación está en su peor momento.
Pero la molestia no parte solo del Presidente, sino que es recíproco: «La presión surge porque la Casa Rosada percibe que hay una gran desilusión de los grandes empresarios con el Gobierno», escribió Marcelo Bonelli, en su columna para el diario Clarín.
El Presidente reprueba la falta de fidelidad, reitera que no comprende la apatía del “círculo rojo” empresarial y advierte que si pierde, «van a perder todos».
Entre los empresarios más cercanos a Macri se encuentra Cristiano Ratazzi, titular de Fiat. Sin embargo, en una reunión privada, admitió: «Ahora por cada auto que exporto, pierdo 500 dólares”.
Los empresarios le objetan al Gobierno una «falta de determinación» para encarcelar a Cristina Kirchner y su ferviente defensa a Marcos Peña. El malhumor de los hombres de negocios obedece a que tienen una visión muy distinta a la de la Jefatura de Gabinete y todo el entorno del Presidente.
Fuente: El Destape