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Fantasmas de ayer: el Gobierno prometió no endeudarse con el FMI

Quremos tener una relación cordial y madura». Así definió hoy el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, su reunión a solas con la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, durante la segunda jornada del Foro Económico Mundial de Davos, en los Alpes suizos, hasta donde la delegación oficial viajó para atraer inversiones. Por eso, algunos comenzaron a especular con que la normalización era para conseguir crédito del FMI. Sin embargo, desde el ministerio insistieron para rechazar esa posibilidad: «No hay necesidad». Al menos, claro, por ahora.

La relación entre la Argentina y el FMI se había congelado desde que el por entonces presidente de la Nación, Néstor Kirchner, decidió cancelar el 3 de enero del 2006 toda la deuda con el organismo. Fue por US$ 9.530 millones, de una sola vez, con reservas internacionales del Banco Central (BCRA). Desde entonces, el país incumplió hasta el 2013 con el Artículo IV del organismo, que le permite supervisar las estadísticas del Indec.

«No vamos a recurrir al FMI, no hay necesidad, no se habló de financiamiento», juraron ante este medio desde el entorno del flamante ministro, quien había asumido formalmente el 10 de enero con el objetivo de equilibrar las cuentas. Como sea, el Gobierno estableció en el Presupuesto 2017 la necesidad de endeudamiento por US$ 40.000 millones.

El ahora desdoblado ministerio había contemplado al final del 2016, cuando todavía lo encabezada Alfonso Prat-Gay, que los organismos internacionales aportaran este año US$ 3.850 millones. El rechazo de la sociedad hacia el FMI no sería un problema para el macrismo, pero consideraron que no tiene «necesidad» de pedirle dinero: «Siempre es importante tener buena relación con los organismos».
En la primera jornada del Foro, el propio Dujovne se había reunido ayer con el presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), Luis Alberto Moreno, quien había visitado el país una semana después de que asumiera Macri para anunciar créditos por US$ 5.000 millones en cuatro años. El BID «redoblará» su apoyo. Es uno de los organismos por el que se conseguirían parte de esos US$ 3.850 millones.
Mientras tanto, al otro lado del Atlántico, el ministro de Finanzas, Nicolás Caputo, continúa con su road show que comenzó en Europa, pero que finaliza en los Estados Unidos, para conseguir US$ 12.000 millones más. El hombre clave en el financiamiento del plan económico estuvo el lunes en Londres y ayer en Boston y Los Ángeles. Mañana cerrará su gira por Nueva York. Así, lejos de la «lluvia de inversiones», el Gobierno busca una «lluvia» de deuda que ya comenzó.
Fuente: bigbangnews.com
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