El ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Cristian Adrián Ritondo, se hartó de la catarata de denuncias que le propinó la diputada Elisa Carrió en los últimos meses y le envió un elocuente mensaje a los principales protectores de la chaqueña en la alianza Cambiemos: el presidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La paciencia se agotó este jueves al mediodía, cuando amagó con dejar sin quórum al bloque PRO de la Legislatura porteña en una sesión clave para el oficialismo.
Ritondo llamó a sus cuatro diputados porteños y les pidió que abandonen el recinto apenas comenzó la sesión que contiene un temario clave para Larreta: un convenio entre el gobierno de Macri, la AFIP y la Ciudad; una modificación en el Código de Tránsito y Transporte para controlar el uso de motos y la exención del pago del impuesto sobre los Ingresos Brutos a los ingresos provenientes de operaciones de pases. Todos expedientes redactados en la Jefatura de Gobierno de la Ciudad, ubicada en Uspallata 3160.
Sin la presencia de esos ediles, el macrismo no alcanzaba el número necesario para avanzar con esas leyes. La jugada de presión amenazó con desarticular el acuerdo y peligró la votación porque el PRO tiene 28 bancas y contaba además con el apoyo de los dos representantes de la Coalición Cívica y los tres de Confianza Pública. Descontando a los cuatro diputados ritondistas, el oficialismo llegó a 24 y más los cinco aliados alcanzaba 29; es decir, requería dos más para lograr el quórum de 31 para avanzar con dos de esos proyectos (el de los bancos requiere 40).
Cristina García, Mercedes Gómez de las Casas (también ligada a Nicolás Caputo, el íntimo amigo del presidente Macri) y Daniel del Sol abandonaron el recinto al inicio de la reunión parlamentaria. El cuarto edil es Roberto Quattromano, amigo personal de Ritondo, que se puso al hombro la discusión con el larretismo, en especial con un cortocircuito que hubo en torno al presupuesto de las comunas(8,9,10 y 11) ligadas al hombre de Mataderos y Villa Lugano. En 2016, esa tensión derivó un fuerte cruce con el jefe de Gabinete de Larreta, el abogadoFelipe Miguel y este año el vicejefe de Gobierno, Diego César Santilli, debió interceder para bajar la espuma de una revuelta de comuneros.
La jugada de Ritondo desajustó la agenda que había establecido el tándem que coordina la cotidianidad del edificio de Perú 160: la vicepresidenta primera del Parlamento, Carmen Polledo, y el jefe de bloque PRO, Francisco Quintana. Los dos diputados más cercanos a Larreta respondieron en el acto y desactivaron el conflicto en una rauda reunión en el Salón Eva Perón. Quedó claro que el conflicto del ministro provincial es con Larreta y no había intención de complicar la sesión, ni a sus ex compañeros de bloque. La tensión creció, pero duro unos minutos: finalmente todos votaron las tres iniciativas.
En el ritondismo esperan un “gesto” del jefe de Gobierno e incluso de Macri para “frenar” las embestidas de Carrió para con su jefe político. Ni Larreta ni el presidente piensan cuestionar en público a la chaqueña, a quien convencieron de competir en la Ciudad como diputada nacional para enfrentar a Martín Lousteau, después casi un año de una negociación que el alcalde encabezó personalmente, guiado por Fabián “Pepín” Rodríguez Simón.
Carrió acusó a Ritondo de tener vínculos con el narcotráfico, de proteger al ex titular de la Policía Bonaerense Pablo Bressi – a quien la líder de la CC denunció repetidas veces- y de espiarla, al igual que a sus hijos. La única dirigente de Cambiemos que respaldó en público al peronista fue la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal.
El lunes por la mañana Larreta se encontró con su bloque de diputados porteños en el tradicional desayuno mensual que presiden él o Santilli. “Es difícil mí trabajo. La necesitamos adentro a Lilita”, sostuvo Larreta a modo de defensa y dando a entender algo que es una obviedad: nadie en Cambiemos puede controlar lo que diga Carrió. Horas después, el alcalde y el ministro se vieron en un acto en Liniers pero ninguno hizo alusión al tema.
Parte del PRO repite que Carrió le pidió a Larreta correr de la nómina a los dirigentes de Ritondo. En Uspallata lo niegan y los adláteres de la chaqueña aseguran que no está en condiciones de vetar candidatos. Según pudo saber Letra P, el enojo de Ritondo con el ex jefe de Gabinete porteño y con Macri pasa únicamente por la falta de respuesta ante los embates de la líder de la CC, que cada vez son más frecuentes. “Durante años defendimos al PRO, sacamos leyes claves para los dos y no nos defienden”, rugió un diputado cercano al funcionario bonaerense.
Sin embargo, el jefe de Gobierno encendió las alarmas por la jugada del ex vice I de la Legislatura. Pocos lo notaron, pero este jueves Larreta envío a uno de sus hombres territoriales a apagar el incendio: Néstor «el Turco» Abbas desfiló por el recinto y dialogó con Quattromano, antiguo compañero de militancia del PJ de los barrios sureños de la Ciudad.
En paralelo, los ritondistas están furiosos porque -aseguran- Rodríguez Larreta “frenó” una ley que pidió el ministro bonaerense para aumentar penas a los comercios clausurados. El ex diputado hizo gestiones en la Agencia Gubernamental de Control (AGC), el Ministerio de Justicia y Seguridad porteño y en la propia Legislatura, pero el expediente aún no avanzó.
Fuente: Letra P