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Un “freno” a Macri: el lema que unifica a un peronismo sin definiciones electorales

“Busquemos la unidad para ponerle freno a este Gobierno de ajuste», arengó el último viernes en la Quinta 17 de octubre de San Vicente el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, con dirigentes como Máximo Kirchner y Fernando Espinoza a su lado.  No desentonaba el convite del miembro del Grupo Esmeralda en un acto donde la consigna “Unidos por el trabajo” se repetía constantemente sobre la pantalla gigante apostada a espaldas de la dirigencia presente.

En ese “freno” coincidieron durante los últimos días intendentes peronistas de distintos subgrupos que comienzan a plantear la disputa electoral desde el plano de dos opciones: legitimar o ponerle un coto “a las políticas de ajuste” del oficialismo. Sin embargo, la retórica unificada en cuanto al contradestinatario no es suficiente para que ese colectivo de identificación peronista se plasme en una concreta estrategia electoral de cara a las legislativas.Y es que el aglutinador cometido de estar «unidos por Argentina» tambalea aún al momento de deslizarse posibles candidaturas.

“A veces hay que esperar porque el cierre de listas del peronismo históricamente fue siempre sobre el final, hacer conjeturas ahora no tiene nada que ver”, argumentó a este medio el intendente de Malvinas Argentinas, Leonardo Nardini, quien confió en llegar, sobre la hora, “a un punto de acuerdo” para llevar “los mejores candidatos”.

Con marcado tono conciliador, el intendente del Grupo Fénix veló por que se cumpla el pedido de candidato único para las PASO que la CGT hizo a los esmeralda: “Dios quiera que se pueda hacer porque todos trabajamos por la unidad, los compañeros también”, sostuvo, para enfatizar en la “excelente relación” que mantiene con “Martín (Insaurralde), Fernando (Gray), Kato (Gabriel Katopodis), Juanchi (Zabaleta), Juampi (De Jesús), Bali (Bucca). Más allá de la denominación de los grupos, todos estamos laburando para eso, hay un peronismo activo”.

A pesar de esto, reconoció que aún el peronismo atraviesa “un proceso de reordenamiento” en el que se está trabajando “no tan ordenado como nos gustaría”. Sin embargo, el malvinense descomprimió e hizo foco: “Es más importante el laburo que estamos haciendo todos caminando los distritos. No pasa solo por el candidato, sino hacerle entender a los vecinos si seguimos con las políticas de ajuste o le ponemos un freno”. Para esto, también enfatizó en “fortalecer las bases” y dedicarse fuerte “a los municipios perdidos, que son muchos”.

En cuanto a las manifiestas aspiraciones del ex titular de Diputados, Julián Domínguez, con quien se reunió días atrás, Nardini lo elogió: “Tiene trayectoria y recorrido”, en tanto que consideró: “Está marcando una postura, como lo hicimos todos en algún momento, no está mal ni está bien, es normal”.

Pero la irrupción en escena del chacabuquense, quien afirmó que será candidato “a pesar de Cristina”, no fue tomada de la misma manera en todo el abanico peronista. Puntualmente en el kirchnerismo, el intendente de Pehuajó, Pablo Zurro, fue lapidario: “Pensar una interna CFK-Domínguez es comparar a un elefante con un caniche toy”.

Así, el jefe comunal K no hizo lugar a negociaciones si de candidaturas aglutinadoras se trata: “La única candidata que nos nuclea a todos, y que hay muchos que hablen lo que quieran, se llama Cristina Fernández de Kirchner y es la única que respeto, sigo y que puede nuclear no sólo al peronismo sino a un proyecto de país”, postuló para marcar: “Hasta los intendentes del FpV funcionales al macrismo, muchos de los votos en sus municipios son de Cristina. Les aconsejo que se acerquen porque nadie puede parar la voluntad de la gente. La única forma de aunar criterios es bajo el liderazgo de Cristina”.

De todos modos, coincidió con el posicionamiento general del arco peronista sobre el planteo a poner sobre la mesa en el año electoral: “Hay dos proyectos en pugna”. Y ahondó: “Uno, el de Néstor y Cristina, y el otro un país neoliberal”.

Quien también impulsa la postulación de la ex presidenta, aunque parado desde el Grupo Fénix, es el intendente de Moreno, Walter Festa: “No hay dudas que el liderazgo de Cristina es muy fuerte en los dirigentes pero sobre todo en la gente. Mide mucho y no hay otro que supere el alcance que tiene”, manifestó.

Al subrayar que “si Macri gana se legitima y, si no, se le pone un freno”, Festa enfatizó: “Lo que está claro es que las políticas económicas que ha generado este gobierno no pueden continuar”. Desde esa perspectiva, el jefe comunal de Moreno reconoció que muchos dirigentes del peronismo “han bajado un cambio” en los cruces internos para trabajar en la unidad. En esto, expuso su caso: “Arranqué peleando contra algunos dirigentes y hoy nos identificamos en el mismo lado. Hay que construir esa unidad que hace un año estábamos medio divididos. Los intendentes de la provincia de Buenos Aires tenemos la responsabilidad de refundar el peronismo”.

Fuente: Letra P

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