¿Hay wifi en la Antártida?
Cómo llega la electricidad a un continente helado como la Antártida, si hay wifi o si se notan los efectos del cambio climático son algunas de las preguntas realizadas por estudiantes palentinos a los investigadores que están en la Base Antártica del Ejército de Tierra Gabriel de Castilla.
Todavía se estaban desperezando en la Antártida cuando doscientos estudiantes ocupaban la sala del Centro Cultural Provincial de Palencia para iniciar una videoconferencia con el comandante Juan José Pereda y el investigador Luis Cardona, que forma parte de un equipo de la Universidad de Barcelona que están estudiando el lobo marino antártico, cita la agencia EFE.
“Aquí son las siete de la mañana, es verano y anoche nevó”, saludaba el comandante Pereda, un burgalés que forma parte del equipo militar que presta su apoyo a la comunidad científica desde mediados de diciembre en la base Gabriel de Castilla, que toma el nombre del navegante y explorador palentino al que se atribuye el descubrimiento de la Antártida en 1603.
Por eso, tanto en Palencia como en la Antártida, a más de 13.000 kilómetros de distancia, hay sendas calles con su nombre, y por eso también la Delegación de Defensa en Palencia ha querido homenajear a aquel desconocido almirante a las puertas del 400 aniversario de su muerte, en 2020, y coincidiendo con el día de San Gabriel, ha explicado el coronel Carlos Hidalgo.
Continente consagrado a la paz y a la ciencia
Durante aproximadamente una hora han conversado con los estudiantes y les han explicado que la Antártida fue el último continente que se descubrió, que tiene 30 veces la superficie de España y 2.000 habitantes, “lo que hace difícil ver pasar a otro ser humano”, indicó el comandante Pereda.
Les han contado que la Antártida es el único continente consagrado a la Paz y a la Ciencia, por eso, aunque sean militares no llevan armas, y les han hablado de su importancia en la termorregulación de los océanos, de la fauna y la flora de esta enorme isla de hielo, del pingüino barbijo, -la especie más representativa del continente-, y de las dos únicas plantas con flores que uno puede admirar entre el hielo, el clavel antártico y el pasto antártico.
Y que su trabajo en el Polo Sur consiste en estudiar los volcanes, la geología, las especies de musgos, la fauna, pero también hacer una labor de difusión para concienciar de la importancia que tiene conservar el medio ambiente.
Los chavales se han interesado por su modo de vida, como llega la energía o si tienen wifi, y que es lo que más les gusta de su trabajo. “Poder responder a preguntas a las que nadie ha dado respuesta todavía. Eso es lo que más me gusta de este trabajo”, ha afirmado Luis Cardona.
Evidentemente a la Antártida no llega la red eléctrica, ha señalado el comandante Pereda, por eso obtienen energía con combustibles fósiles, placas foto voltaicas y algún generador eólico.
Satélite de las Fuerzas Armadas
En cuanto al wifi “somos unos privilegiados”, ha señalado, porque las Fuerzas Armadas ponen a su disposición un satélite que les permite realizar hasta dos videoconferencias simultáneas con España y sobre todo ver a sus hijos.
Pero también se han interesado por los proyectos de investigación y cómo se financian, y por los efectos del cambio climático que, según ha explicado el investigador Luis Cardona, en la isla Decepción, un trozo de hielo con forma de herradura donde se asienta la base “es la zona donde más se nota el cambio climático en la Antártida”.
Ha explicado que en su conjunto la extensión de hielo en la Antártida no está variando, pero el hielo en el mar dura menos tiempo y esto afecta a la alimentación de los pingüinos y los lobos marinos que comen krill, que está bajo el hielo. “Menos hielo implica menos krill y menos alimento disponible. La población de lobos está disminuyendo en este sector de la Antártida y una de las causas podría ser la menor abundancia de hielo”, ha agregado.
Con un aplauso ha finalizado la coenexión y cada uno ha vuelto a su mundo, los palentinos de nuevo al instituto y los de la Antártida dispuestos a empezar el día con un buen desayuno viendo amanecer en el Polo Sur.
Fuente: elintrnasigente.com