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La cuenta fina de la “derrota parlamentaria” que es “éxito político”

“¿Qué les pasó a los diputados que hace unos meses se fueron del Frente para la Victoria (FPV)?”. Con la efusividad que ya se transformó en su sello a la hora de exponer en el recinto, Silvia Lospennato (PRO) concentró en el Bloque Justicialista (BJ) gran parte de la explicación que encontraban en Cambiemos para justificar lo que, ya promediando la tarde, admitían como un “fracaso parlamentario” pero un “éxito político”: la imposibilidad de alcanzar los votos necesarios para expulsar de la Cámara de Diputados al ex ministro Julio De Vido.

Fue una tarea titánica tratar de reconstruir la lista de presentes y ausentes este miércoles en la Cámara baja. Las fuerzas que tenían bien clara su postura lo demostraron contando los porotos. Cambiemos no tenía un sólo ausente. El FPV sólo flaqueó en dos casos: el rionegrino Luis María Bardeggia y el misionero Daniel Di Stéfano. Tuvo un tercero a la fuerza, el de la santafecina Josefina González, que se repone de un accidente. Se mencionó a un cuarto, Luis Cigogna, pero apareció un poco más tarde por su despacho. “Se operó el martes pasado pero vino”, explicaban en el kirchnerismo. “Trajeron hasta a algunos enfermos”, chicaneaba un diputado massista.

Massa también estuvo cerca de la asistencia perfecta. Le faltaron Marco Lavagna -con aviso, por un viaje de trabajo- y nadie vio llegar a Facundo Moyano. Por eso Lospennato puso en foco al BJ: de sus 17 diputados, apenas cuatro habían confirmado su acompañamiento a la propuesta oficialista que alentó fuertemente el presidente Mauricio Macri. Eran los salteños Pablo KosinerEvita Isa y Javier David -que responden al gobernador Juan Manuel Urtubey– y el ex funcionario cristinista Diego Bossio. Admitían tres faltazos: Alberto RobertiGuillermo Snopek y Carlos Rubín. Y el resto no estaba dispuesto a empujar a De Vido afuera del Congreso.

En Cambiemos mencionaban otros dos justicialistas ausentes: los riojanos Luis Beder Herrera y Teresita Madera. Entre cuatro y seis votos sobre un total de 17 era una recaudación muy baja para el oficialismo en un bloque donde suele pescar más grueso. Tampoco esperaban la llegada de los tres diputados del Frente de la Concordia Misionero, que lidera el ex gobernador Maurice Closs.

Este escenario dejaba al plan de desbancar a De Vido muy lejos de lo necesario. Cerca de las 18, fuentes del bloque oficialista admitían un escenario cercano a los 135 votos a favor de la expulsión del ex jerarca de la obra pública kirchnerista contra unos 90 en contra. Una estimación que, aunque con resultado obvio -en Cambiemos siempre dieron por perdida la carrera hacia los dos tercios de los votos-, quedó lejos del mejor resultado alcanzable.

Algo une a la mayor parte de los diputados que, pese a no integrar el FpV, se negaron a poner su voto para expulsar a De Vido. Casi todos ellos tributan directamente a sus gobernadores, a ex gobernadores o al PJ de su provincia. Muchos de sus jefes políticos no sólo se vieron beneficiados por el reparto de obras públicas que ejecutó el ex ministro en doce años de gestión. Algunos de ellos, incluso, comparten imputaciones en algunas de sus causas judiciales.

“Reflexionen y excluyan a los corruptos de esta Cámara”, cerró su agitado discurso Lospenatto. Con esta frase daba casi por admitida la derrota legislativa. El éxito mediático y electoral, según los parámetros que manejan en Casa Rosada, ya lo habían garantizado.

Fuente: Letra P
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