Oposición prepara marcha federal con sindicatos, intendentes y movimientos sociales
La iniciativa tiene como pivote a Hugo Moyano y se basa en las varias estructuras que promocionó el camionero por fuera de la CGT.
Un primer indicio de ese armado se verá mañana en una conferencia de prensa a las 12 en el sindicato de Camioneros, adonde confluirán referentes del Frente Sindical por el Modelo Nacional (que incluye a otros gremios de la CGT como los mecánicos del Smata y los de la Corriente Federal de Trabajadores) y de la Multisectorial 21F, que también integran las dos CTA y la dirigencia piquetera más distante del Gobierno, junto a intendentes peronistas. La convocatoria será a su vez para llamar a una suerte de audiencia pública ad hoc, paralela de la oficial en la que se discutirá el aumento del gas, para el martes que viene en el teatro Astros.
De fondo todas las actividades hasta entrado marzo apuntarán a engrosar la nueva marcha federal opositora. Su organización tendrá como antecedentes la que llevó a cabo el año pasado el denominado “Triunvirato de San Cayetano” en alusión a los líderes de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa y que culminó el 1 de junio en el centro porteño con un gran acto, pero sobre todo las de 1994 que aunaron el sector por entonces más radicalizado del sindicalismo opositor (el MTA de Moyano y Juan Manuel Palacios) con agrupaciones piqueteras y la CTA, en aquel momento unificada.
La determinación de avanzar en una movilización masiva, que necesariamente terminará con un acto en el centro porteño, es producto de un debate interno todavía no saldado en el sector opositor del sindicalismo peronista: la posibilidad o no de convocar a un paro nacional por fuera de la CGT. Se trata de la gran incógnita que atraviesa todo el gremialismo y que por ahora le asigna a la central obrera una importancia diferencial respecto de otras expresiones sindicales más heterodoxas.
Es que la alianza entre los “gordos” de los grandes gremios de servicios, los “independientes” de buen diálogo con el Gobierno y el gastronómico Luis Barrionuevo, los tres pilares que sostienen la actual jefatura de la CGT, contiene a las organizaciones más determinantes del transporte público de pasajeros, la Unión Tranviarios Automotor (UTA, colectiveros) y La Fraternidad (maquinistas de trenes). Sin la adhesión de esos sindicatos la presunción histórica es que cualquier paro nacional está destinado al fracaso. De hecho ambos gremios hicieron pesar esa condición en toda la gestión de Mauricio Macri al ser de los primeros en ajustar sus paritarias, dependientes de subsidios estatales, a los parámetros de la inflación en cada año.
El debate entre los opositores por ahora se saldó a favor de quienes apuestan a agudizar la conflictividad con marchas, concentraciones y actos simbólicos. Algunos, sin embargo, recuerdan un paro nacional del 20 de noviembre de 2012 que había lanzado el entonces sector más opositor de la CGT (una vez más, liderado por Moyano) sin la adhesión de la UTA ni de La Fraternidad, y que terminó por ser contundente por el acatamiento de la Asociación de Señaleros, un sindicato marginal pero estratégico. Entre esa posibilidad y el uso que Pablo Moyano prevé darle a su cargo actual como vicepresidente de la Federación Internacional de Transporte (ITF), para presentarse como promotor de conflictos en el rubro por encima de la CGT (lo había anticipado este diario) se organizará la protesta gremial de los próximos meses, en paralelo con las gestiones de cada sector sindical con vistas a la campaña electoral.
Fuente. ambito financiero