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Venezuela volvió a exponer la “grieta” dentro del radicalismo

La UCR, como todos los partidos políticos, aparece, aún en ejercicio –parcial- del poder, surcada por contradicciones y divisiones que, de tanto en tanto, se ponen en relieve con algún tema de coyuntura. El efecto de la crisis venezolana es, en estos días, la “excusa” de los correligionarios para discutir.

Están, por un lado, las autoridades constituidas del partido a nivel nacional, con el mendocino José Corral a la cabeza, y de la Provincia, con el vicegobernador Daniel Salvador, y, por el otro, los radicales que hace tiempo no son orgánicos, como Leopoldo Moreau, y los más recientemente distanciados, como los alfonsinistas.

Los primeros salieron a respaldar rápidamente la posición asumida por Mauricio Macri respecto de la declaración de la Asamblea Nacional Venezolana, que desconoció la legitimidad del presidenteNicolás Maduro y ungió a Juan Guaidó como Jefe de Estado. Mediante publicaciones en redes sociales, declararon que la Asamblea “representa la esperanza y la institucionalidad” en contraste con “las miserias del autoritarismo” de Maduro.

El Comité Provincial se hizo eco de esa publicación, sin añadir mucho más. En Facebook, la publicación tuvo recepción mayormente positiva, pero también muchas críticas, especialmente de parte de quienes recordaron las “doctrinas” impartidas por dirigentes más representativos, como Hipólito Yrigoyen o Raúl Alfonsín, en torno a la autodeterminación de los pueblos.

No faltó quien echara mano al archivo y recordara cuando en 1985, el entonces presidente Alfonsín se le plantó su par norteamericano, Ronald Reagan, para defender ese principio. Fue en respuesta a un desafío abierto del estadounidense, que demandó un posicionamiento de la Argentina contra Nicaragua.

La respuesta de Alfonsín fue lapidaria. Le recordó a Reagan la noción del “respeto por el principio de autodeterminación de los pueblos, de acuerdo con las condiciones que le reconoce el derecho internacional actual, manifestado a través de la voluntad libremente expresada por la mayoría”.

Más atrás en el tiempo, Yrigoyen había tomado una postura similar. Fue en 1930, año en el que los Estados Unidos ocuparon ilegalmente territorio dominicano. En esa ocasión, Yrigoyen le dijo a su par Edgar Hoover que “los hombres son sagrados para los hombres y los pueblos para los pueblos. No estamos con nadie sino con todos por el bien de todos”, respondiendo a una requisitoria similar a la efectuada por Reagan hacia Alfonsín.

Fuente: Infocielo

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