Maduro rechazó el ultimátum
En ese contexto, el mandatario venezolano indicó que continuará bregando por el diálogo como único camino para garantizar la paz y, en ese contexto, anunció el inicio de una campaña nacional de recolección de 10 millones de firmas que serán entregadas en la Casa Blanca para expresar su “rechazo a la intervención y para que se escuche la voz de Venezuela”. Mientras tanto, el autoproclamado Juan Guaidó sigue apostando a su gestión virtual y desde su cuenta de Twitter dijo trabaja para concretar, sin fecha aún, el arribo de la mentada ayuda humanitaria a pesar de que la Cruz Roja Internacional negó una vez más su participación en esa operación sin que medie la aprobación del gobierno de Maduro.
Las gestiones del gobierno bolivariano se desarrollan en varios niveles. Apuesta a la mesa de diálogo que implementan México y Uruguay. De hecho Maduro se refirió a esa posibilidad y hasta la consideró auspiciosa. Eso sí, el mandatario no confirmó aún la participación efectiva de una delegación del gobierno venezolano. Sin duda, está a la espera de la decisión de la oposición que por estos días se muestra unida pero hacia su interior existen ciertas grietas en cuanto a la estrategia inflexible que desarrolla Guaidó. Hasta ahora el diputado se negó a cualquier posibilidad de entablar un contacto oficial con el gobierno para salir de la crisis que él provocó. En caso de ser parte de algunas de las ofertas que están en la mesa sería para Guaidó un fracaso y una caída fuerte entre sus adeptos que, como expresaron en la marcha del sábado pasado, no quieren saber nada con el chavismo y ni siquiera respaldan la amnistía que el legislador ofrece a funcionarios del gobierno de Maduro.
El otro nivel al que apuesta el gobierno venezolano es el del Vaticano. El papa Francisco ya tiene la carta que le remitió Maduro y se especula que las gestiones diplomáticas ya comenzaron aunque por ahora alejadas de las coberturas mediáticas y de las reuniones públicas. En este caso Guaidó también la tiene complicada porque sus seguidores, a pesar de reivindicarse católicos, repudian al Papa por no haberse plegado a sus maniobras destituyentes. De hecho, en la marcha del sábado hubo carteles con insultos para Francisco.
Ayer, Maduro anunció una nueva actividad que se enmarca en la denuncia por la agresión que representa tanto el bloqueo como las amenazas de invasión que llegan desde el gobierno de Trump. Por caso, el presidente constitucional anunció que desde este miércoles comenzará una recolección de firmas que se realizarán en las plazas Bolívar de todo el país. Maduro quiere recoger 10 millones de firmas para entregar en la Casa Blanca con el mensaje de cese de las amenazas. “Las entregaremos junto al pueblo norteamericano”, dijo Maduro.
Si bien el presidente constitucional continuó con su prédica a favor del diálogo y la paz, no olvidó en ningún momento rechazar la amenaza de una invasión norteamericana que entusiasma a la oposición. “En Venezuela no va a haber guerra, ni intervención militar”, dijo y agregó que esto “no quiere decir que no nos preparemos para defender nuestra tierra, que es sagrada. ¿Cómo se evita una guerra? Con la diplomacia de paz y la opinión pública mundial. También prepararnos para hacer impagable desde el punto de vista de costos militares y humanos una invasión por parte de EEUU”.
Por otra parte, y en referencia a la decisión de gobiernos europeos de reconocer al diputado autoproclamado, el presidente venezolano señaló como uno de los responsables de esa decisión es el titular del gobierno español, Pedro Sánchez, a quien le achacó haber cometido un error al apoyar el golpe de Estado y agregó que “si las tropas gringas entraran a Venezuela y hubiera derramamiento de sangre, esa sangre llegarían a las manos de Pedro Sánchez”.
Sobre la famosa ayuda humanitaria que tanto pregona la oposición venezolana, Maduro reiteró que se trata de “un montaje mediático de Trump” o “una jugada macabra” porque consideró que si realmente los gobiernos quisieran al país caribeño debería cesar el bloqueo y las sanciones que se están aplicando. Por caso, en estas últimas noches se han lanzado a través de las redes sociales y por WhatsApp una serie de rumores que dicen que esa ayuda ya está en la frontera, incluso que está siendo custodiada por militares estadounidense, que la gente se está agolpando desde el lado venezolano y que es necesario prepararse para ese proceso. Sin embargo, hasta ahora nada de eso ocurrió y solo hay chismes que generan incertidumbre. La oposición, a través del diputado Manuel Pizarro, quien fue designado como coordinador de esa ayuda, no deja de anunciar que en pocas horas más realizarán anuncios sobre cómo se implementará el auxilio humanitario pero no hay nada en concreto.
En tanto, Guaidó pasó buena parte de la jornada escribiendo tuits de agradecimiento a los gobiernos europeos que lo reconocieron como el presidente autoproclamado o encargado. Dicho sea de paso, la condición de encargado que expresa Gaudió lo obliga a cumplir con un requisito de la Constitución bolivariana que dice que el presidente encargado tiene que convocar a elecciones en un plazo no mayor a 30 días. Ese límite vence el próximo 23 de febrero.
Fuente: Página12