En algunos barrios de la capital bonaerense y en la bajada de la Autopista Buenos Aires – La Plata, aparecieron pintadas con la leyenda “Randazzo Senador”.
Las consignas fueron difundidas por dirigentes randazzistas del grupo El Ateneo, entre los que se encuentran el ex funcionario provincial y presidente del Concejo Deliberante platense durante la gestión del ex intendente Julio Alak, Roberto “Pocho” Prandini -su apelllido acompaña al del ex ministro del Interior en una segunda versión de los grafitis.
La decisión de iniciar esta suerte de proclama no fue inesperada, ni casual, sino que fue avalada por el propio Randazzo.
Sucede que el próximo sábado, el peronismo realizará una cumbre partidaria en Santa Teresita y se espera que de allí surjan definiciones respecto a la futura campaña.
Hace tiempo que Randazzo ansía convertirse en la figura central de la unidad peronista, pero durante todo 2016 la tarea quedó trunca por la falta de acuerdos reales entre los sectores internos del Frente para la Victoria.
El año pasado, hubo dos intentos de gestar la unidad. Uno fue en Lobos, a mediados de octubre, cuando se juntaron todos los grupos de intendentes -el Esmeralda, el Fénix, el Patria y los Establo- y un segundo, en La Matanza, a fines de diciembre, cuando se convocó al Congreso del PJ bonaerense.
Sin embargo, estos encuentros no terminaron de limar diferencias ni concretar la unidad.
La candidatura de Randazzo a senador nacional o cabeza de la lista de diputados nacionales (eso dependerá de la decisión de CFK) había sido gestada inicialmente por los jefes comunales del Grupo Esmeralda.
La idea se irradió luego hacia el kircherismo puro, a partir de la reconciliación que concretaron el ex ministro y los dirigentes de La Cámpora.
Pero tuvo un tropiezo a fines del año pasado, cuando se discutía el Presupuesto bonaerense. En esa oportunidad, Randazzo alentó plantear mayores exigencias a la gobernadora María Eugenia Vidal, a cambio de dar el voto para autorizar un nuevo endeudamiento.
Quería obtener la Presidencia de la Cámara de Diputados y otros espacios de poder. Pero ese planteo chocó contra los preacuerdos alcanzados por los intendentes del Esmeralda y sus legisladores y la jugada quedó desarticulada. Y dejó al ex funcionario K en una débil posición.
Ahora, en este inicio de 2017 y tras un saludable receso de verano, los peronistas y los kirchneristas se entusiasman con volver a intentar un acuerdo. La ex mandataria y el ex ministro serán sin duda figuras clave en la discusión.
El cónclave será este sábado, en principio en el campo de golf de Santa Teresita, aunque el lugar podría modificarse ya que hay pronóstico de lluvia.
Hasta el momento, confirmaron su presencia dirigentes, intendentes, legisladores y concejales de todos los sectores internos.
Fuente: Letra P