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Gobierno vs. docentes, una pelea sin ganadores

La gestión bonaerense tuvo en 2017 su bautismo de fuego en materia de conflicto salarial docente. Tras un primer año donde el oficialismo se jactó de iniciar las clases en tiempo y forma, ahora la pelea parece haber llegado demasiado lejos, con graves alteraciones en el dictado de clases en las tres primeras semanas del ciclo lectivo.

El titular de la consultora CEOP, Roberto Bacman, afirmó que María Eugenia Vidal “viene perdiendo imagen en los últimos meses”; no solamente por el conflicto docente, sino también por otros factores relacionados con el Gobierno nacional que influyen en todo el equipo de gestión.

Respecto de la figura de Roberto Baradel resaltó que los maestros tienen “apoyo popular”, al considerar que “la gente cree que deben ganar más. Una demostración lapidaria de ello es que la mayor parte tiene entre dos y tres trabajos para poder subsistir”.
En tanto analizó que el oficialismo “ha tomado la decisión de resolver la conflictividad corriéndose más a la derecha; un problema que empieza con los maestros pero que probablemente siga con otros gremios”.

Bacman se refirió también al planteo gubernamental de “poner orden, tomar las calles y empezar a reprimir. No es chiste criminalizar la protesta, y eso también puede desgastar mucho más al Gobierno”.

Sobre la estrategia de usar a Vidal como caballito de batalla en la campaña de Cambiemos en la Provincia consideró que la Gobernadora “ya no tiene la imagen impoluta que tenía al principio; empezó a quedar expuesta. Hasta ahora, la sociedad la respalda, pero por un tiempo”.

Por su parte, el analista Carlos Germano evaluó que los gremios “no esperaron nunca que el Ejecutivo provincial se iba a poner en la posición en la que está”. Y destacó que “la gran virtud del gobierno es que, aparte de lo salarial, se instalaron otros temas en agenda en torno a la educación que no venían apareciendo con anterioridad. Al margen del reclamo económico surgió el tema de la cantidad de alumnos que fueron a estudiar a la escuela privada y dejaron la pública, y los resultados del examen Aprender; que son elementos que dan cuenta de que la educación no es solamente salario docente”.

En ese escenario afirmó que “indudablemente, la figura de Baradel quedó resentida ante la opinión pública”, y destacó “la interna fuerte que tiene el dirigente sindical en Suteba con sectores de la izquierda, referenciados con Romina del Pla”.
Germano añadió: “Baradel está muy mal visto, tuvo que endurecer aún más su discurso porque ya en la anterior elección perdió delegaciones muy importantes, como La Plata y La Matanza. De alguna manera ya se había planteado un descontento hacia su conducción y salió a pelear esperando que pase lo mismo que siempre en la Provincia”.

Sobre los ministros de Educación, Alejandro Finocchiaro (Provincia) y Esteban Bullrich (Nación), afirmó que el titular de ésta última cartera “se puso por encima, dio un paso al costado respecto del conflicto del día a día, que es lo que le tocó a su par en la Provincia”.

En tanto, para Pablo Romá, de la consultora Circuitos, las dos partes del conflicto docente están en una posición muy comprometida. “Vidal mantiene un nivel de imagen positiva que le permite tener una línea muy dura, y que apunta al desgaste de la figura de Baradel, sobre todo en algunos posicionamientos ideológicos que sostienen que la escuela privada es mejor que la pública porque no tiene paros”, expuso.

Asimismo consideró que la Gobernadora “cambió su perfil de lo que fue la negociación con los docentes el año pasado a lo que es este año: hay una postura más firme, casi intransigente”.

Sobre el impacto que va a tener este cambio de cara a la campaña electoral legislativa del oficialismo, el analista dijo que la titular del Ejecutivo bonaerense “aún mantiene un nivel de imagen positiva alto, cerca del 40 por ciento”. Sin embargo agregó que le va a resultar “muy difícil ponerse la campaña al hombro cuando la sociedad le pide al gobierno que resuelva este conflicto. Esa es una demanda prioritaria desde la sociedad”.

Aseguró además que la estrategia de Cambiemos en la Provincia tiene la falencia de que “ella no puede presentarse a elecciones y no hay una correlación directa entre su nivel de imagen y la intención de voto de cualquier otro candidato de Cambiemos”.

Fuente: La Tecla

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