Zulma Ortiz es la ministra que más dolores de cabeza causó en la gestión de María Eugenia Vidal. No por revelarse a la conducción de la Gobernadora, sino por las críticas que se han generado a su alrededor por sus mismos compañeros de la alianza Cambiemos y la oposición.
El arco político, ya sea sanitario o no, rechaza a Ortiz al frente del ministerio de Salud y manifiesta que no posee las características necesarias para liderar una gestión pública.
En ese marco, el mismo Gabinete que ella conformó se le sublevó y en ocho meses hubo varias renuncias. Inclusive, se le designó a un Jefe de Gabinete estrechamente vinculado a la actividad política en el macrismo.
Asimismo, según surgió desde los pasillos de la misma gobernación, Ortiz habría presentado la dimisión al cargo en más de una oportunidad y fue rechazada por Vidal. La ex UNICEF es una apuesta de la Gobernadora por demostrar que desde el ámbito privado se puede acceder a la órbita pública para gestionar eficientemente y no quiere aceptar la renuncia en lo que sería una derrota para su postura.
Por ello, la misma mandataria decidió intentar fortalecer a Ortiz y a principio de julio decretó la creación del plan “Quiero Ser Residente”.
Según pudo saber La Tecla, el programa a cargo de la Subsecretaría de Gestión y Contralor del Conocimiento, Redes y Tecnologías Sanitarias apunta a “jerarquizar y fortalecer el sistema de residencias, por considerarlo el más adecuado para la formación de especialistas”, y “promover la equidad en el acceso a la formación y condiciones educativas y de trabajo adecuadas para la capacitación en servicio”.
En ese sentido, Ortiz formalizará el anuncio ante los medios en Pergamino junto a referentes locales de la alianza Cambiemos. Además, se presentará el plan Único, destinado a optimizar e implementar la historia clínica digital municipal.
En los últimos días, la ministra volvió a generar dolores de cabeza en los pasillos de Gobernación ante la denuncia mediática que recayó sobre ella. Según denunciaron, la titular de la cartera mantendría una oficina paralela a su actividad pública en un lujoso piso en Puerto Madero.
El problema en cuestión surgió tras las comprobada ausencias de Ortiz a su despacho en La Plata.
Fuente: La Tecla