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Tiene 116 años y cruzó el mar con su familia para huír de ISIS

Zafir nació en Irak en el año 1900 y su vida estuvo signada por el dolor, la fortaleza, una voluntad indómita y el amor a su familia. Con sus 116 años años a cuestas, hoy es una más de los 60.000 refugiados árabes de diferentes ramas del Islam que sobreviven enGrecia.

Ella vivió en carne propia el exilio generado por una guerra que los persigue por motivos que no entiende. Pero no se rindió.

Llegó a la isla de Lesbos hace ya casi un año, acompañada por su hijo y su esposa, además de cinco nietos.

Había logrado lo que parecía imposible: huír de Isis, que con su brutalidad y cerrazón ensangrentaba la región y mataba a todo aquel contrario a su idea de fundar un Estado-Califato Islámico o que simplemente fuera diferente. Una guerra que aún prosigue a sangre y fuego.
Esta heroica mujer de creencia yazidí, religión perseguida por losyihadistas, nació el primero de julio de 1900 en Irak, 16 años antes de la fundación del país como Estado.

A medida que crecía, con ella también lo hacían los grandes hechos que marcaron la historia, pero ninguno la tocó tanto como la persecución que la llevó a cruzar el mar Egeo en condiciones más que precarias.

Así llegaban a las costas griegas.

Huyendo del Estado Islámico hacia tierras europeas de la mano de su hijo Barakat, su mujer y sus cinco nietos de entre cuatro y 12 años, se convirtieron en otra familia de supervivientes entre los miles de seres humanos que cruzaron el Egeo huyendo de la muerte.

El diario español El Mundo la encontró entre los 60.000 refugiados enGrecia que se encuentran varados y esperan un destino mejor al pasado que dejaron atrás: vivir con algo de dignidad y reencontrarse con el resto de su clan en Alemania.

Un niño en el alma y la familia

Su «secreto» para sobrevivir durante tanto tiempo pese a las persecuciones, desgracias, hambrunas y dolor es, según ella, simple: «tener el espíritu de un niño durante toda la vida y permanecer con la familia siempre. El espíritu de comunidad te mantiene con vida.”, confesó.

En agosto de 2016, la situación de vulnerabilidad de esta familia hizo que fuera trasladada a un edificio en el campamento de Serres donde debían pasar la noche en un colchón tirado en el piso.

Después del desgaste y la incertidumbre, llegó una luz de esperanza de la mano de Kristine, un miembro de la ONG Yazda, quien luchó por varios meses para que esta anciana lograra reencontrarse con el resto de su familia en Alemania.

Zafir por fin ha salido del campamento de refugiados, donde vivió durante más de cuatro meses. Ahora la familia espera en un céntrico hotel de Atenas para volar a Alemania.

Fuente: bigbangnews.com

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