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Cuando el país se derrumba, Racing sale campeón

Luego de la eliminación que sufrió Racing frente a River, por Copa Libertadores, algo cambió en Avellaneda. El equipo dejó atrás los rumores de enfrentamientos internos y de alejamientos de ídolos y se enfocó en el torneo local. El gran objetivo que le queda en el año, aún por sobre la Copa Argentina, que podría cruzarlo con Independiente.

Paradójicamente, este momento de Racing puntero en soledad, con River y Boca a seis de distancia, y con perseguidores eventuales como Atlético de Tucumán, Aldosivi y Huracán (todos sin el objetivo de campeonar) se da en un contexto social de crisis absoluta: con el dólar en disparada, la inflación sin control, paros generales y cambios en el Gobierno. Sin embargo en Avellaneda hay quien puede dibujar una sonrisa, porque los estadillos sociales han llegado al mismo tiempo que los últimos cuatro campeonatos de La Acadé.

Así lo marca la historia: la Academia cuenta en su palmarés con 17 torneos nacionales(récord que incluye sus siete campeonatos consecutivos entre 1913 y 1919) pero los últimos cuatro (1966, 1988, 2001 y 2014) se dieron en contextos críticos para la Nación.

En 1966, mientras El Equipo de José ganaba el título argentino y comenzaba a hacerse un lugar en la historia grande del fútbol vernáculo, nuestro país sufría un nuevo golpe de Estado. La “Revolución Argentina” llegaba para darle vida a otro episodio antidemocrático en la región. El General Juan Carlos Onganía fue quien encabezó aquella usurpación ilegal y violenta contra el gobierno de Arturo Illia. En ese contexto los únicos que pudieron tener una pequeña alegría fueron los hinchas de Racing que, un año después, serían campeones del Mundo.

Veintidós años más tarde, en junio de 1988, Racing igualaba en el mítico Mineirao y le alcanzaba, por la victoria conseguida en Avellaneda, para ser campeón de la Supercopa en Brasil. Este es, hasta ahora, el último logro internacional del club que, nuevamente se daba en un contexto caótico. A principios del ´88 estalló una crisis militar que llegaba de la mano de Aldo Rico que, abandonando su arresto domiciliario, se acuarteló en el Regimiento 4 de Infantería de Monte Caseros.

Aquella confrontación, que trajo la toma del Aeroparque metropolitano entre otros hitos, termino con la rendición del militar sublevado. Lejos de terminar, los conflictos con los militares recrudecen meses más tarde de la mano de la “Agrupación Albatros” bajo el mando de Mohamed Alí Seineldín (mentor de los levantamientos “carapintadas”), que terminó con el pueblo convocado y repudiando los levantamientos militares en la Plaza de los dos congresos. Ese ciclo de inestabilidad política terminaría con la renuncia de Raúl Alfonsín y la llegada al poder de Carlos Menem. Todo transcurrió, otra vez, con los hinchas de Racing coronados y en lo más alto de Sudamérica.

En diciembre de 2001 el país transitaba su peor crisis en la historia y, al mismo tiempo, los hinchas de Racing llenaban dos canchas para celebrar un título. El estadio de Vélez rebalsaba de fanáticos de la Academia, dirigida por “Mostaza” Merlo, y el Cilindro de Avellaneda cobijaba las ilusiones de otros miles que ocuparon su estadio para esperar por el campeonato de manera mancomunada. Sí, mientras De la Rúa preparaba el helicóptero, alguien pensaba en hacerle un monumento a su entrenador.

Lo del último título de Racing, también es paradigmático, ya que se dio en el comienzo del fin del Kirchnerismo. Con un país agrietado, Cristina Kirchner se preparaba para encarar su su último año de gobierno y la figura de Daniel Scioli se presentaba con enormes dudas como la continuidad del proyecto K que finalizaría al año siguiente con la llegada de Mauricio Macri. Ese 2014 será recordado por los hinchas de Racing por el título conseguido por el equipo dirigido por Diego Cocca y capitaneado por Diego Milito.

Anoche, en Avellaneda, Racing volvió a ganar en su casa, esta vez ante Unión de Santa Fe, y se quedó con el liderazgo de la Superliga, otra vez, en un contexto social delicado, con la segunda renuncia al cargo de presidente del Banco Central en tiempos de PRO y con el presidente pidiendo “que los argentinos se enamoren” de la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde. ¿Será esta crisis la que traiga un nuevo campeonato para la Academia?.

Fuente: Infocielo

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