El presidente Mauricio Macri jugó fuerte y a dos bandas con la reformulación del directorio del Correo Argentino. Dispuso a dos hombres de extrema confianza de la Casa Rosada en lugares estratégicos, con la doble intención de alinear objetivos económicos como la reducción del déficit y la transformación de la firma y, a la vez, garantizar seguridad en dos temas clave: el desempeño técnico en las elecciones de octubre y la pulseada que hace rato mantienen con OCA, compañía que desde 2013 maneja el camionero Hugo Moyano, por cuestiones netamente de negocios.
La presidencia de la empresa quedará al mando de Jorge Irigoin, que continúa en el cargo y que conoce a los Macri de sus años en Socma. Pero por debajo se instauró una guardia pretoriana de personajes muy afines a Macri y sus funcionarios de mayor consideración. En la dirección general, asumirá Gustavo Papini, un cuadro que acercó el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana. El hombre en cuestión trabajó en el fondo Pegasus (Farmacity), en el que Quintana jugó fuerte hasta que asumió responsabilidad política. Papini fue además CEO de OCA y conoce bien los mecanismos internos de la compañía que le disputa negocios al correo oficial. De hecho, ese punto es parte central de los nuevos cambios. Es que hay algunos ministerios que desde los años del kirchnerismo en el poder mantiene contratos de servicios con la compañía que en los ´90 comandó Alfredo Yabrán, pero que a raíz de las disputas políticas y sindicales entre el moyanismo y los Macri quieren modificar.
El segundo cuadro fuerte, también alineado a la Rosada, es Eduardo Martelli. Será parte del directorio remozado y es, según consignó un artículo del diario La Nación, un graduado en Ciencias Económicas de la UBA con un posgrado en el MIT y una extensa carrera en El Comercio Compañía de Seguros. Sin embargo, la mayor cucarda de Martelli es haber sido hasta las últimas horas uno de los especialistas de confianza del ministro de Modernización, Andrés Ibarra. En esa cartera, ocupó el lugar de secretario de Modernización Administrativa y llega al Correo con otra tarea que obsesiona al Ejecutivo: cortar el déficit de más de $4000 millones anuales. Cabe destacar también que desde hace un tiempo el Correo dejó de estar bajo la órbita de Comunicaciones para pasar a la tutela de Modernización.
En la línea sucesoria sigue otro viejo conocido del sector privado y del PRO. Luis Freixas Pinto fue director por el Estado en Aeropuertos Argentina 2000. Fue funcionario de Autopistas del Sol, como director de Relaciones con el Inversor; y de Dycasa, la compañía que asociada a Techint trabajó en la ampliación de la Línea H del metro porteño.
La nómina, que se completa con el menos conocido Mario Fronzosi, viene a reemplazar a los que recién renunciaron a sus cargos: Ramón Baldassini, Roberto Rivero, Carlos Felpeto y Carlos Rossi.
LOS QUE SE VAN. Baldassini, que supera ampliamente los 80 años, tiene otras marcas importantes en su vida. En el año 1963 asumió al frente de la Federación de Obreros y Empleados de Correos y Telecomunicaciones (Foecyt). Fue el propio macrismo el que en 2016 lo puso en su cargo en el Correo.
Felpeto, por su parte, fue intendente de Villa Carlos Paz por cuatro períodos y llegó al Correo por las buenas artes del “Milico” Oscar Aguad y el acuerdo en Córdoba entre el PRO y la Unión Cívica Radical (UCR). Carlos Rossi es de la gestión K y fue designado por decreto en el año 2011. Mientras que Rivero, otro de los renunciados, venía de OCA y de la gerencia de Ocasa, es abogado y pasó el estudio Pérez Alatti, Grondona y Martínez de Hoz.
En el marco de este éxodo, uno que resiste estoicamente es el cuestionado Alejandro Tullio, quien fue director electoral durante el kirchnerismo y terminó siendo recontratado por Cambiemos. Tullio había dejado su cargo -que ocupaba desde 2001- en diciembre de 2015, hasta que un año más tarde fue recuperado. Cabe destacar que el Correo Argentino es el encargado de contratar a Indra, la empresa española que realiza el escrutinio provisorio desde 1997. La oficina que él comandó tiene un puesto clave en los comicios, como distribuir las urnas y boletas, con el posterior retiro de las mismas junto a las actas de votación. En el entorno de Tullio aseguran que los cambios en el directorio ya se sabían desde antes de las elecciones y reconocen que la idea es transformar la empresa y captar nuevos negocios.
Fuente: Letra P