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El peronismo bonaerense al borde de una nueva ruptura: cuatro bloques en Diputados

Las particiones, roscas y pulseadas no terminan de saldarse en el peronismo bonaerense. El recambio legislativo de acerca y todo parece indicar que no existirá un único bloque peronista que sea fuerte y de contundente oposición a Cambiemos en el Parlamento provincial.

El PJ bonaerense logró la lista de unidad que encabezará el intendente de Merlo, Gustavo “Tano” Menéndez, gracias al acuerdo que se logró conFernando Espinoza, tras el cerco que le hicieron los intendentes de la Primera y Tercera Sección. Es un dato a resaltar, más allá que en esta oportunidad representantes de La Cámpora brillan por su ausencia dentro de las figuras más representativas del partido.

El peronismo deja este diciembre una Cámara de Diputados que producto de la derrota del 2015 y las internas posteriores mostró a tres bancadas: el FpV (kirchnerismo ferviente), el FpV-PJ (mezcla de kirchneristas moderados con otros críticos) y el Peronismo para la Victoria (hiper críticos, renegados del kirchnerismo que terminaron apoyando a Florencio Randazzo).

Con síntomas similares y con la fortaleza que los intendentes del Conurbano pretenden caminar por este nuevo tablero, es que el futuro del peronismo de cara al recambio para estar signado por las divisiones nuevamente.

En los pasillos de la Legislatura, en los principales despachos las charlas se dan de forma asidua y las negociaciones persisten. Fiel al estilo del peronismo, “todo puede pasar”, pero hay un rasgo que por ahora es el vigente.

Por un lado, surge la idea de conformar un bloque peronista que represente a los intendentes, sin dejar lugar a cámporas. Ese bloque estaría comandado por el intendente en uso de licencia de Florencio Varela y diputado electo, Julio Pereyra. El varelense está en sintonía con el alcalde de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, quien tras las elecciones de octubre se convirtió en el articulador de los votos peronistas que le permitieron a María Eugenia Vidal aprobar el Presupuesto 2018. Además, el lomense digitó desde las sombras el acorralamiento a Espinoza en la disputa por el control del PJ bonaerense.

En ese camino, el 22 de noviembre Pereyra se reunió con el presidente de la Cámara de Diputados, Manuel Mosca para anunciarle que comandará el bloque peronista. Ácidos, en varios sectores del peronismo/kirchnerismo se miró de reojo ese encuentro y se conjeturó con la posibilidad  esos legisladores estén dispuestos a “desplazar al massismo para ser socios de Vidal”. Sin embargo, por estas horas aún siguen las conversaciones para ver si se plasma un bloque conjunto con los legisladores más kirchneristas.

Lo que parece cerca de concretarse es la conformación de diminutas bancadas peronistas que quieren negociar por su cuenta con el vidalismo. Por un lado, la referente del Movimiento Evita, Patricia Cubría tiene aceitada la idea de conducir su bloque y hay grandes chances que la acompañe la diputada, Alejandra Martínez. Según pudo saber INFOCIELO, la movida de Cubría no es de total agrado de Fernando “Chino” Navarro, otro referente del Evita. La intención del “Chino” era que Cubría confluya en el bloque de Pereyra, pero objetivos de poder de negociación y contratos por bancada, por ahora hacen que la opción del bloque aparte cobre fuerza.

Un cuarto bloque podría darle más color al culebrón peronista. El extravagante ex novio de Vicky Xipolitakis, José Ottavis tiene los lazos rotos con La Cámpora y es casi un hecho la conformación de un unibloque. En la marea de negociaciones surgió que se podría sumar la juninense Rocío Giaccone, aunque desde su entorno le dijeron a este portal que “no hay nada definido aún”.

Pese a su derrota, Cristina -con la lista de Unidad Ciudadana- logró el 37.24 por ciento (3.529.900 de los votos). Ese caudal permitió que ingresen siete nuevos senadores provinciales, que si se sumarían a los que tienen mandato hasta 2019 se podría formar un bloque de 15 legisladores.

Para la Cámara Baja, los resultados electorales hicieron ingresar a 17 nuevos diputados, que en un hipotético y casi ilusorio bloque único tendría a 34 legisladores. En ambas Cámaras el peronismo podría ser la segunda minoría con mucha fuerza de negociación. Sin embargo, las divisiones y la dispersión vuelven a tomar protagonismo en un peronismo que aún no puede superar su síndrome de abstinencia de poder.

Fuente: Infocielo

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