Mientras la llamada «ola de inseguridad» crece, preocupa y gana protagonismo en los medios y en la sociedad, en la Casa Rosada comienzan a elaborar respuestas que hasta hace poco parecían ajenas.
En el gobierno nacional admitieron hoy por primera vez el diagnóstico que que acostumbraba utilizar el kirchnerismo durante sus años en el poder y que hoy suelen denunciar en voz baja los funcionarios de María Eugenia Vidal: «Es una reacción» de sectores de las fuerzas de seguridad ante una serie medidas gubernamentales, dijeron.
Se refieran al traspaso de la Policía Federal a la Ciudad de Buenos Aires y a la creación de la nueva policía, pero también a «la detención» de numerosos efectivos en la Bonaerense y en otras ciudades como Rosario vinculados a bandas de secuestradores y al narcotráfico.
En Cambiemos son varios los que sospechan de un eventual «complots» de parte de efectivos policiales vinculados a hechos delictivos. Eso explicaría –según la hipótesis oficial– la ola de robos cada vez más violentos que se sucedieron en las últimas semanas en el conurbanobonaerense y en otros centros urbanos como Rosario.
«No es que el país esté tomado por el narcotráfico, el problema es que antes no se hacía nada», advirtieron en la Casa Rosada ante la consulta sobre el aumento de los operativos que informa el Ministerio de Seguridad nacional, sobre el secuestro de armas y toneladas de drogas en distintos puntos del país.
Fuente: bigbangnews.com