Un 8M multidinario
«La coincidencia es total: nunca se vio una marcha como esta», fue el mensaje eufórico, y sustentado por la realidad, que se dijo desde la cabecera de la marcha feminista, ni bien las primeras integrantes hicieron pie en una Plaza Mayo que ya estaba llena de manifestantes. El Tercer Paro Feminista y Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis. Trans, Bisexuales, No Binaries, Gordes e Intersex, llenó virtualmente la Avenida de Mayo, desde las cercanías del Congreso hasta la misma histórica plaza, frente a la Casa de Gobierno, pero la multitud desbordaba también la 9 de Julio y las calles aledañas. «Estamos de pie por cuarta vez, haciendo un Paro General de la clase trabajadora; ocupades, desocupades, precarizades, piqueteres y de la economía popular, visibilizando especialmente a las mujeres indígenas, originarias, afroargentinas y residentes en nuestro país, y contra la apropiación cultural de matriz ancestral que venimos sufriendo», se dejó expresado en el comienzo mismo de la lectura del documento consensuado entre las organizaciones convocantes, que no dejaron fuera a ninguno de les históricamente marginados por el patriarcado.
La concentración comenzó bien temprano, antes del mediodía, aunque el comienzo de la marcha estaba convocado para las 17. Tal era la magnitud reunida por la convocatoria, que de hecho era como si hubiera dos o más marchas, la que seguía el trayecto pactado, desde el Congreso a la Plaza de Mayo, y la que venía en el sentido contrario, pero con el único propósito de promover abrazos, besos y compromisos para el futuro inmediato. Aunque a lo largo del itinerario casi no se advirtió, esta vez, la presencia policial, en el documento no se dejó que recordar que si bien «el ajuste y la represión no son novedad, asistimos a su recrudecimiento de la mano del Gobierno de (Mauricio) Macri y los Gobiernos provinciales ajustadores, que atacan a las organizaciones sociales y políticas y persiguen a quienes luchan y se oponen, utilizando como principales instrumentos a las fuerzas represivas, el poder judicial y los medios hegemónicos aliados».
Fuente: Página12