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Cambiemos cambia su discurso «light» y reconoce la crisis

«Estamos pasando por una tormenta, una tormenta fruto de muchas circunstancias. Entre ellas hay temas de nuestra propia gestión, de los mercados externos y de políticas tomadas por gobiernos anteriores. Pero debemos tener confianza porque sabemos a dónde vamos y cómo vamos a lograr las metas que nos hemos puesto», dijo el presidente Mauricio Macri durante la celebración de un nuevo aniversario de la Independencia argentina.

Allí, en Tucumán, donde nuestro país definió el fin del dominio español por sobre el territorio, el jefe de Estado dejó de lado el discurso “duranbarbista” y por primera vez reconoció los errores de su gestión.

La autocrítica, por supuesto, viene de la mano con la imposibilidad de “tapar el sol con la mano”. La crisis económica golpea de lleno a la clase media y baja, y el descontento social va in crescendo.

Por esta razón, la gobernadora María Eugenia Vidal relanzó los descuentos del 50 por ciento en las compras de supermercado con las tarjetas de Banco Provincia. Durante el anuncio, que tuvo lugar en la Casa de Gobierno, la mandataria se alineó con este discurso al reconocer “que la inflación va a ser más alta de la esperada”.

Este volantazo en el mensaje de Cambiemos tiene que ver, estrechamente, con la caída en desgracia del jefe de Gabinete, Marcos Peña. Tal como publicó este medio, los principales cuestionamientos internos pasan por su exceso de optimismo cuando las cosas marchan torcidas para el Gobierno.

Ciertamente, es un positivista total, todo lo ve desde el “vaso medio lleno”, porque piensa que vender optimismo es más importante que la marcha de la política y la economía.

“Se está discutiendo cómo salir de esta crisis, y el discurso de Marcos Peña de que está todo bien, o cierta noción de que no hay grandes problemas, ya no es efectivo, porque la sociedad percibe otra cosa. Quienes tienen a cargo gestiones informales, como Vidal o Larreta, entienden que comunicar eso no genera un diálogo con la sociedad, que está esperando que el Gobierno asuma que hay una crisis, que asuma un diagnóstico real y que ejecute políticas para resolverla”, dijo a este medio el consultor Pablo Romá.

En este sentido, Macri optó por escuchar a Vidal y Larreta, con quienes Peña mantiene cierta distancia, y pegó un volantazo. Restará determinar, ahora, cuánto tiempo durará la autocrítica. Todo parece indicar que será, al menos, hasta que los números en las encuestas muestren mayor optimismo.

Fuente: La Tecla

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